El 'estilo' de los señores de la droga: ¿Por qué nos fascina la ropa de los narcos?

  • La leyenda de los grandes narcotraficantes les ha convertido en una especie de mito para muchas personas. 
Chapo
Chapo
EFE

Esta semana, la justicia estadounidense condenó a Joaquín Guzmán Loera, más conocido como 'El Chapo', a cadena perpetua por narcotráfico, después de toda una vida como capo de la droga y líder del famoso cartel de Sinaloa, una de las mayores organizaciones criminales de México. Así acaba definitivamente la delictiva carrera del 'Chapo' y su leyenda, formada por dinero, mujeres, fugas de cárceles de máxima seguridad y un sinfín de historias que le han convertido en una especie de mito.

Aunque cueste creerlo', para muchos 'El Chapo' es un líder. Tiene seguidores que veneran su figura porque acabó siendo una de las personas más ricas del mundo -figura en el puesto 701 de la clasificación de 'Forbes'-. Un número que ha dado lugar a un negocio una vez que le han declarado preso de por vida: esta semana, coincidiendo con la sentencia, su hija Alejandrina Guzmán ha lanzado la firma El Chapo 701, que vende camisetas, camisas chaquetas y accesorios con las iniciales del narcotraficante e incluso su propio rostro. La marca se presentó en el certamen Intermoda de la ciudad mexicana de Guadalajara y numerosos curiosos no dudaron en visitarla y, por supuesto, comprar alguno de sus artículos, ya que también vende accesorios y 'souvenirs'.

Chapo
El Chapo 701 se presentó esta semana en Guadalajara (México) / EFE

Así, los seguidores de 'El Chapo' ya tienen su propia enseña para lucir la ropa de su mito, ya que para muchos no se trata de un sanguinario narcotraficante, sino de un hombre humilde que empezó vendiendo naranjas y acabó levantando un imperio, en su caso de droga. Aunque esta marca lleva viva desde hace 13 años, qué mejor momento que este para relanzarla y aprovechar el tirón que ha tenido su sentencia de cárcel. Si bien el trasfondo de la iniciativa, según el portavoz de la familia, Gilberto de Anda, es que lo que se recaude con la venta de estos productos se destine a familias sin recursos que tienen entre sus miembros a personas con problemas de adicciones.

Algo muy similar a lo que sucede con el otro gran 'narco' de la historia, Pablo Escobar. El líder del cartel de Medellín es el 'alter ego' de 'El Chapo', pero en Colombia, donde incluso llegó a tener un escaño en la Cámara del Congreso Nacional del país. Su carrera delictiva también le convirtió en multimillonario, con una fortuna estimada en unos 30.000 millones de dólares, según 'Forbes'. Su muerte en circunstancias que nunca han quedado claras -se barajan varias hipótesis, desde el suicidio hasta que le mató un francotirador- le convirtió también en leyenda, la cual ha dado lugar a libros, series y películas.

Así, en Colombia muchas personas todavía lo idolatran. Una fama que también aprovechó su hijo en 2010 para crear la firma de ropa Escobar Henao -también con el apellido materno, Victoria Eugenia Henao-, que vende camisetas con documentos judiciales y cartas de su padre estampados, así como jeans del estilo de los que lucía el 'narco'. Todo ello, según Sebastián Marroquín -su hijo, que se llama realmente Juan Pablo Escobar pero que se cambió el nombre cuando se mudó a Argentina-, con un objetivo "pacifista".

Escobar
Camista 'Pasado Judicial' de Escobar Henao

Porque según Marroquín, su intención es que esta ropa sirva para que la sociedad reflexione y vuelva a recuperar y respetar los valores humanos. Es decir, aboga por la paz y quiere que su padre sirva como ejemplo para la juventud de lo que no se debe hacer. Además, también apuesta por el perdón y la reconciliación, todo un compendio de buenos deseos que se construyen a partir de la imagen de uno de los mayores delincuentes del mundo

La admiración por los villanos

Estos dos ejemplos tienen muchas más derivadas, pues la historia ha dado numerosos personajes que han jugado siempre con la dualidad del bien y el mal, siendo unos ídolos para algunos y unos villanos para otros. Por ejemplo, la escena rap de los años 80 y 90 deja personajes tan interesantes como 2Pac, el rapero que fue asesinado a balazos en 1996. Este hombre, que fue una auténtica estrella de la música urbana, es para muchos una leyenda, a pesar de que en vida estuvo en la cárcel por numerosos delitos, entre ellos varios asesinatos, y toda su carrera estuvo ligada a tiroteos, guerras entre bandas e incluso acusaciones de abuso sexual -aunque más tarde se demostró su inocencia-.

Pero hoy en día las camisetas con su rostro siguen siendo objetos de culto, algo que sucede con otros raperos que igualmente acumulan condenas en sus espaldas pero son ídolos de masas. R.Kelly es el último que se ha visto envuelto en este tipo de problemas, en su caso por abusos a menores. O, sin ir más lejos, está el ejemplo de 'El rey del pop', Michael Jackson. ¿Quién no tiene o ha tenido una camiseta suya?

Esto nos muestra cómo este tipo de personajes causan una fascinación tal que la gente se pone su ropa como un símbolo. Millones de personas en todo el mundo lucen prendas que hacen apología de personas cuya historia no es ni de lejos impoluta. La pregunta es, ¿por qué?

Ya hemos visto cómo estos personajes, que se mueven en la delgada línea entre el bien y el mal, atraen por su forma de llegar a las clases más desfavorecidas, para las que llegan a ser un ejemplo. Además, sus discursos son populistas y siempre intentan "defender al pueblo"

Igualmente, como señala la socióloga y consultora de la firma Everis Sandra Bravo Durán, en un mundo tan saturado, con miles de personajes y con las redes sociales lanzando cada día numerosos 'inputs' e información, muchas personas deciden 'salirse del guión' y alentar este tipo de perfiles, "aunque no sean ni éticos ni morales"

"Nos encontramos en un momento de esnobismo inverso, donde por ejemplo ahora el feísmo es tendencia, y el consumidor no lo percibe como algo negativo, sino como una novedad sorprendente y diferente que le conecta con la modernidad. Esto mismo puede ocurrir con la delincuencia y la moda", señala la experta, quien considera que se trata de una forma de responder al contexto social agitado actual, "donde lo correcto, lo perfecto, lo proporcionado y positivo formaban parte de los cánones hasta ahora establecidos y que actualmente cada día gustan menos".

Así, las marcas aprovechan este 'descontento social' para hacer caja a partir de figuras polémicas marcadas por delitos de gran calibre. Una moda que tiene el peligro de engrandecer a personas que no constituyen ningún tipo de ejemplo para la sociedad, pero que siguen generando un interés desmedido.

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