'Fake news' a lo bestia: los indios creen que esta moneda es falsa, y se está liando

  • El banco central de la India ha mandado un SMS a toda la población asegurando que la moneda de 10 rupias es de curso legal, pero siguen sin aceptarla.
La moneda de 10 rupias que nadie quiere / Clinton Jeff
La moneda de 10 rupias que nadie quiere / Clinton Jeff

La moneda de 10 rupias empezó a acuñarse en la India en 2005. Se trata de la moneda de mayor valor de las que circulan en el país y, aunque al cambio son poco más de diez céntimos de euro, con ellas se puede comprar una comida completa en cualquier puesto callejero. El problema es que nadie las quiere.

En 2016 empezó a circular un rumor que decía que buena parte de estas monedas eran falsas. Los indios empezaron a compartir diversas noticias, muchas acompañadas de diagramas, en las que se explicaba que las monedas que no incluían en su diseño el símbolo de la rupia eran falsificaciones, y los comerciantes empezaron a rechazarlas.

El banco central de la India alertó enseguida de que las monedas supuestamente falsas eran en realidad aquellas acuñadas en 2008 y eran perfectamente legales, pero el rumor siguió extendiéndose como la pólvora hasta que fueron los propios bancos los que empezaron a negarse aceptar la moneda.

Pese a que han pasado dos años desde que se extendiera la noticia, muchos consumidores y vendedores desconfían de la moneda, lo que está causando un grave problema.

Un rumor que no deja de crecer

Los rumores de que las monedas son falsas comenzaron supuestamente en el estado occidental de Gujarat, pero se han extendido por todo el país. Además, entre 2009 y 2017 el banco ha emitido catorce tipos diferentes de monedas de 10 rupias, lo que aumenta la confusión.

“Nadie acepta las monedas”, explicaba recientemente a la BBC un conductor de rickshaw del estado sureño de Tamil Nadu. “Ni en las tiendas de comestibles, ni en los puestos de té. Nadie lo acepta”.

Las noticias falsas sobre la moneda no dejan de circular
 

La creencia está tan extendida que la moneda es rechazada, incluso, en los servicios públicos. Como apunta Justin Rowlatt, el corresponsal de la BBC en la zona, un hombre en camino a una entrevista de trabajo fue obligado a bajarse del autobús porque el conductor no aceptaba monedas de 10 rupias, la única que tenía.

“Dicen que es porque los otros pasajeros no aceptan las monedas a cambio”, explicaba el dueño de una tienda. Y esto es el principal problema: no todo el mundo se cree los rumores, pero por mucho que el banco central insista en la validez de la moneda, se está generando una especie de profecía autocumplida: la gente piensa que otras personas creerán que es falsa y se niegan a aceptarla.

“Tengo más de 100 monedas de diez rupias y ningún cliente está dispuesto a aceptarlas”, explicaba al Times of India un vendedor de té de Fardabad. “Dicen que está prohibido. Si eso es cierto, incurriré en una gran pérdida”.

Un problema de Estado

Teniendo en cuenta el valor de la moneda, y la cantidad de alternativas a esta, el problema puede parecer trivial. Sin embargo, la realidad es que desde 2010 se han acuñado 5.000 millones de monedas de 10 rupias, unos 775 millones de dólares al cambio, que parecen no servir para nada.

El pasado febrero, el banco central de la India comenzó a mandar mensajes de texto a toda la población –y esto en la India es decir mucho– advirtiendo que se debían aceptar las monedas de 10 rupias sin ningún miedo.

¿Por qué están tan preocupados? La realidad, como explica Rowlatt es que el dinero solo tiene validez en la medida en que se la otorgamos: es un acto colectivo de confianza. La ofensiva del banco central indio en defensa de la moneda de 10 rupias es un intento de garantizar que la fe del pueblo en el resto del efectivo del país no se vea menoscabada. Si eso sucediera, toda la economía colapsaría.

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