Cuando se cumple poco más de un mes desde el inicio del conflicto en Ucrania, son muchos los aspectos que se han trasformado en el escenario internacional. Si se pone el foco en el ámbito económico, 'los cruces de sanciones' entre el bloque Occidental y Rusia han sido los protagonistas en el nuevo panorama a nivel global. La mayoría de las empresas han decidido cesar sus operaciones en el país que dirige Putin, pero aún quedan algunas que prefieren no abandonarlo, poniendo en riesgo su reputación. Otras ya han tomado cartas en el asunto y han aplicado medidas para reducir sus operaciones, si bien eso no incluye la salida total del territorio. Todas las que todavía mantienen la operatividad comercial con Rusia están incluidas en 'la lista negra' de Kiev.
Mientras marcas como McDonald's y Coca-Cola han decidido cesar sus operaciones en el país que dirige Putin, sus 'rivales' directas, como es el caso de Burger King y Pepsi, se resisten a abandonar su actividad comercial en Moscú a pesar de la posible crisis reputacional. En España, la empresa Lladró es un ejemplo de ello. La compañía, que se dedica a las figuras y esculturas de porcelana no ha cesado totalmente su actividad con Moscú.
La Información se ha puesto en contacto con la marca, que ha hecho hincapié en que los puntos de venta de la empresa en Rusia son propiedad de terceros: "Esta es la razón por la cual la decisión de cierre de los mismos no está en nuestras manos. Los propietarios de los puntos de venta son también propietarios del producto que hay en el territorio". Además, fuentes de la compañía han asegurado que ya han interrumpido el servicio a dichos clientes.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, hizo un llamamiento a las empresas francesas que aún operan en Rusia para que dejasen de financiar la maquinaria de guerra del Kremlin: "Las empresas francesas deben abandonar el mercado ruso. Renault, Auchan, Leroy Merlin y otros, deben dejar de ser patrocinadores de la maquinaria bélica de Rusia"- dijo en un discurso transmitido por videoconferencia a los diputados y senadores franceses. El presidente incidió en que a veces era necesaria renunciar a beneficios económicos. El discurso surtió efecto, pues a las pocas horas el grupo Renault anunció que abandonaba toda su actividad en Rusia.
No solo son empresas francesas las que mantienen sus operaciones comerciales en territorio ruso. En los medios ucranianos ya circula una 'lista negra' de empresas que aún operan en el país. Desde Alcampo a Stellantis, pasando por Philips, son las compañías señaladas por los ucranianos y que arriesgan su reputación. Desde el Ejecutivo ucraniano instan a llevar a cabo acciones de difusión en las redes sociales donde se presiones a los grupos a cesar su actividad.
Otra empresa española que aún no ha cesado del todo su actividad en Rusia, a pesar de que ya ha aplicado ciertas medidas, es Nestlé. Este periódico ha podido ponerse en contacto con la compañía, que asegura que mientras continúe la guerra en Ucrania, la actividad en Rusia se centrará en proporcionar alimentos esenciales, como alimentos para bebés y nutrición médica/hospitalaria: "Ya hemos detenido las importaciones y exportaciones no esenciales hacia y desde Rusia, además de parar toda la publicidad y suspender todas las inversiones de capital en el país".
Por otro lado, la marca española insiste en que no esperan obtener ganancias en el país ni pagar ningún impuesto relacionado en el futuro próximo en Rusia. Si tuvieran alguna ganancia, fuentes de la compañía desvelan a La Información que se donará a organizaciones de ayuda humanitaria: "Esto se suma a los cientos de toneladas de suministros de alimentos y la importante asistencia financiera que ya hemos proporcionado para apoyar a las personas en Ucrania y a los refugiados en los países vecinos".
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