La píldora económica 

¿Dónde estará la inflación en 2024... y la mitad de generación nuclear en 2030?

Central nuclear energía
¿Dónde estará la inflación en 2024... y la mitad de generación nuclear en 2030?
Agencia Efe

Mi tema preferido últimamente es la inflación, pero sobre todo entender sus causas y buscar los datos que permitan entender qué está pasando y qué puede pasar en los próximos meses y en 2024. También me interesa mucho la energía, pero veo que las autoridades planifican o indican que planifican hasta 2030, pero si no somos capaces de saber qué hará la inflación en 2024, y eso con los mejores técnicos del mundo, a los que añadimos los miembros de consejos de gobierno de los bancos centrales independientes del mundo, cómo es posible que cerremos una visión de energía 2030, en la que entre otras cosas se genera en 7 años un cambio estructural en un sector en el que “siete años no son nada”.

Pero quedemos nos hoy con el análisis sobre la inflación y expliquemos por qué no estamos de acuerdo con la visión del BCE de que en aquellos sectores donde la energía no pesa mucho directamente en la estructura de costes se observa que la inflación no se modera y esto es porque es subyacente y se necesita subida de tipos de interés porque si no, no se moderará. Esto es de aplicación a los sectores de bienes industriales y al sector servicios. Para simplificar la comprensión de mi argumento voy a comentarles el análisis sobre el sector de vestido y calzado en España, diciéndoles que en el turismo ocurre algo similar, pero es más difícil de visualizar con solo unas pocas líneas.

Mi argumento es que los precios energéticos influyen en muchos costes de manera indirecta y que muchos sectores durante la subida de los precios de la energía y de los productos agrarios no pudieron transmitir esa subida completamente y por lo tanto tardarán más en bajar precios porque los costes indirectos derivados de la energía van con el decalaje propio de la transmisión de costes en la cadena de producción. Este retraso, no quiere decir que no vayan a bajar y probablemente igual de rápido, pero es tan visible en sectores poco intensivos en energía que están cayendo los precios más tarde que en sectores intensivos en energía, que se deriva un salto lógico de decir: no van a bajar. Lo primero es que subieron más tarde y los segundo es que ya están bajando.

Cuidado esta reducción de la inflación en estos sectores puede ponerse en peligro o incluso detenerse si continúan las decisiones de subida de tipos de interés más o menos anunciadas en la zona euro. ¿les sorprende? Pues no debería, este es un canal clave de la política monetaria. La fuerte subida de tipos de interés llevará a estas empresas, y en general a todas, a mayores costes financieros que les exigirá más margen unitario por unidad vendida para compensar ese aumento de costes financieros. Es por esto por lo que pienso que ya deberían de no subir más los tipos de interés, porque hasta pueden retrasar la caída de la inflación. Igualmente, esta argumentación me lleva a no entender que se hable de que hay márgenes unitarios muy altos y no de que sencillamente se están recuperando en gran parte de sectores, y además se van a necesitar más margen para pagar deuda más cara.

Vayamos a los datos, según el IPC, los precios de vestido y calzado mostraron un crecimiento estable, entorno al 1%, hasta finales de 2021, momento a partir del cual las variaciones de precios han mostrado una fuerte volatilidad. En acumulado, entre abril de 2021 y mayo de 2023, los precios de vestido y calzado se incrementaron un 6%.

Los principales inputs o costes en 2019 en la producción de vestido y calzado son los productos textiles (fibras artificiales y sintéticas 26,7%; los costes de personal, 22,6%; los artículos de cuero y calzado, 11,6%; y las prendas de vestir, 5,4%. Servicios de producción, transporte y distribución de energía eléctrica solo suponían un peso del 1,3% del total.

Así pues, el sector de vestidos y calzado es clasificado como de baja intensidad energética. Pero es que esto no es exactamente así, porque indirectamente la energía está reflejada en el principal componente de costes es decir los productos textiles que subieron un 27% desde abril de 2021. El precio de las fibras textiles tarda más tiempo en bajar que la energía. Las fibras sintéticas contienen mucho petróleo y en general todas son intensivas en energía y las naturales (algodón ucraniano) en fertilizantes. Toda esta cadena lleva tiempo en subir y en bajar. Pero es que además en este sector, según mis cálculos no trasmitió toda la subida de costes que fue de un 10% a sus precios de venta pues el acumulado del IPC de vestido y calzado en el mismo periodo fue del 6%, es decir perdió margen no transmitió a precios toda la subida de costes

En números sencillos: la subida de un 10% de los costes se explica en 4,6 puntos porcentuales por las fibras artificiales y naturales, que como he dicho suben por la subida del petróleo en 2022 y del algodón, pero tardan en llegar al fin de la cadena. Otro punto porcentual lo explica la subida de la electricidad y casi otro punto los productos químicos también ligado a la energía. Conclusión, en un sector no intensivo directamente en energía pues sus costes eléctricos en 2019 eran de solo el 1,3% del total de subida de costes, un 56% se debe indirectamente a energía y directamente un 10%. Estamos hablando de un sector de los que componen la mal llamada inflación subyacente que no es más que un sector que evoluciona con lags (retrasos) a los precios de las materias primas (fibras textiles, y productos químicos) intensivos en energía.

Los aumentos de costes en el sector durante el periodo abril 2021 mayo 2023 vienen explicados por consumos intermedios altamente intensivos en energía y por la energía directamente. La caída de precios en el sector seguirá la caída de precio de las materias primas, pero igual que se transmitió con un decalaje: primero energía, luego las fibras artificiales, ahora existe este mismo decalaje, sobre el cual la subida de tipos de interés lo que hace es retrasar la bajada de precios porque a mayores costes financieros se necesita margen unitario mayor para no quebrar.

Por supuesto lo primero que veremos en este semestre son unas buenas cuentas del sector por caída de costes y porque todavía no han renovado su deuda, pero miremos las de 2022, seguro que no fueron tan buenas. Por todo lo anterior sigo defendiendo que el choque externo es la clave, que esté ha desaparecido en un 80% y que eso corrige la inflación por si sola, si hay competencia que en la mayoría de los bienes que llamamos transables es la competencia internacional. Subir los tipos de interés más solo conduce en sectores como este a necesidad de márgenes unitarios más altos para pagar el mayor coste de la deuda y a intentar pues conseguir más precio de venta para pagarla. En esto de los costes me hace gracia una frase que resume lo que nos pasa cuando hablamos de IPC energético y de subyacentes y no nos damos cuenta de que no todo es como lo pintan. La frase se utiliza en un contexto completamente diferente; “ni son todos los que están (costes analizados) ni están todos los que son (energía indirecta”. Esta frase la oí por primera vez a mi tío Miguel, enfermero, y que por desgracia falleció recientemente, estoy seguro de que nunca pensó que se podría traer a colación hablando de inflación

Mostrar comentarios