Escenario 'anti-goldilocks'

El BCE se ve forzado a contenerse con el dolor inflacionista por el riesgo recesivo

El banco central afronta en quince días, en plena Semana Santa, una reunión de política monetaria con el escenario más incierto con fuertes presiones a la baja sobre el crecimiento y al alza en los precios.

Guindos y Lagarde trabajan en el próximo movimiento restrictivo del BCE.
Guindos y Lagarde trabajan en el próximo movimiento restrictivo del BCE.
Kienhoangle / Lemrich / BCE

Estoicismo. Es hora de empezar a moverse pero... ¿en qué dirección? El Banco Central Europeo (BCE) ha comenzado a recibir con gran preocupación los últimos indicadores de inflación y crecimiento económico de la zona euro porque ambos están girando en direcciones opuestas a toda velocidad. Consciente de la encrucijada, Christine Lagarde tiró de filosofía este miércoles en Chipre para describir el escenario por delante para la economía europea, en un discurso bajo el títuloEncontrar resiliencia en tiempos de incertidumbre’. “Europa está entrando en una fase difícil. Enfrentaremos, en el corto plazo, una mayor inflación y un crecimiento más lento. Existe una incertidumbre considerable acerca de cuán grandes serán estos efectos y cuánto tiempo durarán. Cuanto más dure la guerra, mayores serán probablemente los costes”, alertó la gobernadora.

Pero las citas de Lagarde aportan más pistas de lo que está por venir. Al parecer, toca aguantar y apretar los dientes ante el doloroso despegue de la inflación en la zona euro. España alumbró una lectura de incremento de precios del 9,8% para marzo, la mayor desde 1985, y Alemania, con marcada cultura antiinflacionista, dio también la voz de alarma con un 7,3%, la cota más alta desde 1981. Ahora serán Francia, Italia y otros países quienes se retraten. La banquera francesa comenzó su alocución con algunos versos del poema ‘Ítaca’ del poeta griego Constantino Cavafis que hablan del disfrute y aprendizaje del camino sin añorar la meta (¿el 2% de inflación?). Para terminar echó mano del filósofo Epicteto, de la escuela estoica griego: "No es lo que te sucede, lo que importa es cómo reaccionas ante ello".

Jueves Santo monetario, ¿viernes de crucifixión?

¿Habrá subida de tipos o toca aguantar ante un IPC desbocado? Lagarde necesita rodearse de pensamiento y meditación porque en tan solo dos semanas, en plena Semana Santa, afronta la decisión crítica de elevar los tipos de interés y aplicar medidas restrictivas desde la política monetaria para preservar la estabilidad de precios, mandato fundamental del BCE, pese a que eso dañaría todavía más el crecimiento

“Una gran incertidumbre enturbia las perspectivas ya que la economía mundial se enfrenta a un ‘shock’ de oferta que es negativo para el crecimiento y que probablemente estimulará una mayor inflación. Los riesgos de recesión han aumentado”, apuntan dos grandes pensadores de los mercados como Joachim Fels y Andrew Balls, expertos de PIMCO.

Esta 'economía anti Ricitos de Oro' (antiGoldilocks) será a la vez demasiado caliente en términos de inflación y demasiado fría en términos de crecimiento”

Las rentabilidades de la deuda pública se han disparado en las últimas semanas hasta niveles no vistos en cerca de cuatro años. El bono a diez años en España roza el 1,6%, mientras que el alemán ha escalado hasta el 0,65%. Los tipos interbancarios también han repuntado con los consiguientes efectos sobre la financiación de las hipotecas. El Euríbor a doce meses, por ejemplo, está cerca de entrar en positivo, síntoma inequívoco de que el final de los programas de estímulo del BCE acerca el temido ascenso de tipos. Con todo, la reacción de los inversores vendiendo deuda a manos llenas y comprando algo de bolsa todavía no recoge otra amenaza determinante: una recesión. De momento, en EEUU se ha invertido la curva.

Escenario anti-Goldilocks

“La economía mundial y los gobernantes se enfrentan a un shock de oferta estanflacionista que es negativo para el crecimiento y tenderá a elevar aún más la inflación. Sin duda, esta 'economía anti Ricitos de Oro' (antiGoldilocks) será a la vez demasiado caliente en términos de inflación y demasiado fría en términos de crecimiento”, explican Fels y Balls. 

“La guerra en Ucrania conducirá a una mayor dispersión de los resultados económicos y de la inflación entre países y regiones. Europa será la más afectada, mientras que la economía de EEUU parece estar relativamente aislada de los efectos directos. China tiene menores vínculos comerciales directos con Rusia, pero probablemente se verá afectada negativamente por el aumento de los precios de la energía. En los mercados emergentes (ME), los exportadores de materias primas deberían beneficiarse”, añaden.

Mientras Europa todavía se debate entre subir o no subir los tipos de interés para hacer frente a la inflación a costa de un riesgo serio de recesión, EEUU vuelve a situarse en otra escala de la liga de bancos centrales. Los expertos ven probable que la Reserva Federal (Fed) cambiará de marcha en las próximas reuniones para subir los tipos de 50 en 50 puntos básicos en lugar de movimientos de 0,25 puntos. La fortaleza de su mercado laboral, la buena marcha de su crecimiento económico y su nueva condición de gran exportador energético de gas y petróleo están catapultando su inflación hasta niveles que han eliminado cualquier duda sobre lo que hará Jerome Powell este 2022: endurecer de forma apresurada el precio del dinero para evitar que la estabilidad de precios escape a su control.

Tras su primera alza de tipos desde 2018, la Fed ya se ha levantado de la bicicleta en plena ascensión a la curva de inflación pero este ritmo será imposible de seguir por el BCE, situación que podría presionar a la baja al euro acelerando todavía más la espiral inflacionista por la dependencia energética en dólares. “En los próximos meses se espera que el poder adquisitivo se reduzca de forma sustancial, junto con los contratiempos en la producción debido a nuevos problemas en la cadena de suministro. Esperamos que esa combinación haga que el crecimiento del PIB se vuelva negativo en el segundo trimestre”, alertan en ING. Dicho de otro modo, toca estar entre la espada de la inflación y la pared de la recesión. 

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