Esta directora ejecutiva cambió su trabajo por un negocio millonario

A veces un cambio de aires puede ser la clave para alcanzar el éxito. Son muchos los casos de personas que han dejado su empleo a jornada completa y se han lanzado al emprendimiento. Natalia Gómez trabajaba en unos grandes almacenes, cuando quiso buscar un nuevo empleo optó por revender su ropa de segunda mano en una página online y hoy en día gana hasta 85.000 euros al año.

Otros, por su parte, descubren un negocio de éxito partiendo de lo tradicional. Jake Kenyon convirtió su hobbie, hacer ganchillo, en su modo de vida. Se despidió como logopeda en un hospital y utilizó todos sus ahorros para dedicarse completamente a tejer. Gracias a ello genera unas ganancias de 170.000 euros.

Allie Egan era la directora ejecutiva de una importante marca de ropa, pero durante la pandemia se planteó un nuevo objetivo profesional. Embarazada de ocho meses dejó su trabajo y a pesar del riesgo, dio un salto de fe para crear su propia empresa. En el último año su firma ha recaudado más de 5 millones de dólares.

Arriesgó todos sus ahorros

La joven madre tenía una visión comercial única, quería crear una empresa que combinase su pasión por la belleza y el rigor científico. Tal y como explica en Grow, esta marca es un sueño que tenía desde que era joven. Cuando estudiaba en Harvard empezó a tener la piel muy seca y probó toda clase de productos de belleza de alta gama sin que ninguno funcionase. 

"Estaba haciendo todas las rutinas de salud y cuidado de la piel bien, pero no obtenía resultados", explica. Fue cuatro años más tarde, en 2017 cuando descubrió que se debía a un problema de tiroides. Esta vivencia le hizo querer rodearse de expertos a la hora de lanzar su marca, Veracity, consultó con dermatólogos, médicos y endocrinos para buscar soluciones a su enfermedad.

El año 2020 fue un momento clave, aunque asegura que tomó una decisión "personal y profesional bastante arriesgada". Abandonó su puesto como directora ejecutiva de Cynthia Rowley e invirtió los 25.000 euros que tenía ahorrados en crear nuevos productos que ayudasen a mujeres en su misma situación. 

A pesar de que existen muchas empresas similares en el mercado, consiguió más de 750.000 euros en la primera ronda de financiación y más de 4 millones en el año siguiente. Actualmente Egan vende test rápidos que pueden hacerse desde la comodidad de tu casa y que miden tanto las hormonas como el nivel de pH de los clientes. Después, los expertos realizan una serie de recomendaciones totalmente adaptadas y personalizadas para escoger los mejores productos para el cuidado de la piel.