¿Tuvo algún cómplice? Los investigadores están verificando si el asesino de la Prefectura de Policía de París que el pasado jueves mató a cuatro de sus colegas antes de ser abatido, estaba integrado en una organización o tuvo cómplices, aunque por ahora no hay ningún signo de ello, según el ministro francés del Interior, Christophe Castaner.
"Por ahora nada lo indica", subrayó este lunes en una entrevista a la emisora 'France Inter' Castaner, que precisó que no se puede descartar que Mickaël Harpon filtrara informaciones secretas a las que tenía acceso como informático en el departamento de información de la Prefectura, aunque tampoco hay elementos que lo acrediten.
Añadió que con los elementos disponibles, no parece que formara parte de "una célula organizada" y recordó que su esposa, que fue interrogada bajo arresto desde el jueves, quedó en libertad el domingo sin cargos.
Fallos en su seguimiento
El ministro admitió que hubo fallos en el seguimiento de este funcionario que "se radicalizó", como prueban los comentarios "totalmente inadmisibles" que hizo a un colega en julio de 2015 en los que justificó el atentado yihadista contra la revista satírica 'Charlie Hebdo' cometido en enero de ese año.
El problema es que eso no quedó registrado en su ficha, dijo el titular de Interior, que habló de "una disfunción de Estado", por lo que ha dado consignas para que en el futuro "toda alerta se señale automáticamente". El asesino de la prefectura se había convertido a la religión musulmana hace una decena de años. Castaner dijo que eso no era motivo para abrir una investigación, pero otros signos de radicalización posteriores sí.
Una veintena de personas han sido expulsadas de la policía francesa desde 2015 por sospechas de radicalización, pero en el caso del expediente de Mickaël Harpon no solo no había ningún signo en su expediente sino que tenía una buena calificación.
Preguntado sobre las demandas de dimisión que le han llegado de la derecha y de la extrema derecha, el ministro señaló que no se siente "personalmente responsable" porque el fallo sobre la alerta se produjo en 2015 cuando él no estaba todavía en el cargo. El ministro dijo, unas pocas horas después del ataque, que no había ningún indicio terrorista, y este lunes justificó esas palabras porque era la información de la que disponía en ese momento.
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