Casas prefabricadas: un nuevo concepto de vivienda para el siglo XXI

SEGUIR

• 

Introduzca el texto aquí

Las transformaciones sociales tienen una repercusión casi inmediata en la arquitectura, que refleja estos cambios de paradigma en las formas conceptuales y funcionales de nuestros hábitats. Dando respuestas prácticas, cada vez más arquitectos se centran en proyectar casas prefabricadas de rápido montaje y bajo coste subrayando así dos rasgos contemporáneos: que la necesidad de tener una relación sana y respetuosa con el medio ambiente es algo más que una tendencia, aparte de que las nuevas tecnologías lo hacen posible; y que gracias al carácter conectado de nuestra sociedad ya no estamos obligados a vivir en núcleos urbanos para desarrollar un gran número de tareas y que por ello nos podemos abrir al nomadismo.

La conciencia de que la propiedad es en realidad un lastre y que en una sociedad móvil, como pretende la globalización, echar raíces es tan sencillo como levantarlas, puede parecer de difícil asimilación. Y, sin embargo, es hacia esa existencia impermanente hacia donde apunta la arquitectura prefabricada. Un signo de los tiempos que a algunos resulta utópico y a otros distópico. A estos últimos siempre les queda la opción de convertir una de estas joyas en su segunda residencia y móvil.

Un retiro espiritual alejado del mundanal ruido de la ciudad pero no mucho, ya que los arquitectos se inspiran en la habitabilidad de un descampado o en la transformación bucólica de un espacio urbano latente. Una conceptualización divertida de esta mini-casa realizada enteramente en plástico reciclado e impresa en 3D con acabado exterior en hormigón. La Urbancabin puede ser también un hogar temporal para damnificados por desastres naturales u otras contingencias de emergencia, ya que puede construirse casi instantáneamente.

La curiosidad de esta casa –que los arquitectos describen justamente como de trazo casi infantil–, es que se entrega de una pieza donde se desee colocar. Tal cual. Además, se puede diseñar y ampliar de muchas maneras gracias a su sistema modular, por lo que el resultado final se ajusta a las necesidades exactas del cliente. La estructura es de madera maciza proveniente de explotaciones reguladas, y el revestimiento es de cemento.

La apariencia fría y metálica de este vivienda modular es una de sus grandes virtudes, ya que define un interior contemporáneo de dimensiones industriales. Todos los materiales son reciclados y la construcción es ‘seca’, usando únicamente paneles de metal y madera que se acoplan de una forma sencilla. La modularidad permite que la casa cambie y se modifique con el tiempo para vivir su evolución.

Esta casa está constituida por dos estructuras rectangulares prefabricadas que son colocadas en paralelo y unidas por un techado que aísla el núcleo central con un sistema de paneles de vidrio que abren la estructura al exterior. Una cabaña perfecta para proyectarse en el entorno natural y que permite la entrada de luz natural, aunque la distribución interior produce un juego de luces y sombras que dan ritmo y carácter interno a la edificación. Tiene cocina, tres dormitorios, dos baños, salón, comedor, porche, terraza y chimenea.

El nombre de este proyecto proviene del neerlandés Wikkelen, que significa envolver, sistema que es además la sorprendente forma en que se construye esta casa: cada uno de los segmentos transversales de la estructura se forma en un molde a escala real que rota como lo haría un molino, al tiempo que se van enrollando las 24 capas del cartón, adheridas con pegamento ecológico. Después, se reviste interior y exteriormente. Las ventajas de este sistema son la sencillez con que se transporta, al ser muy ligera, y también su resistencia.

El filósofo Diógenes se apartó de una sociedad que él consideraba superficial, renunciando a todo lo superfluo y llegando a vivir, según las historias, en una tinaja. Con esta idea en mente, el arquitecto italiano Renzo Piano creó esta casa, que puede encontrarse en el campus de la compañía Vitra, para analizar y experimentar cuáles son las necesidades básicas de la habitabilidad y dar así una respuesta formal. Está realizada en madera y revestida de aluminio.

El genio francés del diseño, Jean Prouvé, fue un firme defensor y promotor de la arquitectura modular y prefabricada. Realizó 21 ejemplos, desde escuelas hasta gasolineras, algunos de los cuales se pueden adquirir a través de la galería Patrick Seguin, que además ha publicado 10 monografías sobre este campo de trabajo. La casa ‘6x9’ la concibió en 1944 como refugio temporal para damnificados de la guerra.

El estudio de arquitectura español NOEM, especializado en construcciones prefabricadas, concibió este proyecto para un cliente amante del cine y la ciencia ficción. Realizado a partir de tres módulos, uno de los cuales contiene todo el material tecnológico necesario para la gestión domótica, es sin embargo la terraza –o quizá deberíamos decir el puente de observación- la que marca la distribución general. Fue construida en cinco semanas y se montó en una.