El americano que más preocupa a China no es Trump... es un gusano 'soldado'

Campos cultivados en China
Campos cultivados en China
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El americano al que más teme China no es el presidente estadounidense, Donald Trump. El gigante asiático se ha topado con otro enemigo letal que ha entrado en su territorio y la casualidad ha querido que lo haya hecho en plena batalla arancelaria con Washington. De él dicen que es capaz de devastar cientos de hectáreas de cultivo en una sola noche con el arma más poderosa que existe... un hambre voraz. Es el gusano soldado, Spodoptera frugiperda, un invertebrado de apenas unos centímetros que trae de cabeza a las autoridades de Pekín. 

El problema es que la llegada de este gusano al país -su población se distribuye habitualmente desde el Sur de EEUU hasta Argentina- coincide con los primeros síntomas de desaceleración de la economía china, con datos más débiles del sector industrial en mayo, y con una epidemia de peste porcina africana que ha reducido en más del 30% la cabaña de cerdos en el país en lo que va de ejercicio y que ha provocado un auténtico rally de esta materia prima en el mercado de futuros.

De hecho, Rabobank calcula que 200 millones de cochinos serán sacrificados en el país asiático o morirán a causa de la enfermedad este año. La escasez de carne de cerdo ya disparó los precios de los alimentos el mes pasado (+7,7% interanual) y ahora el ataque del gusano soldado amenaza con elevarlos aún más. La inflación de hecho, registró su dato más elevado en treces meses, el 2,7%, según los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas.

La plaga de gusanos soldado se encamina ahora a la llanura norte de China, un área productora de cereales, que teme por el daño que pudiera causar al cultivo de maíz, entre otros. Y, de nuevo, el temor a que la producción pueda verse afectada y presione al alza los precios coincide con el hecho de que los cereales están entre los productos a los que el Gobierno de Xi Jinping elevó los aranceles como respuesta a la subida decretada previamente por Donald Trump a las importaciones chinas hace solo unos meses, cuando los dos países rompieron su tregua comercial. 

A todo lo anterior se suma que el 'animalito' en cuestión no le hace ascos a casi nada. Puede alimentarse y provocar daños en los cultivos de maíz, arroz, trigo, cebada, caña de azúcar, sorgo, algodón e incluso soja. Su hembra es capaz de poner más de un millar de huevos en apenas diez días y pese a que en tierra es lento, sus polillas pueden recorrer hasta 500 kilómetros en una sola noche.

Su avance ha sido letal en África -que también ha registrado una plaga de gusanos soldado- donde las pérdidas anuales superarían los 3.000 millones de dólares, de acuerdo con las cifras dadas a conocer por algunos de los países afectados, como Nigeria o Ghana. El problema es que aún no se conocen soluciones a gran escala con las que combatirlo y que en China no tiene depredadores naturales que puedan hacerle frente.

Bloomberg aseguraba hace unos días que científicos del Instituto de Protección de Plantas de la Academia China de Ciencias Agrícolas están trabajando para lanzar una plaga de chinques que acabe con el gusano soldado. Una plaga para combatir otra plaga, es la conocida como técnica del "control biológico". El Ministerio de Agricultura chino calcula que habría ya 18 provincias afectadas por una invasión que comenzó a ser detectada a comienzos de año. 

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