Draghi se irá del BCE sin subir tipos: "Se ha debatido bajarlos y reactivar el QE"

Draghi pone el dedo en la llaga de los bancos
Draghi pone el dedo en la llaga de los bancos
EFE

Empeora el panorama económico y los tipos no pueden subir. La última reunión del Banco Central Europeo (BCE) ha servido para constatar la desaceleración económica en ciernes y los grandes riesgos que sobrevuelan el euro en forma de tensiones comerciales impulsadas desde EEUU por Trump y que están afectando a China, Europa, Japón, México… El presidente del BCE, Mario Draghi, ha señalado al “proteccionismo” como amenaza y, aunque ha decepcionado en las expectativas sobre un movimiento expansivo, ha postergado la próximas subidas de tipos desde finales de 2019 al primer semestre de 2020.

Draghi, que abandonará su puesto en octubre, se irá sin subir los tipos de interés y sin dar bola a su segundo, Luis de Guindos, que ocupa el cargo de vicepresidente desde hace algo más de un año. Como viene siendo habitual, el exministro español apenas participó en la rueda de prensa o en la ronda de preguntas con la prensa y analistas, como viene siendo habitual en las comparecencias del BCE para explicar su política. Draghi insistió en que pueden bajar tipos: "El espacio de políticas está ahí y si se materializan contingencias (negativas) estamos listos para actuar".

“Las condiciones de financiación se han vuelto ligeramente más duras debido a la caída de los precios de las acciones y la apreciación del euro desde la última reunión de política monetaria (...) Varios miembros del Consejo de Gobierno plantearon la posibilidad de recortes de tipos, otros apuntaron la posibilidad de reiniciar la aplicación del programa de recompra de deuda (QE) o la extensión de la ‘orientación a futuro’ (forward guidance). La discusión sobre un posible recorte adicional de la tasa de interés de la facilidad de depósito (tipo penalizador al dinero de los bancos que permanece en liquidez) ”, explicó Draghi.

De este modo, las nuevas previsiones del BCE contemplan un ritmo de crecimiento del PIB de la zona euro del 1,4% el próximo año, dos décimas por debajo de su previsión de marzo, mientras que para 2021 la entidad anticipa también una expansión del 1,4%, frente al anterior 1,5%. “En términos de expectativas de inflación, por supuesto que estamos preocupados, pero no vemos signos de desanclaje o deflación”, señaló Draghi. En cuanto a la evolución de los precios, el BCE ha revisado una décima al alza su pronóstico de inflación para 2019, hasta el 1,3%, aunque ha recortado en una décima su proyección para 2020, hasta el 1,4%, y en dos décimas la de 2021, cuando espera una subida del 1,6%.

El TLTRO, tercera parte

En opinión de Draghi, el TLTRO (subastas de liquidez a la banca) es una” barrera” de contención para los bancos, que les permitirá afrontar las presiones y desafíos que tienen por delante, por ejemplo, por la devolución del TLTRO anterior y por la emisión de bonos para reforzar capital por motivos regulatorios. “El objetivo de TLTRO es aumentar los préstamos a la economía”, indicó el presidente del BCE, al tiempo que reveló que en el seno del consejo habían discutido recortar todavía más el interés de la facilidad de depósito. Se trata del tipo penalizador al -0,4% que desincentiva a los bancos para que guarden su liquidez en el BCE porque el banco central les cobrará por ello.

La reacción negativa de los bancos en bolsa tiene que ver con la amenaza de incrementar el tipo penalizador a las entidades por su liquidez ociosa. No obstante, Draghi no dejó claro si se refería a bajar esa tasa negativa (-0,4%) o eliminarla, como reclamaban desde el sector. Ese tipo está provocando que las entidades vean dañada su rentabilidad y tengan que recurrir a activos refugio, como bonos soberanos, que están ofreciendo rentabilidades negativas debido a los excesos inversores en estos activos.

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