Es el único que conoce al detalle la estrategia de LetterOne en Distribuidora Internacional de Alimentación (DIA) porque, entre otras cosas, fue él quién la diseñó y montó el equipo para ejecutarla en 2017. Hasta ahora, Stephan DuCharme no había comprado acciones del grupo con su propio dinero, aunque sí con el ajeno de Letterone, el holding de capital ruso que ha invertido 2.200 millones de euros en la empresa española. El movimiento del 'insider' número uno de Dia llega, eso sí, después de un descenso acumulado del 99% en bolsa desde que aterrizó en la bolsa española hace cuatro años.
El directivo etíope (Adís Abeba, 1964) acaba de declarar a la CNMV la compra de 50 millones de acciones de Dia tras una inversión de 780.000 euros entre el 27 de octubre y el 1 de noviembre, según la notificación enviada al registro de CNMV y consultada por ‘La Información’. Representa apenas una porción del 0,08% de las 58.065 millones de acciones que tiene emitidas la compañía española tras las dos ampliaciones de capital (2019 y 2021) lideradas por Letterone. Pero para muchos puede ser la primera señal de cambio bursátil después de 50 meses de 'crash' continuado.
El simbolismo de la adquisición de DuCharme supone un antes y un después en la truculenta historia de Dia, cuyo accionariado ha sido barrido del mapa y completamente diluido desde que Letterone apareció en el verano de 2017. Por entonces, la empresa cotizaba cerca de los 6 euros por acción (0,8 euros post-ampliaciones); ahora se sitúa por debajo de 0,016 (1,6 céntimos de euro), un 99% menos, un nivel que el actual presidente ejecutivo ha considerado por primera vez como idóneo para invertir su dinero.
Cuatro años de sangría bursátil
Durante estos últimos cuatro años, DuCharme ha capitaneado una serial de sofisticadas operaciones financieras hasta alcanzar el 77,7% del capital de Dia para Letterone. Según la versión oficial, Letterone ha invertido alrededor de 2.200 millones de euros en la empresa española, con lo que acarrearía unas minusvalías superiores al 75% por su participación, que apenas vale hoy en bolsa 550 millones. Cualquier otro ejecutivo hubiese sido cesado de forma fulminante con ese rendimiento, pero la realidad ha sido bien distinta. DuCharme sigue gozando de la máxima confianza de Fridman y el aparente fiasco inversor es solo el resultado parcial de una larga partida de ajedrez.
Primero, Letterone protegió con coberturas financieras y préstamos de valores junto a su asesor Goldman Sachs la compra del 29,9% del primer tramo de Dia entre 2017 y 2018 a 4,3 euros por acción. Mientras tanto, la cotización se derrumbaba con un ataque histórico de ‘hedge funds’ bajistas que llegaron a declarar cortos sobre el 25% del capital de la empresa, según los registros oficiales de la CNMV. El holding ruso usó para ello un fondo (LTS Investments) que luego traspasó el paquete accionarial a otro vehículo hermano, L1R Invest, que asumió las minusvalías en 2018 y, a comienzos del año siguiente, lanzó una opa a 0,67 euros en 2019.
Después, una vez cesado el anterior consejo de administración, Letterone inyectó dinero en Dia a través de préstamos participativos que luego convirtió en acciones en la primera ampliación de capital a 0,1 euros por título, otra oportunidad para volver a promediar más barato. Ya en 2020, en plena pandemia, el holding de Fridman se consagró a la tarea de recomprar todos los bonos de Dia y, en 2021, planteó otro canje de deuda por acciones.
La empresa de supermercados cotiza un 25% por debajo de esta última ampliación valorada en 1.000 millones de euros, a 0,02 euros por acción, que ejecutó el pasado verano y que ha dado a Letterone su posición actual del 77,7%. También ha vuelto a rebajar su coste de adquisición teórico por debajo de los 0,05 euros por acción sin contar el efecto positivo de las coberturas con derivados financieros que usó entre 2017 y 2018.
Puertas giratorias
El cerebro de todos estos movimientos no es otro que DuCharme, que fichó para la ejecución del asalto a Dia al banquero de negocios de Goldman Sachs, Michael Casey, un especialista en fusiones al que conoció durante el proceso de compra de Holland & Barrett, en el que Casey actuaba como asesor del vendedor (Carlyle). La ambiciones de Letterone en el sector del retail eran muy altas y, de hecho, solapó esa operación con la de Dia. Ya en la carta anual de 2016 a los socios de Letterone, DuCharme auguraba inversiones de más de 3.000 millones de euros en adquisiciones en Europa para completar el éxito alcanzado en Rusia y la Europa del Este con X5 Group.
El etíope, de pasaporte alemán y estadounidense, comenzó su carrera como analista financiero en el banco Salomon Brothers entre 1987 y 1991. Al año siguiente se incorporó al Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD), una entidad pública supranacional creada para facilitar la financiación en los antiguos países comunistas. Fue nombrado subdirector de la oficina del ente en Moscú, donde participó en la concesión al Grupo Alfa de un préstamo de 40 millones de euros, “que entonces era mucho dinero”, como confesó en una entrevista al diario 'Vedomosti'.
Solo cinco años después protagonizó una puerta giratoria. Fridman le fichó para profesionalizar y ordenar Alfa Group con el cargo de director de desarrollo corporativo y comenzó a sentar las bases del futuro imperio minorista X5 Group. En 2001, sin embargo, abandonó la disciplina de Grupo Alfa para emprender un periplo profesional que le llevó a trabajar en el sector de alimentación con Sun Group (Reino Unido) e Iberia Refreshments (Georgia), aunque mantuvo lazos como consejero de empresas vinculadas al oligarca como la minera siberiana SUEK o Alfa Bank.
En 2008 regresó como consejero de X5 Group, parte de Alfa Group. Acabó tomando las riendas en 2012 del conglomerado de distribución, entonces en azotado por una severa crisis, para acelerar la creación de un imperio -bautizado como el 'Mercadona' ruso porque adoptó su color verde- que hoy factura 30.000 millones de dólares anuales, con miles de tiendas de alimentación, súper e hipermercados bajo las marcas Pyaterochka, Perekrestok y Karusel. El éxito de esa etapa llevó a Fridman a nombrarle en 2016 director general del área de distribución en Letterone, el holding creado con el dinero de la venta de la petrolera rusa TNK-BP a la estatal Rosneft por 55.000 millones de dólares. El resto es la historia reciente de Dia.
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