La demanda se ha desplomado

'Apocalypse Now' del crudo: la tensión de precios estalla antes del recorte de mayo

'Apocalypse Now' del crudo: la tensión de precios estalla antes del recorte de mayo
'Apocalypse Now' del crudo: la tensión de precios estalla antes del recorte de mayo
Nerea de Bilbao

La convulsión en el mercado del petróleo no es cosa de hace dos días. De hecho, el crudo traspasó una delgada línea roja el fin de semana del 8 de marzo, cuando Arabia Saudí y Rusia iniciaron su guerra de precios, producción y a la caza de una mayor cuota de mercado y los barriles de referencia en Europa y Estados Unidos se depreciaron hasta un 30%. Fue su mayor caída desde la Guerra del Golfo de 1991. Para entonces, el enemigo ya estaba a las puertas: el coronavirus había paralizado a la segunda economía mundial y principal condumidor de oro negro, China, y su ataque empezaba a dejar sin defensas a Europa. El precio del barril de WTI se hunde un 70,38% en lo que llevamos de año. El del Brent se precipita un 58,97%.

Ese combate ha traído el mayor 'shock' en la demanda en el menor periodo de tiempo de cuantos se recuerdan, con un hundimiento de al menos el 30%. "La guerra estaba perdida antes de empezar"... pero el verdadero 'Apocalypse Now' en el mercado del crudo ha llegado cuando a todo lo anterior se han sumado una mayor contracción de la economía china de la que se había previsto (del 8,6% en el primer trimestre), un acuerdo sin precedentes pero insuficiente entre la OPEP + y sus socios y, sobre todo, una capacidad de almacenamiento a nivel mundial que está a punto de verse desbordada.

El tema de los inventarios es una de las claves de que el barril de crudo estadounidense West Texas se haya llegado a hundir más del 10% el viernes para perforar el nivel de los 18 dólares (tocó un suelo en los 17,46 dólares), un nivel inédito desde junio de 1999. Mientras tanto, el Brent ni se ha inmutado y despedía la sesión europea con un alza del 1,87% en 28,34 dólares. ¿Por qué esta diferencia? Básicamente porque la producción de crudo estadounidense sigue siendo la mayor del mundo (15,3 millones de barriles al día) y el país va a tener muy difícil poder colocar todo el oro negro que produce porque apenas hay demanda, ni en el mercado interior ni para exportar. Los expertos de Citi temen que si llega un punto en que los tanques, los petroleros de todo el mundo... no pueden almacenar más, el precio del crudo norteamericano podría deprimirse hasta los 10 dólares por barril -a mínimos de los años 90-.

Si sumamos los costes que conlleva el propio almacenamiento y el hecho de que para los productores de EEUU un precio del petróleo a estos niveles no permite cubrir los costes de producción -el fracking o fractura hidráulica es más caro que las técnicas tradicionales de bombeo que se emplean, por ejemplo, en la zona del Golfo Pérsico- encontramos el motivo de que el barril estadounidense se mueva en tierra hostil... y su conmoción sea mayor que la del europeo.

La desescalada de la economía estadounidense, clave

La parte positiva es que los planes para la reapertura progresiva de la economía estadounidense, anunciados por el presidente Donald Trump el jueves, supondrán un alivio y ayudarán a que el consumo de crudo se aproxime algo más a la oferta. La desescalada puede coincidir en el tiempo con el inicio del recorte de producción en 9,7 millones de barriles diarios pactados por Washington, el cártel de productores y exportadores y sus socios, que comenzará a aplicarse el próximo 1 de mayo.

El plan está diseñado para que la reducción de bombeo se haga de forma escalonada, con un recorte de 9,7 mbd durante los meses de mayo y junio, de 8 mbd entre julio y diciembre, y de 6 mbd entre enero de 2021 y abril del año que viene."El acuerdo de suministro de la petro-nación [la OPEP] llega tarde y los precios del petróleo deben seguir deprimidos para forzar el cierre entre los productores ajenos al cártel", apunta Norbert Rücker, responsable de Economías e Investigación de Próxima Generación del banco suizo Julius Baer.

La OPEP ha advertido de un hundimiento "histórico" de la demanda mundial de petróleo este año. La parálisis económica tendrá un impacto "brutal, extremo y de magnitud mundial" en el mercado petrolero, de forma que el consumo mundial caerá en 6,85 mbd hasta los 92,82 millones de barriles diarios. La Agencia Internacional de Energía (AIE) había ido más allá al calcular que el desplome situaría la demanda en una media de 90,6 mbd a lo largo del ejercicio. En cualquier caso se trata del primer descenso del consumo mundial en un año desde 2009 y de un desenlace muy abrupto, teniendo en cuenta que el consumo diario a nivel global marcó un récord de 98,82 millones de barriles en 2018.

Este escenario hace que el potencial de subida del oro negro siga siendo limitado, tal y como advierte, entre otros, Esty Dwek, responsable global de Estrategias de mercado en Natixis IM Solutions. Otros analistas no descartan, dado que le va mucho en ello, que Estados Unidos acabe presionando al resto de productores a profundizar en los recortes de bombeo. Ninguno quiere perder cuota de mercado, ni ingresos (sobre todo aquellos cuya economía depende más del oro negro), pero lo cierto es que los expertos coinciden en que una decisión de ese tipo impulsaría la cotización de la materia prima al alza y haría a la OPEP, a sus socios y a Washintong merecedores de todo esto.

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