La mejor lección de liderazgo que puedes encontrar la dio Steve Jobs hace 26 años

  • Corría el año 1992 cuando Steve Jobs fue invitado a dar una charla en el MIT y pronunció el mejor consejo que puede recibir cualquier jefe.
Steve Jobs en una de las presentaciones de su última época en Apple / Ben Stanfield
Steve Jobs en una de las presentaciones de su última época en Apple / Ben Stanfield

El fundador de Apple es quizás el empresario más emblemático de los últimos tiempos. Su biografía ha sido repasada en decenas de libros y documentales, y no hay libro sobre emprendimiento que no rescate alguna cita suya. Pero uno de los mejores consejos que ha dado nunca sobre el liderazgo ha pasado bastante desapercibido.

Corría el año 1992 cuando Steve Jobs fue invitado a dar una charla en el la MIT Sloan School of Management. En aquella época Jobs aún no había acometido su regreso triunfal a Apple, la compañía que había fundado y se vio obligado a abandonar en 1985 debido a los conflictos que mantuvo con su director ejecutivo, John Sculley. Jobs estaba entregado a su nueva empresa, NeXT Computer, cuyas ventas estaba siendo modestas. Era quizás el momento más bajo de toda su carrera.

La charla, que había permanecido en el olvido hasta ahora, fue publicada de forma íntegra en YouTube por el propio MIT hace unos meses, pero como apunta Justin Bariso en Inc. hace falta avanzar hasta el minuto 51 del discurso, en el turno de preguntas, para encontrar lo que resulta realmente interesante.

Un estudiante le pregunta a Jobs qué es lo más importante que ha aprendido en Apple que esté haciendo ahora en Next. El empresario se queda pensativo durante casi 20 segundos y contesta:

“Ahora tengo una visión más a largo plazo de las personas. En otras palabras, cuando veo que algo no se está haciendo bien, mi primera reacción no es ir a solucionarlo. Es decir, estamos construyendo un equipo. Y vamos a hacer cosas grandiosas la próxima década, no solo el próximo año, y entonces me pregunto qué debo hacer para ayudar a la persona que lo está haciendo mal para que aprenda y no solo se solucione el problema”.

El paso de jefe a mentor

Aunque Steve Jobs es elogiado como el más exitoso empresario de su generación, su estilo de liderazgo no siempre ha sido para dar palmas. El fundador de Apple era un hombre que callaba a gritos a sus colegas durante las reuniones, era evidentemente impaciente y desestimaba las contribuciones de otros. De hecho, esta fue una de las principales razones por las que abandonó su compañía en 1985 tras ser apartado de sus funciones como líder de la división de Macintosh.

Cuando regreso a Apple en 1997 su estilo de liderazgo había cambiado notablemente, fue entonces cuando realmente encontró el éxito, y quizás la clave está en la respuesta que dio hace 26 años al estudiante del MIT.

Cuando alguien en tu equipo tiene un problema o comete un error, puede ser difícil no resolverlo por ellos, pues suele ser la manera más eficiente y rápida de salir adelante. Pero, como señala Jobs, eso no ayudará a la persona, ni a la empresa, en el largo plazo. Es mucho mejor usar esos errores como oportunidades de enseñanza.

Al identificar que un subordinado ha hecho algo mal, es mejor explicarle a qué se debe el error, con humildad, pues es probable que también hayas pasado por la misma situación. Compartir estas lecciones permite al equipo beneficiarse de tu experiencia y te convierte en un jefe más accesible y, además, en un mentor, lo que fortalece la confianza del grupo en tu liderazgo.

Los errores son inevitables y lo mejor que podemos hacer es aprender de ellos, siendo comprensivos con la gente que los comete. A Jobs no le fue mal desde que aprendió a ser menos prepotente y es quizás la lección más importante que explica su éxito.

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