Tras las fuertes subidas 

¿Fin a la fiesta del value? Los analistas ya debaten sobre el adiós o no del rally

Las acciones estadounidenses de valor pueden estar tomando un segundo aire, mientras se mantienen las dudas sobre cuándo decidirá la Reserva Federal comenzar con el 'tapering'.

Un operador de bolsa consulta las cotizaciones en su móvil.
Un operador de bolsa consulta las cotizaciones en su móvil.
DPA vía Europa Press

La reapertura tras la pandemia ocasionó una rotación sectorial y un cambio de filosofía de inversión en muchas gestoras y firmas de análisis: del estilo growth se pasó al value. Un movimiento que provocó importantes réditos desde finales del 2020 hasta bien entrado el 2021. Sin embargo, ahora la duda es si esa tendencia alcista se está apagando o puede tener aún margen para el despunte.

Por lo pronto, las acciones estadounidenses de valor pueden estar tomando un segundo aire, a medida que las apuestas sobre la fortaleza económica refuerzan las rentabilidades del Tesoro y levantan las acciones sensibles al ciclo que se han estancado en los últimos meses después de un poderoso repunte a principios de este año.

El índice de value del S&P 500, que tiene una ponderación relativamente alta en acciones de empresas financieras, energéticas y otras empresas sensibles a la economía, ha subido un 5,5% desde los mínimos del mes pasado, superando a su homólogo de alta tecnología en más de un punto porcentual en un repunte que se aceleró durante la semana pasada. De hecho, el índice de value ha subido un 18% este año, a pesar de haberse estancado tras un fuerte comienzo en 2021.

El movimiento puede anunciar un incipiente regreso de la llamada operación de reflación, una apuesta por la recuperación del crecimiento económico que hizo que los valores subieran a finales del año pasado junto con los rendimientos de los bonos a 10 años de Estados Unidos.

Las rentabilidades también han subido esta vez, con el rendimiento del Tesoro estadounidense de referencia a 10 años, que se mueve de forma inversa a los precios, subiendo unos 20 puntos básicos desde la semana pasada, hasta el 1,36%, antes de retroceder el viernes.

“Creo que el valor es una especie de resorte en espiral”, asegura Matt Peron, director de investigación de Janus Henderson Investors, que cree que el valor podría tener un rendimiento superior durante al menos los próximos seis meses. “Creo que le queda otro recorrido”, concreta.

Los inversores apuntan a varias razones que explican las perspectivas más halagüeñas del valor. Si bien el aumento de los casos de coronavirus, estimulados por la variante Delta, sigue siendo un riesgo, los indicios de que las infecciones pueden estar disminuyendo en Europa y en algunas partes de Estados Unidos podrían significar que los cierres requeridos el año pasado no serán necesarios en un futuro previsible, destaca Peron.

Al mismo tiempo, algunos inversores creen que el crecimiento seguirá siendo fuerte en Estados Unidos, incluso después de haber alcanzado su punto máximo en el segundo trimestre. Se espera que el producto interior bruto estadounidense aumente un 6,1% en 2021, y un 4,8% en 2022, según Oxford Economics, más fuerte de lo que ha sido el crecimiento anual en la última década.

No hemos visto tasas de crecimiento tan altas en algún tiempo y por eso creemos que… el valor puede seguir superando, incluso una vez que la tasa de crecimiento llegue a su punto máximo”, indica Sameer Samana, estratega de mercados globales del Wells Fargo Investment Institute.

Entre los que abogan por más beneficios en las acciones value están los estrategas técnicos de JPMorgan, que la semana pasada dijeron que el índice de valor S&P 500 “parece preparado para una ruptura”.

Mientras, Truist Advisory Services espera más subidas para el valor en los próximos 12 meses, dadas las perspectivas económicas todavía fuertes y las débiles tendencias de los beneficios de la tecnología en comparación con el mercado en general. Desde que la rentabilidad del bono a 10 años tocó fondo la semana pasada, el índice de valores del S&P 500 ha subido un 2,4%, frente al 0,5% de su homólogo de crecimiento.

Siguiendo los datos macro

El rebote de las acciones value se produce mientras los inversores digieren los datos de la semana pasada que muestran un posible pico de inflación, al tiempo que miran hacia el simposio de la Reserva Federal en Jackson Hole a finales de mes.

Ese evento, o la próxima reunión de política del banco central en septiembre, podría ofrecer señales sobre cuándo empezará a retirar el programa de compra de bonos gubernamentales por valor de 120.000 millones de dólares al mes que ha ayudado a sostener los precios de los activos.

La semana que viene, el informe mensual sobre las ventas minoristas en Estados Unidos y las ganancias de minoristas como Walmart y Target podrían arrojar más luz sobre la salud del consumidor.

Los inversores también están atentos a los rendimientos del Treasury, ya que el aumento de los rendimientos suele considerarse una señal de optimismo económico que también podría impulsar los valores. El aumento de los rendimientos también beneficia especialmente a los márgenes de beneficio de los bancos, que suelen constituir una gran parte de los índices de valor.

Todavía quedan muchos escollos para el comercio de value. Los indicios de que el coronavirus está amenazando las perspectivas económicas podrían hacer que los inversores volvieran a dirigirse a las grandes acciones tecnológicas y de crecimiento que tuvieron un buen rendimiento durante gran parte de 2020.

Es posible que muchos inversores también se muestren reacios a reducir en exceso sus posiciones en acciones de crecimiento, que dominaron durante gran parte de la década posterior a la crisis financiera de 2007-2009, mientras que las acciones de valor languidecían.

“Es una batalla épica, de ida y vuelta, entre estas dos partes del mercado”, concluye Matthew Miskin, codirector de estrategia de inversión de John Hancock Investment Management.

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