¡Es tiempo de marisco! Dónde comer la mejor mariscada en las Rias Baixas

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Cuando llega el otoño y el mar vuelve a batir las costa y las bateas que flotan sobre las Rias Baixas, el marisco adquiere su mejor momento. Dicen que los meses con r son los óptimos para disfrutar del fruto del mar y más concretamente en este mes de noviembre antes de que los precios se disparen por el efecto de las Navidades. Mejor que darse un homenaje de una mariscada, en genérico, es pegarse el "atracón por barrios". Pedir la especialidad en cada casa es la mejor forma de disfrutar de bivalbos, moluscos y crustáceos. Generalmente cocidos en agua de mar con un puñado de sal y una hoja de laurel. Estos son los 7 mejores restaurantes y sus especialidades.

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Un hotel en un gran pazo presidido por la verticalidad exótica de una gran palmera. En un comedor diáfano, amplio y blanco, se sirve el mejor salpicón de marisco de la zona. Un plato con una densidad de marisco extraordinaria, una cantidad de tropezones de marisco y de buen tamaño que desborda tanto el plato, como el concepto que ud. tuviera hasta entonces de un salpicón. Un plato para comer marisco a cucharadas. Por supuesto las raciones son más que generosas.

Si el tamaño importa, el lugar y la presentación también. Si lo bueno es mejor, D’Berto es el lugar para disfrutar de los mejores mariscos de la ría. Un comedor de piedra, mesas vestidas y paredes con arte moderno, sus extraordinarios ejemplares de centollas de la ría, parecen extraordinarios seres de otro planeta. Su carne perfectamente preparada y patas y bocas para comer hasta hartarse, gracias a la selección que hace Berto en la lonja y a las cocciones impecables de Marisol.

Cuando hablamos de las mejores almejas del mundo, tenemos que mirar a la ría de Arousa y concretamente a la localidad de Carril donde la riqueza de las aguas hace de sus almejas unos ejemplares únicos. El restaurante Loliña de cinematográfico cartel, ubicado en el edificio de las antiguas aduanas, tiene entre sus especialidades las fabulosas almejas en distintas preparaciones. Sus almejas a la marinera, exquisitas pueden hacer desaparecer varias hogazas de pan en su irresistible salsa.

Un lugar al que probablemente nunca llegaría siguiendo su intuición. Sólo por el consejo de algún paisano se acercará hasta este establecimiento especializado en ostras. El local cuenta con vivero propio alimentado con agua de mar y donde se guardan su ansiado tesoro, las mejores y más frescas ostras que pueda imaginar. Un chorrito de limón y una botella de buen albariño, pueden completar una jornada inolvidable.

Casi en la frontera con Portugal y en un lugar desde el que se goza de vistas espectaculares, este restaurante ‘singular’ en su puesta en escena sirve unos percebes extraordinarios. El percebe puede ser junto con el erizo el producto que más sabor a mar tiene y aquí se cuecen con su punto óptimo de sal. ¿A qué no puede comer sólo unos pocos?

Bueu es uno de esos pueblos con encanto que aún no ha sido contaminado por el turismo y que tiene una lonja de pescado extraordinaria en la que disfrutar como un niño el día de Reyes, paseando entre sus puestos y viendo la magnífica variedad y calidad del producto exhibido en sus mostradores. A escasos metros de la lonja, el restaurante El Pescador, prepara un excelente arroz con bogavante, pero si prefiere disfrutarlo sólo, cocido o a la plancha, este es el sitio.

Las andaricas asturianas son un punto más sabrosas en esta parte de nuestra costa y en Ogrove encontramos una concentración extraordinaria de establecimientos donde disfrutar del marisco. A Solaina tiene un marisco de calidad extraordinaria y entre ellos sus nécoras son sobresalientes.