Dimite Liz Truss, primera ministra del Reino Unido, tras un mes en el cargo

La primera ministra del Reino Unido, Liz Truss, ha anunciado su dimisión tras 45 días al frente del país. En un breve discurso desde su residencia oficial, ya ex jefa de gobierno británico, 10 Downing Street ha afirmado que no puede "llevar a cabo su mandato". El mandato de Truss estaba herido de muerte después de que su ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, presentara un plan fiscal basado en una reducción significativa de impuestos que obligó a la intervención de la libra por parte del Banco de Inglaterra. 

Truss se reunió antes de su intervención con el Rey Carlos III, a quien comunicó su dimisión, y con el presidente del Comité 1922 del partido conservador británico, Sir Graham Brady, con quien acordó que se estableciera un nuevo liderazgo para el Reino Unido en un plazo de una semana. En el día de ayer, las escenas de tensión bañaban el Parlamento Británico en medio de una votación sobre el fracking, otra de sus decisiones más polémicas. 

Reino Unido, sumido en una profunda crisis política, nombrará en octubre a su tercer primer ministro en menos de un año. Truss seguirá siendo primera ministra hasta que se elija a su sucesor, cargo del que ya se ha descartado el sucesor al frente del ministerio de Finanzas, Jeremy Hunt.

El líder laborista Keir Starmer ha exigido elecciones generales de forma inmediata tras la dimisión de Truss, que sustituyó en el cargo a Boris Johnson, quien también tuvo que dejar el liderazgo del Reino Unido tras filtrarse la celebración de varias fiestas privadas durante los confinamientos del país por la pandemia de coronavirus.

Los mercados financieros apenas han reaccionado al anuncio, con una leve subida de la libra hasta los 1,12 dólares, y la rentabilidad del bono a 10 años en el 3,8%, similar al valor registrado antes del anuncio. El corresponsal jefe de política de la BBC, Nick Eardley, ha valorado este hecho como "una situación sin precedentes, un mandato breve sin precedentes y una crisis sin precedentes en la política británica".