Efectos del coronavirus

Carney (BoE) reconoce ya el golpe por el virus con las bolsas atentas a BCE y Fed

El gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, ofrece una rueda de prensa en las oficinas del Banco de Inglaterra en Londres, Reino Unido, hoy, 2 de agosto de 2018. El Banco subió hoy los tipos de interés del 0,5 % al 0,75 %, el nivel más alto desde
El gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, ofrece una rueda de prensa en las oficinas del Banco de Inglaterra en Londres, Reino Unido, hoy, 2 de agosto de 2018. El Banco subió hoy los tipos de interés del 0,5 % al 0,75 %, el nivel más alto desde
EFE

El Banco de Inglaterra (BoE) ha detectado ya los primeros síntomas de desaceleración en la economía de Reino Unido -y en concreto en la actividad de sus empresas- a causa del coronavirus. Su gobernador, Mark Carney ha reconocido que "las cosas se están poniendo difíciles" y que también será complicado precisar "la magnitud" y la "duración" del daño económico por la neumonía con origen en Wuhan. En su última reunión, que se produjo justo antes de que se hiciera efectivo el Brexit, el organismo se pronunció en contra de reducir los tipos de interés por mayoría de 7 a 2, confiando en que pudiera producirse un repunte económico tras un periodo de incertidumbre.

Sin embargo, el brote de Covid-19 ha dado al traste con estas perspectivas y el propio Mark Carney, cuyo mandato expira el próximo 15 de marzo, ha reconocido que la situación empeora en declaraciones a la cadena Sky News. Las palabras del aún gobernador se producen en un momento en que algunos de los principales bancos centrales del mundo ya están moviendo ficha y cuando, ante el 'crash' en bolsa de las últimas jornadas (estamos a punto de cerrar la peor semana en los mercados desde 2008) los inversores de todo el mundo miran ahora al Banco Central Europeo y a la Reserva Federal. 

La reunión de la Reserva Federal se celebrará los próximos 17 y 18 de marzo y cada vez hay más analistas y gestores que prevén algún tipo de movimiento por parte del banco central estadounidense y que no descartan ni siquiera una rebaja de los tipos de interés desde la horquilla de entre el 1,5% y el 1,75% en la que se sitúan actualmente en el país.

Más aún después de que el presidente Donald Trump nombrara a su 'número dos', Mike Pence, para liderar los esfuerzos de salud pública de contención del virus y de que los nuevos casos de contagio de la enfermedad estén aumentando más rápidamente fuera que dentro de China. Uno de los gobernadores más conocidos de la Fed, James Bullard, dijo este viernes el banco central puede rebajar tipos en caso de que la actual epidemia se convierta en una pandemia.

Las opciones de la Fed son, en principio, más claras que las que tendría el Banco Central Europeo en su reunión del próximo día 12. Más aún cuando el actual presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, ha asegurado esta mañana que la entidad no puede abandonar el camino de ir rebajando la política monetaria ultra laxa pese a lo que está pasando.

En su intervención pública, Weidmann ha asegurado además que es pronto para evaluar el virus y, pese a que estima que el crecimiento alemán será más bajo de lo esperado, no lo será excesivamente. En la misma línea, el gobernador del Banco Central de Lituania, Vitas Vasiliauskas, no ve motivos aún para que el BCE tenga que responder con medidas en su próximo encuentro. 

Hasta ahora el más proactivo ha sido el Banco Central de China, en tanto que el gigante asiático es no solo origen de la neumonía, sino también el más afectado por su impacto (con más de 78.800 de los más de 83.390 existentes a nivel global). Entre las medidas excepcionales que ha adoptado se encuentra una próxima rebaja de los intereses en los préstamos a microempresas y pymes. La entidad también se ha comprometido a mantener estable su moneda, el yuan, y a poner en práctica una política monetaria "prudente".

A todo esto hay que sumar que hace unos días el organismo ya rebajó los tipos de interés a medio plazo en 0,10 puntos básicos hasta el 3,15% y ha anunció además una inyección de 200.000 millones de yuanes (26.315 millones de euros) en el sistema financiero con vencimiento a un año para que la banca pueda respaldar vía crédito a las empresas que se han visto obligadas a parar la actividad.

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