El BCE pasa de puntillas por la inflación: no toca un ápice el guión de diciembre

Todo sigue igual. El Banco Central Europeo (BCE) ha pasado de largo de la toma de decisiones en el primera reunión monetaria de 2022 con un mensaje de confirmación de su hoja de ruta adoptada en diciembre. El banco central mantiene el tipo de interés principal, la facilidad marginal de crédito y de depósito en el 0,00 %, 0,25 % y −0,50 %, respectivamente. Sin sorpresas en el frente del precio del dinero, la institución tampoco ha aportado ninguna novedad sobre sus programas de estímulos comprando deuda.

"El BCE simplemente presionó las teclas de copiar y pegar y mantuvo todo sin cambios. Como era de esperar, todos los instrumentos de política monetaria se mantuvieron sin cambios e incluso la redacción fue una copia textual de las decisiones de diciembre. Nadie podría haber esperado seriamente que el BCE actuara hoy, ya que simplemente no hay nada que el BCE pueda hacer para reducir la inflación de inmediato", señala sobre el comunicado Carsten Brzeski, economista de ING.

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Conforme a lo previsto, el BCE señala que "en el primer trimestre de 2022, el Consejo de Gobierno está realizando compras netas de activos en el marco del PEPP a un ritmo inferior al del trimestre anterior", al tiempo que recuerda que pondrá fin a las compras netas de activos en el marco del PEPP a finales de marzo. También confirma que prevé reinvertir los rendimientos de su cartera hasta que "vayan venciendo al menos hasta el final de 2024".

En cuanto al programa APP, previo a la pandemia, la autoridad señala que las compras netas mensuales en el marco del APP tendrán un importe de 40.000 millones de euros en el segundo trimestre de 2022 y de 30.000 millones de euros en el tercer trimestre. A partir de octubre, el ritmo se reducirá a 20.000 millones de euros "durante el tiempo que sea necesario" para reforzar el impacto acomodaticio de sus tipos de interés oficiales. 

Sin noticias de la inflación

El BCE recuerda el actual escenario económico "podría implicar un período transitorio en el que la inflación sea moderadamente superior al objetivo" del 2%, si bien no prevé ajustar su política en este momento por esta cuestión. La inflación en la zona euro alcanzó en diciembre el 5% y el 5,1% en enero, la tasa más alta de la historia, pero en algunos países como España se situó en los dos últimos meses en el 6,5% y 6%, respectivamente.

"Para apoyar su objetivo simétrico de inflación del 2% y en línea con su estrategia de política monetaria, el Consejo de Gobierno espera que los tipos de interés oficiales del BCE continúen en sus niveles actuales, o en niveles inferiores", asegura,  hasta que observe que la inflación se sitúa en el 2% "de forma duradera" y la tasa subyacente -que excluye energía y alimentos- sea compatible con una estabilización de la inflación en el 2% a medio plazo.