Pausa de tipos en 2023

El ciclo de la Fed abre la puerta a invertir en la deuda de los mercados emergentes

El punto de inflexión en los mercados ante la posibilidad de una pausa en los tipos, el descenso de la inflación y la desaceleración económica en Occidente abren la puerta a los países de mayor crecimiento y riesgo.

Sede Reserva Federal
Sede Reserva Federal
Fed/ Archivo

La mayoría de los inversores institucionales y minoristas tienden a poner el foco principal de las carteras en mercados desarrollados como Estados Unidos o la Unión Europea. No obstante, la mayor subida en los tipos de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) en décadas también puede repercutir en términos positivos en otras regiones como los mercados emergentes. Incluso, en el espacio de la deuda.

A este respecto cabe destacar que los tres principales factores que condicionaban la evolución de la deuda de los mercados emergentes a principios de año eran la situación financiera en Estados Unidos, el dólar y el crecimiento mundial. “Parece probable que los tres factores se hayan visto alterados por la actual conmoción del sector bancario”, comenta en un informe Kirstie Spence, gestora de Capital Group.

En opinión de la experta sería poco probable que la Reserva Federal atenúe su tono agresivo y que incluso empiece a recortar los tipos de interés antes de finales de año. Mientras, sería más posible que se produzca una recesión en Estados Unidos y la preocupación por el riesgo sistémico habría aumentado las posibilidades de que se prolongue el ciclo alcista del dólar, dada su condición de divisa “refugio”.

“Aunque en teoría una Reserva Federal menos agresiva es un factor positivo para los mercados emergentes, es probable que una recesión en el país norteamericano un dólar fuerte y una mayor aversión al riesgo creen un entorno menos positivo para la deuda de los mercados emergentes”, asegura Spence.

La subida generalizada de las primas de riesgo y la fortaleza de la divisa estadounidense podrían suponer un incremento importante en el coste de la financiación para los emisores de deuda en dólares de los mercados emergentes, y algunos de estos países ya son vulnerables debido a la fuerte acumulación de deuda que han experimentado en la última década como consecuencia de los bajos tipos.

¿Y esto cómo se traduciría en el esquema de la inversión? “Para algunos de los principales países emergentes más desarrollados, muchos de los cuales dependen ahora menos del endeudamiento exterior que en anteriores periodos de volatilidad, puede ser diferente”, explica la experta de Capital Group. “Muchos de estos países tienen unos balances exteriores y un acceso al capital lo suficientemente robustos como para soportar la volatilidad. También han acumulado grandes reservas de divisas, por lo que incluso con cualquier presión sobre las reservas, éstas se mantienen en niveles cómodos”, agrega.

La gestora estadounidense expone que los diferenciales positivos de tipos reales con Estados Unidos proporcionan un elemento añadido de protección. “Por ello, es menos probable que se produzca un contagio generalizado dentro de esta clase de activos”, concreta Spence en relación con este factor.

Deuda en dólares o en moneda local

Respecto al posicionamiento con deuda en dólares, Spence ve valor en una selección individual de títulos en los que pensamos que los riesgos están sobrevalorados, o creemos que pueden ser bastante estables y resistentes para gestionar nuestro riesgo en una cartera global diversificada. “Aunque la deuda en divisa local de los mercados emergentes puede estar correlacionada con el sentimiento de riesgo en los mercados, los considerables diferenciales de rendimiento real, ayudados por la proactividad de los bancos centrales de muchos países emergentes, deberían amortiguar cualquier volatilidad”, dice.

Tomando como referencia los últimos diez años, los tipos de cambio de los mercados emergentes han sido un lastre para la rentabilidad de los activos en moneda local. A pesar de que esta situación ha sido difícil para los inversores de esta clase de activos, la depreciación real de los tipos de cambio habría ayudado a las economías de los mercados emergentes a responder a los retos económicos a los que se han enfrentado sin necesidad de sufrir ciclos bruscos con grandes devaluaciones, como hemos visto a menudo en el pasado, según el análisis de Spence.

“El resultado ha sido que la mayoría de las divisas de los mercados emergentes parecen muy infravaloradas según nuestros propios modelos de valoración y otros modelos de tipos de cambio reales”, cuenta. Desde su punto de vista, aunque es probable que el dólar se mantenga fuerte durante más tiempo debido a la volatilidad actual, no es probable que veamos fuertes depreciaciones de las divisas de los mercados emergentes como ocurrió en la época de los tipos de cambio vinculados y a menudo sobrevalorados.

Mientras tanto, las perspectivas de la deuda en moneda local lucirían positivas, tal y como se observa en el informe de Capital Group. “A pesar de algunas sorpresas al alza en enero, parece que la inflación de los mercados emergentes disminuirá en el primer semestre de 2023”, relata. “Esto será posible gracias a la fuerte caída de los precios mundiales de los alimentos y la energía, los efectos de base favorables, la reducción de los cuellos de botella en la cadena de suministro mundial, la menor demanda de bienes y el repunte de las divisas de los mercados emergentes”, aborda.

Para Spence, teniendo en cuenta la exposición anterior, el mayor valor se encontraría en los países latinoamericanos, como Brasil y Colombia, que han subido los tipos de interés antes de tiempo, lo que ha contribuido a mantener la inflación bajo control y a sostener los tipos de cambio. “Los países latinoamericanos también se han beneficiado en gran medida de la subida de las materias primas y han estado menos expuestos al conflicto de Ucrania”, analiza.

“De este modo, los inversores pueden diversificarse al margen de los grandes factores macroeconómicos geopolíticos que sin duda están afectando a Europa Central. Mientras tanto, la reapertura económica de China debería impulsar ampliamente el crecimiento económico asiático, por lo que podríamos empezar a ver más oportunidades en esa región”, finaliza.

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