¿Se puede empezar a invertir en bolsa en medio de una crisis económica?

Para empezar a invertir una de las preguntas más repetidas es cuándo hacerlo. Los inversores principiantes temen entrar en el mercado en un momento de fuertes caídas que les hagan perder su inversión. Para los expertos no hay un momento ideal, sino que recomiendan analizar, en primer lugar, la propia situación económica del inversor y, después, el contexto económico y geopolítico.

La CNMV, el regulador financiero español, recomienda antes de embarcarse en ello plantearse si conviene invertir en bolsa –teniendo en cuenta los objetivos financieros del inversor-. En ese sentido, afirma que afirma que, si hay deudas pendientes con un interés muy alto, como de tarjetas de crédito u otros préstamos de consumo, es más aconsejable destinar los ahorros a bajarlas o eliminarlas, antes de pensar en invertir.

Es decir, lo primero será tener claro la capacidad e inversión y el perfil del inversor según el riesgo que se puede asumir. Una vez claro, pese a que no hay un momento concreto recomendable para empezar a invertir, sí que se aconseja analizar la situación económica -la volatilidad, los tipos de interés o las tensiones geopolíticas-. En este contexto, ¿qué pasa si estamos ante una crisis económica?

¿Cuándo estamos ante una crisis económica?

Lo primero es saber cuándo estamos ante una crisis económica. Según la teoría, una recesión una recesión describe un periodo en el que por dos trimestres consecutivos hay contracciones en la actividad económica a través de caídas en la producción y usualmente incrementos en el desempleo. Esta situación puede ser a nivel global o local.

Si esto ocurre antes de invertir es necesario es ser consciente de la situación y de los riesgos de la inversión. En medio de una crisis habrá más volatilidad en el mercado. Por ello, lo más importante es, como hemos dicho al principio, analizar la situación financiera y personal del inversor para evitar perder un dinero que le puede ser necesario a corto plazo.

Pero si es posible llevar a cabo la inversión, incluso en medio de una crisis económica se puede entrar en el mercado. "Una venta rápida en los mercados financieros globales inevitablemente resultará en que diferentes clases de activos se tornen extremadamente baratos", explican desde Xtb.

Diversificar para minimizar riesgos

Para tratar de minimizar los riesgos de la inversión, en primer lugar, se deberá diversificar. El riesgo de concentración es la posibilidad de sufrir pérdidas por invertir una proporción demasiado elevada del dinero disponible en un solo activo o tipo de activo.

Para evitarlo, el inversor deberá mantener una cartera con activos con distintos niveles de riesgo y rentabilidad potencial, de distintos sectores de actividad -industria, servicios, alimentación, nuevas tecnologías, banca, energía, construcción...- o de distintas zonas geográficas. Así, las posibles pérdidas de unas inversiones podrían compensarse con las ganancias de otras.

A la hora de diversificar, hay que tener en cuenta qué sectores se eligen. Entre los más recomendados destacan el sector sanitario, de servicios y de primera necesidad. Los expertos de Xtb afirman que, en general, invertir bien durante una recesión podría asociarse con la inversión en acciones de dividendo: "Estas compañías a menudo se consideran como negocios ya bien establecidos que son líderes del mercado”.

Mantener la calma

Y otro de los puntos clave para invertir en una crisis económica es la capacidad para mantener la calma ante la volatilidad del mercado. No todos los inversores tienen esa disposición. Existe un componente subjetivo vinculado con la forma de ser y la disposición psicológica a asumir pérdidas del inversor.

Pese a que su situación económica y otros factores permitan un perfil que asuma mayor riesgo, no todo el mundo se siente cómodo con la posibilidad de perder parte de sus ahorros. "Los inversores con mucha aversión al riesgo pueden sentir pánico durante los reveses momentáneos del mercado y vender cuando no sea el momento adecuado", apunta el regulador financiero español.