Dia logra 200 millones para cumplir con sus proveedores y recompone su cúpula

  • La cadena de supermercados, que fue suspendida de cotización antes de la apertura, nombra CEO a Borja de la Cierva tras el cese de Antonio Coto.
Dia supermercados
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Dia ha logrado 200 millones de euros de su banca acreedora para poder pagar a sus proveedores y tratar de ganar algo de oxígeno después de un año para olvidar. En un comunicado a la Comisión Nacional de Valores (CNMV), la cadena de supermercados anuncia además la recomposición de su cúpula: nombra CEO a Borja de la Cierva e incorpora como consejeros independientes a Jaime García-Legaz y a Miguel Ángel Iglesias Peinado.

Nada más levantarse la suspensión del supervisor, los títulos de Dia han celebrado la noticia con una subida del 12,5%, hasta superar los 49 céntimos de euro. Tras el rebote, las acciones de la firma cerraron la sesión con un alza del 7,75%, hasta intercambiarse a 0,47 euros. 

A través de un hecho relevante enviado al regulador, la compañía anuncia que ultima un acuerdo de refinanciación de su deuda bancaria hasta el 31 de mayo de 2019 que implica, entre otros términos, "el acceso a nueva liquidez por un importe aproximado de 200 millones de euros y la suspensión temporal de la medición de sus 'covenants' financieros", así como la futura convocatoria de una Junta General de Accionistas que apruebe una ampliación de capital con derechos de suscripción preferente por importe de al menos 600 millones de euros.

Al mismo tiempo, la distribuidora confirma que tiene a la venta venta de los negocios Clarel y Cash & Carry (MAX Descuento), que no forman parte de su negocio principal. La firma matiza en el mismo comunicado que "existe un entendimiento con sus acreedores financieros sobre los términos fundamentales del acuerdo", que está "pendiente de la aprobación final por el comité de crédito de una entidad, y espera que su firma pueda materializarse próximamente".

Remodela su cúpula

Mientras logra fondos para poder seguir operando con normalidad, Dia acaba de dar un nuevo volantazo a su cúpula. Por segunda vez en lo que va de año, cambia a su consejero delegado y deja patente las divisiones en el seno de su consejo. Antonio Coto deja de ser su primer ejecutivo, cargo al que llegó en agosto y cede el puesto a Borja de la Cierva, que ya estaba presente en el órgano de dirección.

De la Cierva es un peso pesado en el mundo de la distribución, ya que tiene a sus espaldas casi 10 años como máximo responsable de la cadena de suministro de El Corte Inglés y otros tantos como responsable financiero (CFO) de Inditex, eso sí, antes de que Pablo Isla desembarcara en la multinacional gallega.

También llega al consejero de administración el ex secretario de Estado de Comercio y expresidente de Aena, Jaime García-Legaz. Dia explica a la CNMV que la elección del expolítico será como consejero independiente, sin estar ligado a ningún accionista. Se sitúa así como previsible candidato a la presidencia no ejecutiva de Dia.

García-Legaz llega para sustituir a Karl-Heinz Holland, hombre de confianza de Mikhail Fridman que hace unos días abandonó el consejo haciendo patente la falta de entendimiento con el magnate ruso, dueño del 29% de Dia. El nombramiento aún no es definitivo porque García-Legaz está pendiente del "cumplimiento de ciertos requisitos administrativos derivados de su anterior condición como alto cargo de la administración". También será miembro de la comisión de auditoría y cumplimiento de Dia, en sustitución de Borja de la Cierva.

El tercer nombramiento, como consejero ejecutivo, es el de Miguel Ángel Iglesias Peinado, quien hasta ahora ha ejercicio como vicesecretario del consejo de administración

Su segunda suspensión en semanas... en medio del desplome

La cadena de supermercados había registrado en la jornada del jueves la mayor subida de su historia, tras dispararse un 22% hasta los 0,44 euros, porque el mercado especula con que podría estar a punto de cerrar la refinanciación de su deuda. Su capitalización bursátil se ha hundido un 88% hasta los 273,88 millones de euros, desde los 2.300 millones, por lo que ahora mismo su valor es cinco veces inferior a su deuda, que asciende a 1.400 millones de euros.

Es la segunda vez en apenas unas semanas que el regulador suspende a la distribuidora, que el pasado 24 de diciembre abandonó el Ibex 35 después de siete años. Los bancos acreedores de la firma estaban pendientes de que su principal accionista, el magnate ruso Mikhail Fridman -que posee un 29% del capital-, empiece a mostrar cuáles son sus verdaderas cartas.

Esperan, en concreto, que éste deje claro su próximo movimiento en la compañía. Es decir, si acudirá finalmente a la ampliación de capital que el consejo de la cadena de supermercados quiere poner en marcha en la primera mitad de 2019 para tratar de ganar oxígeno. Una ampliación que asciende a 600 millones de euros, de los que cerca de 175 corresponderían a Fridman, a través de su vehículo de inversión, Letterone.

Patrimonio negativo

Con esa ampliación, Dia tiene que dar aire a sus finanzas. La compañía reconoce que ha tenido que ha tenido que deteriorar su fundo de comercio y su inmobilizado, en 110 millones de euros, tras revisar sus cuentas del pasado año.  De esta revisión y las provisiones a realizar "resultará en un patrimonio neto negativo al cierre del ejercicio 2018", reconoce, que solventará, prevé, con la ampliación de capital. 

Esta operación aún debe recibir el visto bueno de la junta de accionistas de Dia y ésta no se convocará hasta que se aprueben sus resultados de 2018. En caso de que Fridman desee mantenerse como accionista de referencia de la firma tiene tres opciones: diluir su participación actual acudiendo a la ampliación de capital, mantenerse como está con el 29% o ir un paso más allá y convertirse en el único propietario, lanzando una opa sobre el 100% de Dia.

En caso de optar por la última alternativa, los analistas consultados no creen que la oferta de Fridman vaya a llegar antes del próximo mes de marzo. El inversor, que desembarcó en la distribuidora hace poco más de un año, aspira también a mejorar el resultado de su apuesta por el grupo, en el que acumula unas minusvalías latentes próximas a los 700 millones de euros.

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