Las 7 mejores txuletas de San Sebastián

  • Los mejores sitios en los que disfrutar de una de las piezas más señaladas de la cocina vasca. 
txuletones
txuletones

La gastronomía vasca es por riqueza de producto, amplitud de su recetario y el nivel de ejecución de sus cocineros; una de las más atractivas no sólo de nuestro país, sino del mundo. Dentro de la inmensa variedad de platos que podrían representar la cocina vasca, más allá, del formato tapas, podría ser la carne y más concretamente su pieza más señalada, la txuleta. Ese corte de carne adosada a la costilla, de buey principalmente, de varios dedos de grosor. Tan importante como la calidad de la pieza es la maestría con que se elabora en la parrilla. Se servirá atemperada, incluso en su interior, profunda de sabor y tres tonalidades de color: Rojo intenso, rosa junto a la corteza y marrón, tostada en el exterior.

Gandarías Jatexea (31 de agosto 28)

Es uno de los establecimientos más significados de la parte vieja por sus celebres pintxos. En sus cámaras se maduran excelentes piezas de carne roja de vaca vieja. Sus txuletas se sellan en la lumbre a fuego más vivo, para que los jugos permanezcan en su interior. Se sirve bien atemperada.

Bar Txuleta (Plaza de la Trinidad)

Pocas veces el rótulo de un establecimiento se identifica de un modo tan rotundo con la especialidad de la casa y en menos ocasiones aún, esta se resuelve de un modo tan brillante como en el Bar txuleta. En uno de sus dos comedores, el interior, más auténtico por el ladrillo visto y la madera, se comen buenos pescados, pero sobre todo una txuleta de campeonato.

Portuetxe (Igara 71)

Desde el barrio de Igara, Javier Bereziartua, mantiene el arraigo del mejor producto local como seña de identidad de su asador. Aquí se sirven excelentes revueltos, mariscos y pescados, pero el dominio que ejercen sobre las brasas han hecho de este asador uno de los referentes en los que disfrutar de las mejor carne de vaca.

Sidrería Akelenea (Polígono de Ergobia, Astigarraga)

Alejándonos del centro, en las afueras de Donosti, esta antigua sidrería que se abrió en el Siglo XIX, en un entorno más rural, se encuentra hoy rodeada de naves industriales. Originalmente sidrería (donde se elaboraba sidra), con el tiempo se fue transformando en un restaurante asador, y hoy es templo al que acuden en peregrinación los donostiarras. La extraordinaria medida de su txuletas permite compartirla entre varios comensales.

Patxiku-Enea (Gaintxurizketa 7, Lezo)

En este caso nos alejamos aún más, hasta las faldas del monte Jaizkibel, Patxiku ocupa un viejo y centenario caserío vasco en donde se asan algunos de los mejores besugos y chuletas de la zona. Aitor cuida al máximo, con obsesión las mejores piezas, que posteriormente afina hasta el punto de maduración perfecta para darle un punto perfecto a la hora de servirla en mesa, bien sellada y atemperada.

Trinkete Borda (Olaberría 39, Irún)

Seguimos desplazándonos hacia el este, hasta las afueras de Irún. Allí en un viejo caserío que hace las veces de trinquete es donde Iñaqui oficia al frente de la parrilla logrando que sus txuletas sean un referente en la zona. Con una carta muy corta pero en la que sólo se trabaja con la mejor materia prima, parte de la cual procede de su propia huerta; destaca la txuleta, una de las mejor presentadas y más limpias de grasa de todas.

Don Serapio (Sancho el Sabio 22)

Y en último lugar por si ustedes prefieren disfrutar de una buena txuleta en casa, les presentamos el que probablemente es uno de los establecimientos donde se vende el mejor género para la compra diaria. En un primer momento fue una carnicería de gran nivel que fue evolucionando a un pequeño mercado de gran calidad. Sus chuletas son piezas asombrosas, con un porcentaje de grasa entreverada que se funde en el fuego transmitiendo a la carne gran parte del sabor final del que se disfruta en la mesa.

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