De los casi seis mil kilómetros de costa que tiene España es difícil afirmar con rotundidad dónde cual es la mejor playa de España; pero si que se puede concluir que el tipo de playa que gusta a la mayoría son aquellas de largos arenales, alejados de núcleos urbanos, que sean solitarias, casi salvajes, abiertas al mar y donde clavar la sombrilla no sea un ejercicio más propio de un juego de Tetris que de un momento de relax y descanso. Si tratamos de localizar este tipo de playas, creo que las Rías Altas y algunas playas de Cádiz y Huelva cumplen con estos requisitos. El Enebral es una de esas playas vírgenes y solitarias donde perderse.
El Enebral, en Punta Umbría, conforma un paisaje que compone a un lado el Paraje Natural de los Enebrales, un bosque típico mediterráneo en el que los pinos, las sabinas, y los enebrales dan sombra a un matorral de romero y espino negro, que llega hasta casi los mismos bordes del mar por un lado; y una lengua de arena blanca de más de dos kilómetros que se enfrenta a un mar plácido y en el que el vecino más próximo está a una distancia prudencial que te permite disfrutar de tu espacio de intimidad y relax. A un paraje de extraordinaria belleza como este, sólo necesita el añadido de un chiringuito en el que poder comer y beber a placer.
El chiringuito es un espacio tan necesario y apegado a una playa como el sol que debe calentar para atraer gente. Es un establecimiento tan español y diferente al resto de locales que puede uno encontrar en cualquier playa del resto del mundo, que deberían ser considerados ‘especies protegidas’. Un lugar que regala sombra para descansar de largos ratos de sol. Una barra en la que dar buena cuenta de un par de botellines a la hora del aperitivo y un lugar en el que disfrutar de buena cocina, de raciones, arroces y los mejores pescados de la zona. Un espacio que ha evolucionado y en el que las sesiones de música en directo es un imprescindible.
El Enebral es el único chiringuito que encontramos en la playa homónima, pero uno de tantos como se despliegan por todo el litoral onubense. El Enebral cumple con todas las características que le hacen uno de los espacios más deseados de la zona. Una estructura con aspecto de puente de mando de un barco garantiza la sombra bajo la que disfrutar de una cerveza bien fría o un cóctel. Su cocina, sencilla, pero efectiva y buena, garantiza un día de playa con todos los ingredientes necesarios.
Semi escondido entre las dunas, es un lugar mágico para iniciar el día con un desayuno frente al mar, y concluirlo con una puesta de sol, música de fondo y un mojito en la mano, que aquí los hacen muy ricos. Para matar el hambre buenos montadidos y a mediodía una carta de platos sencillos, pero muy correctos como la rodaja de atún, buenos boquerones rellenos, ensaladas frescas, pulpo a la brasa y ricas sardinas.
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