Encarecimiento de los precios

El coste de la energía mina los intereses de las constructoras en los mercados

Las actividades de construcción de los mayores contratistas europeos han visto reducidos los márgenes de beneficio medios a sólo un 4% en los últimos años.

Las grandes constructoras se reunían para tomar café y repartirse los contratos según la CNMC
El encarecimiento de la energía mina los intereses de las constructoras en los mercados
Bruno Pérez | EFE

Algunos sectores están siendo más penalizados por las presiones derivadas de la inflación. Es el caso del constructor. La subida vertiginosa de los precios de los materiales de construcción, la escasez de materias primas, la interrupción de la cadena de suministro y el aumento de los costes de la energía han reducido los márgenes de beneficio medios de las actividades de construcción de los mayores contratistas europeos a sólo un 4% en los últimos años.

Las grandes constructoras, como Vinci, Ferrovial y ACS –estas dos últimas en España– se benefician de perfiles de negocio diversificados, que incluyen obras de ingeniería civil, construcción industrial y concesiones, y tienen posiciones sólidas de negociación.

“A medida que los márgenes de beneficio en su área principal -la construcción- se reducen, estas empresas han centrado sus estrategias en la expansión del segmento de concesiones, para beneficiarse de los ingresos recurrentes y los mayores márgenes a través de la gestión de infraestructuras”, apunta Rigel Patricia Scheller, directora del equipo de calificaciones corporativas de Scope Ratings. Por ejemplo, en el caso de las concesiones de autopistas, los márgenes medios de EBITDA se sitúan entre el 50% y el 80%.

Además, las constructoras más grandes suelen estar más diversificadas en cuanto a segmentos y zonas geográficas. Su mayor tamaño también puede crear posiciones de negociación más fuertes y un mejor acceso a las materias primas, ya que las empresas más grandes pueden comprar suministros al por mayor.

“Por otro lado, las empresas más grandes suelen estar vinculadas a proyectos de mayor duración, lo que aumenta el riesgo si trabajan con contratos de precio fijo, con posibles consecuencias negativas para su rentabilidad”, comenta Scheller. A juicio de la experta, las empresas más pequeñas y concentradas geográficamente podrían tener más dificultades para gestionar el aumento de los precios de los materiales de construcción, no sólo desde el punto de vista de los costes, sino debido a los problemas de abastecimiento de materiales esenciales.

“Esto podría poner en peligro su capacidad para completar los proyectos... Además, se traducirá en flujos de caja y rentabilidad menos predecibles y más volátiles, lo que pesará sobre su perfil de riesgo empresarial y financiero y, en última instancia, afectará a su calidad crediticia”, asegura. Un reciente informe de Jefferies se mantenía en esa misma línea: “las presiones inflacionarias sobre algunos materiales de construcción ponen en mucha tensión a muchas compañías del sector constructor y, especialmente, a aquellas que están más apalancadas en la actualidad, por la subida de tipos de interés”.

La guerra y los materiales de construcción

Rusia es un importante productor de una serie de metales clave como el cobre, el aluminio, el paladio, el platino y el níquel, que se utilizan en la fabricación de acero inoxidable. Su invasión a Ucrania agravará la escasez de materiales de construcción. Además, la producción de muchos de estos materiales, como el acero, el asfalto y el cemento, es intensiva en energía y se verá afectada si los precios de la energía se mantienen altos. “Otro riesgo para el sector de la construcción es la escasez de mano de obra”, comenta Scheller.

El aumento de los precios de la energía afectará a la producción de cemento en particular, ya que más del 50% del coste del cemento está directa o indirectamente vinculado a los precios del crudo.

Según la Oficina Federal de Estadística de Alemania (Destatis), el precio de las barras de acero reforzadas creció un 53,2% interanual de media en 2021; el precio del alquitrán (utilizado en la construcción de carreteras, edificios y cimientos), un 36,1%. Los precios de producción de las placas aislantes de plástico, como el poliestireno, subieron un 20,7%; también aumentó el precio de los productos químicos.

De igual modo, el repunte de los precios de la energía repercutirá en las empresas de construcción que cumplen contratos a precio fijo. Los clientes -entre ellos las instituciones públicas- también están preocupados por la fuerte subida del precio de los materiales, que ha provocado retrasos en la finalización de las obras públicas, paros o incluso, en ocasiones, cancelaciones de contratos.

El encarecimiento de los materiales también ha causado una creciente ola de licitaciones desiertas. “La falta de capacidad para revisar los precios de los contratos desencadena licitaciones sin ofertas, poniendo en riesgo la ejecución de proyectos vinculados a fondos europeos”, asegura la experta de Scope Ratings. En los últimos meses, la escalada de costes ha provocado que cientos de licitaciones de obra pública queden desiertas (Por ejemplo, más de 500 proyectos por valor de 230 millones de euros han quedado desiertos por el aumento de los precios en España, tal y como se observa en un reciente informe de la Confederación Nacional de la Construcción de España (CNC).

“Una posible desaceleración económica también podría frenar la recuperación del sector de la construcción, que es muy vulnerable a posibles cambios en la política fiscal, aunque, a medio plazo, la guerra en Ucrania puede llevar a un uso más intensivo de los fondos de la UE, especialmente para asegurar el suministro de energía”, relata Scheller. Es por eso por lo que algunos expertos dicen que las empresas constructoras podrían beneficiarse de esos recursos, en particular las que se centran en proyectos de construcción relacionados con el cero neto, que podrían estar mejor situadas para hacerse con futuras licitaciones.

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