No todos son iguales

Un quesito o un yogur: ¿qué lácteo es más saludable para niños y adultos?

Ambos alimentos están presentes en la dieta de los más pequeños de la casa, ya que dan la sensación de ser nutritivos a la par que son muy económicos... pero uno es mejor alimento que el otro.

Una madre y su hija comen un yogur
Una madre y su hija comen un yogur.
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Cuando llegamos a la sección de productos lácteos del supermercado nos encontramos con tantos productos diferentes que en muchas ocasiones, elegir bien es una tarea complicada. Yogures de todo tipo de sabores y clases, quesos de varias categorías, batidos, mantequillas, etcétera. Y la mayoría tienen algo en común: aprovechan los envases para lanzar el mensaje de que son saludables, 0% materia grasa, sin azúcares añadidos, con calcio, sin sal o con un extra de proteínas. Por eso, lo más importante es fijarse en el etiquetado, algo que cada vez es más habitual entre los consumidores.

Vamos a centrarnos en los quesitos y los yogures, son dos de los productos lácteos más consumidos por los pequeños de la casa en desayunos, almuerzos y meriendas... aunque también entre los adultos. Esto se debe, principalmente, a que son económicos, tienen un buen sabor y son muy fáciles de transportar. Pero hay que revisar cuál es más nutritivo y recomendable.

¿Un quesito está hecho con queso?

Lo primero que debemos tener en cuenta es que el queso se divide en dos categorías: queso y queso fundido. Esto se puede observar fácilmente leyendo el etiquetado de cada producto, en la parte que se refiere a denominación legal de venta. Ahí debe estar definido. Y no, los quesitos no son queso, el producto con una mayor categoría comercial y nutritiva, sino queso fundido. Es algo similar a lo que ocurre con los palitos de cangrejo que no son de cangrejo o con el falso caviar.

De hecho, hay quesitos, como se conoce popularmente a los quesos en porciones, que no contienen la palabra 'queso' entre sus ingredientes. Los de más calidad, sí tienen un pequeño porcentaje. Como se explica en la revista Eroski Consumer, "la principal diferencia es que el queso fundido se obtiene mediante un proceso que consiste en triturar el queso de partida, agregar sales fundentes y calentar la mezcla mientras se agita". 

De esta forma, "se consigue romper la red de proteínas que daba estructura al queso y se forma una emulsión de grasa en agua, es decir, una mezcla". Es el proceso para que el queso fundido pueda utilizarse como quesito, como untable, en las pizzas o para acompañar la pasta, "donde se funden sin quemarse y sin que se separe la grasa del resto del producto". Todo esto se detalla en el Real Decreto 113/2006. Así, al igual que ocurre con los tranchetes, son productos ultraprocesados, de los que no se puede abusar de su consumo.

¿Qué es realmente un yogur?

Otra de las dudas que nos surge es saber de qué están hechos realmente los yogures para tener una fecha de caducidad tan larga, ser de diferentes colores o texturas y tener una gama tan amplia de sabores.  El Real Decreto 271/2014 define lo que es un yogur: "El producto de leche coagulada obtenido por fermentación láctica mediante la acción de Lactobacillus delbrueckii subsp. bulgaricus y Streptococcus thermophilus a partir de leche o de leche concentrada, desnatadas o no, o de nata, o de mezcla de dos o más de dichos productos, con o sin la adición de otros ingredientes lácteos [...], que previamente hayan sufrido un tratamiento térmico u otro tipo de tratamiento, equivalente, al menos, a la pasterización".

También se definen los seis tipos de yogures existentes: natural, natural azucarado, edulcorado, con fruta, aromatizado y pasteurizado después de la fermentación. Y la realidad es que los más saludables son los naturales sin azúcar. Los de sabores contienen aromas y colorantes (aunque en el envase sea una fruta), que no aportan nada bueno ni malo al producto cuando es en pequeñas cantidades. Los de fruta suelen tener pequeñas cantidades del producto, ya que su vida es menor y necesita de aditivos para no estropearse.

¿Cuánto aporta nutricionalmente cada uno de ellos?

En general, los quesos fundidos tienen cantidades notables de grasas saturadas y de sal. Es decir, no nos aportan demasiados beneficios. Si revisamos la información nutricional de la mayoría de los quesitos del supermercado, vemos que contienen entre 40 y 60 0kcal por cada unidad de 20g, dependiendo de la marca, y unos 0,4g de sal. En esta pequeña porción, el aporte no es muy elevado, el problema se da cuando consumimos varios en una misma comida o los consumimos a diario.

Un yogur natural sin azúcar contiene unas cantidades similares (60kcal) y siempre es mejor que nosotros añadamos el azúcar. La diferencia con los quesitos es que no es habitual que alguien se coma 2 o 3 yogures de una vez.  De hecho, el azúcar es el mayor inconveniente de los yogures de sabores: si revisamos el etiquetado y superan los 4 gramos de azúcar por unidad o las 100kcal por unidad, es mejor que lo dejemos en el lineal del supermercado y optemos por una opción más saludable.

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