Según Federated Hermes

Inversión en biodiversidad: una buena forma de combinar ética y rendimiento

Las estrategias vinculadas a los desafíos ambientales de una empresa se han convertido en un buen indicador para los inversores a la hora  de ajustar el riesgo a los objetivos de rentabilidad.

La biodiversidad: la mejor estrategia de inversión para combinar ética y rendimientos
La biodiversidad: la mejor estrategia de inversión para combinar ética y rendimientos
Pixabay

Los mercados han agravado su situación en los últimos meses. El fin de fiesta parece más cerca, o al menos la euforia va perdiendo cada vez más peso, mientras que las preocupaciones sobre el ecosistema del planeta siguen. Hay una mayor conciencia, pero cuesta generar un impacto real. ¿Cómo se encuentra ahora mismo el entorno? La gestora de fondos Federated Hermes concreta que, con la preocupación por la inflación y el impacto de la crisis de los precios de la energía, aunque indican que para los mercados el “principal temor es el de lo desconocido”.

“La evolución de los acontecimientos en Estados Unidos, Asia y Europa podría conducir a una bajada de los precios de las materias primas y a un descenso de la inflación, y con los rendimientos de los bonos de inversión y de alto rendimiento estadounidense superando el 4% y el 7% respectivamente, se puede obtener un buen valor mientras esperamos”, indica James Rutherford, director de Renta Variable Europea de la firma.

Tras la subida de tipos de la Fed, señalan que “el rechazo de la necesidad de una subida de 75 puntos básicos puede haber tranquilizado a los inversores por ahora”, aunque la confianza es “frágil”. En este contexto, mantienen la prudencia y consideran que “una cartera diversificada es crucial”, añade.

Estos vientos en contra no deben hacer que otra de las preocupaciones de fondo desaparezca. Es el caso de la pérdida de la biodiversidad del planeta, que puede arrastrar otras problemáticas. Es por eso por lo que la inversión con este enfoque puede resultar un plus extra: una estrategia ética para con el bien del ecosistema y a la vez rentable, frente a un escenario cada vez más peligroso por el despegue de los precios y los tipos de interés.

“Estamos ante una crisis (la de la biodiversidad) silenciosa”, explica Ingrid Kukuljan, responsable de inversión sostenible y de impacto de Federated Hermes. La experta expone que en 30 años se ha alterado el 75% de la superficie terrestre y el 66% del medio marino. Unos datos preocupantes de cara a la sostenibilidad al futuro de la Tierra.

“El problema es que el 50% del PIB mundial es dependiente de la naturaleza y los problemas de ahora con las cadenas de suministro están evidenciando las fragilidades: un ejemplo es que el 60% de las variedades del café están en peligro (…) El ejercicio pasado los precios de este producto se duplicaron como consecuencia de una situación cada vez más compleja”, advierte Kukuljan sobre las dificultades que se plantean en los mercados por los daños sobre la biodiversidad.

“Otro obstáculo es que las economías emergentes están ante riesgos sistémicos en términos absolutos, ya que no pueden estirar mucho más sus cadenas de suministro”, añade la experta de Federated Hermes.

Frente a estos desafíos Kukuljan lamenta que la mayoría de las empresas no mira a la biodiversidad ni como parte de sus riesgos ni como parte de su estrategia. “Solo un 1 % de 3.500 empresas tiene los ODS 14 y 15 incorporados en sus operaciones”, expone. “Esta situación es bastante trágica y muchas empresas que se han comprometido a ser neutras en carbono para 2050 han ignorado la pérdida de biodiversidad, que es muy importante”, se lamenta.

Dicen que el 50 % del PIB mundial depende de la naturaleza, pero en realidad se trata de todo el PIB mundial”, insiste antes de avisar sobre la crisis de abastecimiento alimentario que atraviesa el planeta a consecuencia del declive en la biodiversidad.

El enfoque de inversión hacia la biodiversidad

De este modo, desde Federated Hermes decidieron lanzar en marzo un nuevo fondo de inversión para el que han elegido a un total de 100 empresas a nivel mundial –ninguna de ellas domiciliada en España– con compromisos con la conservación de la biodiversidad a la altura de los requisitos planteados por la gestora.

Hemos puesto el listón muy alto para acceder a este universo de inversión”, comenta Carlos Capela, director de distribución para España, Portugal y Andorra de Federated Hermes, previo a destacar los esfuerzos de empresas como Acciona o Siemens Gamesa en la lucha contra el cambio climático, pero no en materia relacionada con la biodiversidad del planeta.

Invertir con esta filosofía de implicación corporativa –conocer a fondo el compromiso de una empresa con los desafíos ambientales– mejora la rentabilidad ajustada al riesgo”, agrega Capela. Entre esas 100 empresas que sí califican para el fondo de biodiversidad está, por ejemplo, la estadounidense John Deere, fabricante de maquinaria agrícola, así como la portuguesa Jerónimo Martins, de distribución de productos alimentarios.

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