Desde el inicio de la Covid

La libra vive su mejor sesión en más de dos años tras anular Hunt el plan fiscal

El cruce de la moneda británica frente al 'billete verde' llegaba a alcanzar los 1,1439 dólares, su mejor nivel desde el 5 de octubre, con una revalorización de más del 2% en la jornada tras el golpe de septiembre. 

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La libra vive su mejor sesión en más de dos años tras anular Hunt el plan fiscal.  
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Después de la tempestad viene la calma. La cotización de la libra esterlina ha registrado este lunes su mejor jornada desde marzo de 2020, al comienzo de la pandemia de la Covid-19, después de que el nuevo ministro de Finanzas del Reino Unido, Jeremy Hunt, haya desmontado casi por completo el plan de rebajas de impuestos y aumento del gasto anunciado hace menos de un mes por el Ejecutivo encabezado por Liz Truss. De este modo, el cruce de la libra esterlina frente al 'billete verde' llegaba a alcanzar los 1,1439 dólares, su mejor nivel desde el pasado 5 de octubre, con una revalorización de más del 2% en la sesión, después de que el pasado 28 de septiembre llegara a hundirse a 1,0539 dólares.

Asimismo, el tipo de cambio de la moneda británica se revalorizaba contra el euro y llegaba a alcanzar los 1,1656, su mejor cruce desde principios del pasado mes de septiembre. Este lunes, con el fin de evitar especulaciones, el nuevo ministro de Finanzas del Reino Unido ha adelantado que, además de la decisión comunicada el pasado viernes por la propia Truss de dar marcha atrás en el plan para cancelas la subida del impuesto de sociedades al 25% desde el 19%, se ha decidido este lunes suspender "de manera indefinida" la rebaja de un punto porcentual en el tramo marginal básico del impuesto de la renta desde el 20% al 19%, previsto para abril de 2023.

Asimismo, Hunt ha indicado que el Gobierno "revertirá casi todas las medidas de impuestos anunciadas en el plan comunicado a finales de setiembre", incluido el recorte del impuesto sobre los dividendos, además de no seguir adelante con el nuevo plan de compras sin IVA, ni con la congelación de los impuestos sobre el alcohol y con las reformas a las reglas de trabajo fuera de la nómina, aunque sí mantendrá las rebajas del impuesto de timbre y al Seguro Nacional. "Todos los cambios se han diseñado para proporcionar confianza y estabilidad", ha asegurado Hunt.

Por otro lado, en referencia a la mayor medida de gasto contemplada en el 'mini presupuesto', el responsable del Tesoro del Reino Unido ha confirmado que el tope de la factura energética se mantendrá hasta abril de 2023, en vez de dos años, mientras que se estudiarán fórmulas para aliviar el impacto de la subida de los combustibles a hogares y empresas. "No podemos exponer a partir de abril de 2023 a las finanzas públicas a la volatilidad de los precios del gas", ha defendido, advirtiendo de que "habrá más decisiones difíciles" en cuestión de impuestos y gasto, mientras que ha reiterado su confianza en las perspectivas a largo plazo del Reino Unido.

De su lado, la primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, ha defendido el desmantelamiento casi total del plan de rebajas fiscales y gasto público anunciado por el Gobierno en septiembre, ya que considera que "la población británica ahora mismo quiere estabilidad". Truss ha reconocido que el país se enfrenta a "graves desafíos" en medio de unas "condiciones económicas que empeoran". "Tenemos que actuar para trazar un nuevo camino hacia el crecimiento que apoye y sirva a la población de todo Reino Unido", ha dicho en Twitter. Este panorama ha dado algo más de tranquilidad a los inversores y ha contribuido a cerrar el Ftse británico con un ligero aumento del 0,85%. 

Después del terremoto que han vivido los mercados financieros de Reino Unido, el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, ha asegurado este sábado que no dudará en subir los tipos de interés hasta cumplir con la meta de bajar la inflación, que estaría evolucionando peor de lo esperado. "Repetiré lo que ya hemos dicho. No dudaremos en subir las tasas de interés para cumplir con la meta de inflación. Y, tal como están las cosas hoy, mi mejor suposición es que las presiones inflacionarias requerirán una respuesta más fuerte de lo que quizás pensamos en agosto", apuntó Bailey, que se había mostrado todo menos complaciente con el nuevo ejecutivo. De hecho, podría haber tenido parte de culpa en el giro de Liz Truss, ya que la presionó y mucho: a pesar de la inestabilidad en el mercado de bonos no dudó en mantenerse firme y señalar que su programa extraordinario de compra de bonos se acababa el viernes pasara lo que pasase.

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