Largas colas 

Reino Unido reabre los pubs y tiendas no esenciales después de tres meses

La apertura en restaurantes y pubs solo se ha iniciado en las terrazas y también se permiten los viajes no esenciales entre Inglaterra y Gales. Además, se permite las visitas de dos personas a ancianos residentes. 

Reapertura
Reino Unido reabre los pubs y tiendas no esenciales después de tres meses. 
EFE

Reino Unido ha reabierto este lunes tiendas no esenciales, pubs, peluquerías, salones de belleza, gimnasios y zoológicos de Inglaterra, en el marco de una relajación de las restricciones impuestas por la Covid-19 ante una notable mejora de la situación epidemiológica en el país. Algunos pubs y salones de belleza, que se vieron obligados a cerrar a principios de enero, ya abrieron sus puertas a medianoche y en varias zonas del país se registraron largas colas a la entrada de tiendas no esenciales, como tiendas de ropa, según ha informado la BBC. En referencia a los restaurantes y los pubs, la reapertura implica la posibilidad de servir a sus clientes únicamente en el exterior.

Además, los estudiantes han regresado a las aulas en Escocia y Gales y la orden de permanecer en el domicilio para salir únicamente por razones esenciales ha llegado a su fin en Irlanda del Norte. Entre otras relajaciones, desde este lunes también se permiten los viajes no esenciales entre Inglaterra y Gales y la visita de dos personas por residente en residencias de ancianos.

El primer ministro británico, Boris Johnson, ha pedido a la ciudadanía "comportarse con responsabilidad" y continuar con las medidas de protección para "suprimir" la Covid-19. El 'premier' había previsto tomar una pinta de cerveza públicamente para celebrar la relajación de las restricciones, pero lo ha pospuesto por la muerte del marido de la reina Isabel II, Felipe de Edimburgo, el pasado viernes.

Más de 32 millones de personas han recibido la primera dosis de la vacuna contra la Covid-19 en Reino Unido, que hasta el momento ha confirmado más de 4,3 millones de personas contagiadas, incluidas más de 127.000 víctimas mortales a causa de la enfermedad.

Desesperados por un corte de pelo

Con el libro de reservas a tope, las peluquerías y salones de belleza están entre los establecimientos más solicitados en esta segunda fase del desconfinamiento, impuesto el pasado enero para contener el avance de la tercera ola de la pandemia. Con el ratio de contagios por debajo del 1 % en Inglaterra -la región más poblada del país, con 56 de 66 millones de habitantes-, los británicos han corrido a pulir su imagen ante la perspectiva de retomar progresivamente la vida cultural y social.

En el acomodado barrio londinense de Knightsbridge, el célebre peluquero Errol Douglas dijo a Efe que el día de hoy "es una gran ocasión": "Hemos abierto a las siete de la mañana y probablemente estaremos aquí hasta las ocho esta noche", afirmó. "La respuesta ha sido impresionante, las reservas no han parado, la gente ha llamado cada día para pedir cita. Tenemos lleno hasta julio", declara en su local, que ha adaptado para garantizar la higiene y la distancia personal. Douglas cree que la peluquería y la belleza son "esenciales" para la sociedad, pues "se trata de sentirse bien, tanto por fuera como por dentro: es terapia, bienestar, salud mental".

Perspectivas mixtas para la hostelería 

El panorama es más variado para el castigado sector de la restauración y la hostelería, pues la capacidad de recuperación depende de la inversión así como de la respuesta de un público cada vez más acostumbrado a pedir por internet y las entregas a domicilio. Bart Kosinski, gerente del popular restaurante venezolano Arepa and Co en Londres, es "optimista" sobre el futuro de este local de "comida callejera", que se ha beneficiado además de las ayudas del Gobierno, pero advierte de que, según le cuentan algunos colegas, "la alta cocina lo tiene más difícil, porque la gente prefiere quedarse en su vecindario y no gastar".

Toldos, sombrillas y calefactores son el nuevo mobiliario que hace posible que el 38% de pubs y restaurantes con espacio al aire libre pueda abrir hoy sus puertas a un público deseoso de socializar. En el barrio obrero londinense de Bethnal Green, Debbie Connor, gerenta del pub The Camel, se apresura a preparar sus cuatro mesas en la acera, estresada porque "no han llegado a tiempo las estufas que esperaba", debido al reciente bloqueo en el Canal de Suez.

Connor teme que su negocio, al borde de la quiebra tras más de un año de pandemia, no sobreviva "al coste añadido" de los requisitos oficiales, que la han obligado a comprar mobiliario, contratar a personal e introducir un sistema digital para pedir sin ir a la barra. Con el auge de las compras por internet, también hay incertidumbre para el comercio minorista, como se apreciaba hoy en la famosa calle comercial de Oxford Street, donde, mientras que algunas tiendas de ropa siguen cerradas, otras, como las de zapatillas deportivas de marca, registraban largas filas, pues, según los clientes, el calzado es de las cosas más difíciles de comprar "online".

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