El motor de la economía española se ha parado como consecuencia de la crisis sanitaria derivada por el coronavirus. El Gobierno de España declaraba el estado de alarma el pasado 14 de marzo e impuso una cuarentena a nivel nacional. Dos semanas después, se ampliaba de nuevo dicho plazo y cada vez se han ido añadiendo más restricciones y distintas medidas para frenar la crisis sanitaria y que la economía carbure lo antes posible. No obstante, el tejido empresarial de España se encuentra prácticamente parado salvo en servicios esenciales, con el consiguiente impacto en el crecimiento económico.
El impacto de la crisis sanitaria es difícil de cuantificar por diversos motivos pero, principalmente, por fijar el momento en que esté controlado el contagio. De hecho, el Banco de España en su último informe trimestral auguraba un golpe "drástico" y "dramático" del Covid-19 a la economía española, pero evitaba hacer previsiones por la elevada incertidumbre. Preocupa cuando comenzará a salir del 'punto muerto' la economía pero, sobre todo, cuando las cifras de contagiados y fallecidos tocarán techo y comenzarán a reducirse. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, y Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, han manifestado en varias ocasiones que "estamos cerca de alcanzar el pico" y que "la curva se está aplanando". La realidad es que la situación todavía no está controlada y, sin ir más lejos, este miércoles se superaban los 100.000 casos y se registraban 864 muertos en un solo día.
La posibilidad de que la cuarentena se pueda prorrogar estaría encima de la mesa y, de llevarse a cabo, el impacto para la economía sería aún mayor. Los expertos de Banco Santander han contemplado tres escenarios en función de cuándo se alcanza el pico de la curva pese a que "los modelos económicos que solemos utilizar para hacer estimaciones del crecimiento simplemente no funcionan. Tenemos que elaborar modelos nuevos, que nunca se han testado y que, de hecho, no pueden testarse, porque estamos ante un escenario totalmente inédito y sin precedentes", según destacan en su 'Semanal de Macroeconomía'.
Desde la entidad señalan que están más bien ante un análisis de posibles escenarios y resultados económicos que ante una "estimación propiamente dicha" pero contemplan tres escenarios. El primero contemplaría que se alcanzara el pico de contagios por el Covid-19 a comienzos de este mes y la caída del PIB sería de un 3,1% para este año. El segundo, el más probable vista la evolución de la crisis sanitaria, es que se alcanzara ya avanzado el mes de abril y provocaría una caída de la economía del 5,3% en 2020 mientras que el menos deseado, y que obligaría a posponer el estado de cuarentena durante otro mes más, podría provocar una caída del PIB del 8%.
Estos porcentajes de caída del PIB, a juicio de los analistas del banco presidido por Ana Botín, podrían sufrir cambios no solo dependiendo del comportamiento de las curvas de contagio sino también de las políticas de restricción que lleve a cabo el Gobierno, puesto que "los escenarios económicos podrían diferir mucho entre sí". No obstante, asistiríamos a una recuperación en 'U' ya que para 2021 la recuperación del PIB iría desde el 8% en el primer escenario al 10,4% en el tercero.
Las medidas llevadas a cabo por Pedro Sánchez serían vistas con buenos ojos por la unidad de banca de inversión de Banco Santander y "deberían servir claramente para hacer frente al impacto negativo en la economía del segundo trimestre y hacerla crecer en los trimestres siguientes. El Gobierno ha dejado claro su compromiso de introducir nuevas medidas fiscales si se prolonga la situación del virus, impulsando más las tasas de crecimiento del PIB en 2021". Por sectores, el de servicios sería el que sufriría el mayor ajuste, seguido por industria y construcción.
BBVA es más optimista
Los expertos de Banco Santander han dibujado un escenario mucho más sombrío que otras entidades debido a que baraja la posibilidad de que el estado de cuarentena se prolongara nuevamente durante, al menos, un mes. BBVA, con dos escenarios contemplados, prevé una caída del PIB de entre el 0,6% y el 4,5% en 2020. En el primero, los analistas de la entidad vasca dan como creíble la fecha del 11 de abril para el final de la cuarentena social. Su supuesto de partida "también optimista", según destacan en su informe, es que los efectos van desapareciendo de forma gradual y lineal a lo largo del segundo trimestre. Es decir, el tercer trimestre empezaría sin ninguna perturbación negativa.
No obstante, el estudio también baraja la posibilidad de cambios en los supuestos. ¿Ejemplo? La prolongación hasta finales del tercer trimestre de un shock de confianza que afecta a las preferencias por el gasto en consumo privado y en vivienda. Este caso podría venir acompañado de noticias negativas sobre la detención de los contagios o expectativas sobre un aumento en la probabilidad de una segunda oleada de contagios después del verano "y la caída simulada en el PIB durante 2020 sería del 7,1% frente al 4,1% de nuestro escenario de referencia. Una prórroga de una semana del estado de alarma reduciría el PIB anual en 0,5 puntos adicionales respecto a nuestro escenario base".
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