Revisará otras cuatro compañías

Moody's rebaja a "negativa" la perspectiva de casi una veintena de empresas chinas

La agencia de calificación realiza esta revisión después de poner el foco en la deuda nacional del país ante el posible apoyo financiero del Gobierno central a las regiones más endeudadas, así como por la crisis inmobiliaria. 

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Moody's rebaja a "negativa" la perspectiva de casi una veintena de empresas chinas. 
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Moody's dobla la presión sobre China. La agencia de calificación ha rebajado la perspectiva a negativa sobre 18 compañías chinas, la mayoría de ellas de propiedad estatal. Lo hace un día después de haber hecho lo propio con la referente a la deuda del país asiático. De estas firmas, 13 son empresas públicas y filiales controladas por el Gobierno central; 2, corporaciones del mismo tipo propiedad de administraciones locales o regionales, y las otras tres, compañías privadas.

Además, en otro comunicado separado, Moody's ha indicado que también revisará las calificaciones de cuatro compañías públicas controladas por gobiernos locales o regionales -dos de ellas, del de Guangxi (sur); otra, del de Shandong (este), y otra, del de la megalópolis suroriental de Shenzhen- para decidir si las rebaja. En ambos casos, la firma apunta directamente a la decisión de este martes de rebajar a "negativas" sus perspectivas sobre la deuda china ante el posible apoyo financiero del Gobierno central a las regiones más endeudadas, la ralentización económica y la crisis inmobiliaria.

Además, en el caso de las cuatro compañías públicas vinculadas a gobiernos locales, Moody's cree que podrían verse desplazadas a un segundo plano a la hora de recibir apoyo del Gobierno central, que priorizaría a aquellas empresas que figuran directamente bajo su control. "Moody's espera que el apoyo ofrecido a las entidades (que se encuentran bajo) estrés financiero sea más selectivo, lo que contribuirá a riesgos prolongados de más tensiones para las empresas públicas y los gobiernos regionales o locales", indica la agencia en el comunicado referente a la rebaja de perspectivas sobre las 18 citadas compañías.

Moody's ha subrayado que ve "cada vez más pruebas" de que Pekín dará "apoyo financiero" a los gobiernos locales y regionales que afrontan problemas en sus cuentas, lo que "representará riesgos para la fortaleza fiscal, económica e institucional de China", con peligros también en una posible ralentización "estructural y persistente" del crecimiento y en la "reducción en curso" del peso del sector inmobiliario sobre la economía nacional. No obstante, la firma mantuvo en el nivel A1 la calificación de la deuda china al considerar que Pekín goza de los recursos financieros e institucionales suficientes como para "gestionar esta transición de manera ordenada", y que el gran tamaño de su economía también supone una protección de cara a absorber estos riesgos.

La reacción de Pekín no se ha hecho esperar: en un comunicado, el Ministerio de Finanzas ha mostrado su "decepción" y ha asegurado que los "fundamentos positivos a largo plazo" del desarrollo de la economía china no han cambiado, y que esta seguirá siendo un "importante motor" del crecimiento mundial. Asimismo, Finanzas ha tachado de "controlable" el impacto de la crisis inmobiliaria sobre las cuentas públicas y ha señalado que "se están mitigando los riesgos" en materia de la 'deuda oculta' que las administraciones locales y regionales han acumulado a lo largo de los últimos años.

En este contexto, las bolsas chinas han reaccionado en tono mixto. El índice de referencia de la Bolsa de Shanghái ha cerrado este martes con una caída del 0,11% tras ceder 3,36 puntos hasta los 2.968,93, al tiempo que el parqué de Shenzhen ha subido en 62,89 unidades (+0,66 %) y finalizó con 9.533,25 puntos. 

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