Cambios en las 'big four'

El gran 'split' consultores & auditores: EY abre camino a PwC, Deloitte y KPMG

Las firmas de servicios profesionales afrontan con la próxima división de EY (antigua Ernst & Young) un evento que algunos comparan con la reconversión que siguió a la caída de Arthur Andersen.

Logos de las 'big four' Deloitte, PwC, EY, KPMG.
Logos de las 'big four' Deloitte, PwC, EY, KPMG.
Europa Press

Tú a consultoría, yo a auditoría... Las firmas de servicios profesionales afrontan con la próxima partición salomónica de la empresa de servicios profesionales EY (también conocida por su denominación anterior Ernst & Young) un evento que se compara con la reconversión que siguió a la caída de Arthur Andersen hace dos décadas tras los escándalos contables de Enron y Worldcom. El proceso de segregación de activos y actividades en dos empresas distintas está pendiente de que los socios de EY comiencen a votar país por país para culminar el proceso en el primer trimestre de 2023.

EY inició a mediados de este año un proceso de revisión estratégica de su actividad cuyo objetivo final es separar la consultoría de la auditoría para evitar potenciales conflictos de interés. Los reguladores han estrechado el cerco sobre las empresas dedicadas a supervisar y validar las cuentas de otras compañías cotizadas tras las crisis recientes como la de la financiera alemana Wirecard o en el sector de las criptomonedas.

Según Bloomberg, las cuatro grandes marcas de contabilidad (EY, Deloitte, KPMG y PricewaterhouseCoopers-PwC) han estado bajo el escrutinio regulatorio durante años debido a que sus servicios de asesoría empresarial colisionaban a menudo con la auditoría de cuentas, una actividad mucho menos rentable que la anterior pero que prestan de manera paralela para las mismas empresas o sus competidores.

EY, con sede en Londres, confirmó en septiembre que pondría en marcha un proceso electoral entre sus 13.000 socios para recabar el respaldo necesario para su plan de escisión o split en dos empresas separadas. En conjunto facturan más de 45.400 millones de dólares en el último ejercicio fiscal que terminó en junio. El grupo cuenta con más de 365.000 empleados en todo el mundo con un crecimiento del 17% respecto al año anterior.

Pese a que en la mayoría de mercados está vetado de factor la prestación simultánea de servicios de consultoría y auditoría, algunos reguladores como el Financial Reporting Council de Reino Unido pidió un plan al sector para que dividiese sus actividades tras los escándalos de Carillion y BHS, según Reuters. En este sentido, el plan para realizar un split de los negocios de EY busca frenar la presión regulatoria y judicial en varios procesos abiertos en los últimos años, según los expertos.

Para la empresa británica, la misión es algo más trascendental. “El mundo está cambiando, y tenemos que adaptarnos para continuar prosperando y alcanzar todo nuestro potencial, mientras abordamos las necesidades de todos nuestros grupos de interés”, aseguró en septiembre la empresa cuando confirmó los avances en el evento corporativo.

¿La gran OPV de 2023?

"Habiendo considerado cuidadosamente varias opciones, creemos firmemente que podemos adoptar el panorama cambiante, construir negocios que redefinan el futuro de nuestras profesiones, crear nuevas y emocionantes oportunidades, y ofrecer un mayor valor a largo plazo para las personas, clientes y comunidades de EY", añadió entonces EY.

Fuentes del sector explican a 'La Información' que el split pasa por una salida a bolsa de la división de consultoría y asesoramiento que salvaguarde la viabilidad financiera de las dos empresas, sobre todo, la de auditoría que no cotizaría y que cuenta con menor rentabilidad que los otros servicios profesionales de legal, asesoramiento y financiación, "más propios de la banca de inversión que de una compañía que a la vez supervisa cuentas".

De entrar a cotizar, EY será una de las grandes firmas cotizadas en bolsa del sector de servicios para empresas con un tamaño algo inferior a Accenture, que vale en bolsa más de 190.000 millones de dólares, y algo superior a Marsh & McLennan, cuyo valor bursátil supera los 85.000 millones. Deloitte, KPMG o PriceWaterhouseCoopers (PwC), los otros tres miembros del exclusivo club de las ‘Big Four’, no han dado el paso de su rival pero algunos señalan que podrían seguir el mismo camino más adelante.

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