"El radar está roto"

El dilema de las encuestas: ¿por qué fallan siempre los sondeos con Trump?

Las encuestas que auguraban una cómoda victoria para el candidato demócrata Joe Biden han vuelto a equivocarse. 

Varios seguidores del presidente estadounidense, Donald J. Trump, confrontan a votantes del candidato demócrata, Joe Biden, durante el acto "Latinos por Trump" en Miami, Florida.
Elecciones EEUU. 
EFE

Joe Biden, aspirante demócrata a la presidencia de EEUU ya acaricia la victoria. Su triunfo es probable aunque aún no seguro. Al menos no tanto como el hecho de que los sondeos previos a las elecciones estadounidenses han fallado... otra vez. Las últimas encuestas antes de la cita con las urnas auguraban el triunfo de Biden con hasta 7,2 puntos porcentuales de ventaja respecto a su contrincante, Donald Trump.

Según la media que realiza Real Clear Politics, el demócrata superaba al republicano en intención de voto, con un 51,2% frente al 44% del magnate. La historia no termina aquí. A pesar de que Trump recortó distancias en los últimas compases de la campaña, el resultado se aleja de las proyecciones. Al cierre de esta edición, Joe Biden logra el 50,2% de los votos mientras que el actual presidente de EEUU ha superado ya el 48%.

No es la primera vez que esto ocurre. En las presidenciales de 2016, cuando Donald Trump se enfrentaba Hillary Clinton, la ex Secretaria de Estado lideraba los sondeos con un 81,4% de probabilidades de ocupar la Casa Balnca, frente al 18,3% del magnate. El resto ya es historia: Clinton ganó el voto popular (48,7% frente al 46,15%) pero Trump ganó las elecciones al hacerse con más votos electorales y el apoyo de más estados clave (304 contra 227) .

El investigador Principal de Metroscopia y Doctor en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid José Pablo Ferrándiz, asegura que existen tres razones para explicar el error de las estadísticas: "En primer lugar, puede ser que el radar de las encuestas esté roto; en segundo lugar, que el radar esté apuntando dónde no tiene que apuntar; y, finalmente, que haya votantes que pasan por debajo. Yo no creo que las encuestas sean una herramienta que ya no sirve, es solo que, de repente, no están captando a una parte del electorado y que puede resultar determinante".

Por su parte, el vicedecano de la Facultad de Comunicación y profesor de Comunicación Política de la Universidad de Navarra, Jordi Virgili, sospecha que el fallo en estas encuestas se debe a la metodología y temas presupuestarios. "Está claro que se hacen muchas encuestas telefónicas, y que éstas traen muchos problemas. Tiene que ver en cómo están haciendo las muestras, los sondeos y las preguntas. Hacer encuestas es muy caro. Por lo que, quizás, prefieren encuestas con pocas muestras pero mucha 'cocina'. Están obligados a hacer un profundo proceso de reflexión".

En el sistema electoral de Estados Unidos el candidato va ganando por estados. Entre ellos, existen algunos que son considerados clave para los resultados (Florida, Carolina del Norte, Arizona, Ohio, Georgia, Iowa, Pensilvania, Wisconsin y Michigan). El responsable global de Asuntos Públicos en Atrevia, Manuel Mostaza, sostiene que se debe "tener en cuenta que en este modelo político el que gane en un estado, aunque sea por un voto, se lleva todo. Por lo que cuando solo hay dos candidatos en lista, hace que para las encuestas sea más difícil acertar". Además, Mostaza cree que un sistema con voto indirecto genera mayor polarización de voto, por lo que es más difícil acertar. 

Lo mismo opina el Director General de DYM, Carlos Rello, quien señala que el dilema también va por parte del sistema electoral estadounidense: "Lo que pasa es que el modelo americano hace que todas esas encuestas que se hacen en base a promedio de encuesta nacional, estén súper meditadas a lo que pase en determinados estados concretos, por lo que el problema es cómo queden en cada uno de ellos, en especial en los clave".

A pesar de que el recuento no ha terminado y EEUU aún no tiene un ganador, Virgili asegura que "uno de los perdedores de estas elecciones son las empresas encuestadoras. Ya sembraron dudas en 2016... ahora, en 2020, han sembrado su fracaso".

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