La Píldora Económica

Mucho hablar de PIB, pero ¿qué datos tenemos de la población en España?

Medio millón de personas abandona España, que pierde población por segundo año
Mucho hablar de PIB, pero ¿qué datos tenemos de la población en España?

Las noticias económicas de más repercusión, especialmente hablando de coyuntura o de corto plazo, suelen incorporar los siguientes indicadores. En primer lugar, la materialidad de la actividad, los bienes y servicios producidos en un período: cuánto hemos crecido; si crecemos más que nuestros socios europeos; o qué sectores crecen más. El segundo grupo se refiere a empleo, es decir, también a cantidades: cuánto es el empleo; si lo medimos bien; cuánto es temporal; a qué tasa crece, y cómo compara con nuestros socios. La tercera tipología de indicadores son los referentes a los precios: cómo crece el IPC; cómo evolucionan los salarios; si crecen los precios de la energía o de los servicios; y, siempre, cuál es la tasa de nuestro IPC en relación con los países de nuestro entorno.

Me pregunto por qué no hablamos de la evolución de la población como cuarta variable explicativa de la economía -ya que realmente explica gran parte del crecimiento, del empleo y de los precios- y por qué las noticias sobre este tema no tienen tanta repercusión en los medios si son realmente claves para entender el crecimiento económico. Las preguntas serían las mismas: cuánto crece la población total, cuánto de ese crecimiento es nacional y cuánto extranjero, y cómo compara esos crecimientos con los países de nuestro entorno; y si son tendencias parecidas.

En este artículo voy a comentar y analizar la evolución de la población en España, primero comparándola con algunos de nuestros principales socios. Posteriormente, analizaré la evolución de la población española frente a la extranjera o, mejor dicho, frente a los nacidos fuera de España, viendo si hay diferencias claras por CCAA. Por último, comentaré la evolución de estas variables por percentiles de edad y por CCAA.

En primer lugar, el total de habitantes en España a fecha de octubre de 2023 era de 48,5 millones, frente a una población de nacionalidad española de 42 millones. En 2016, la población total era de 46,5 millones, pero la población española era la misma que hoy, 42 millones. Es decir, todo el crecimiento de la población en los últimos 8 años, dos millones de habitantes, se explica por el incremento de personas no nacidas en España.

Si comparamos lo ocurrido en nuestros grandes socios de la Eurozona -Alemania, Francia, Holanda e Italia, por ejemplo- en el último año disponible (2022) observamos una evolución dispar. En un grupo estarían España, Alemania y Holanda, donde la población residente total creció a una tasa del 1,3% . En otro grupo estaría Francia, con solo el 0,3% de crecimiento y, finalmente, Italia cuya población cayó un 0,3%. En número de personas, estamos hablando de crecimientos en 2022 de 1,1 millones más de habitantes en Alemania y 620.00 en España , frente a 200.000 más en Holanda y Francia y 180.000 menos en Italia.

Sobre este crecimiento de población podemos separar los nacidos en el país frente a los nacidos fuera como una mejor aproximación a la entrada de migrantes en el país. Hay que tener en cuenta que existen inmigrantes que en poco tiempo pueden contar con las dos nacionalidades y aparecer clasificados solo como nacionales.

Si ahora para estos países analizamos el período 2015-2022, encontramos un crecimiento acumulado de la población del 5% en Holanda, del 4% en Alemania y España; del 2,5% en Francia y un decrecimiento del 3,2% en Italia, quizá por esto no cae allí la renta per cápita, porque cae la población y aunque no aumente el PIB aumenta el PIB per cápita. No parece que esta forma de que aumente la renta per cápita sea buena.

Durante este periodo podemos clasificar estos países en grupos diferentes. Así, todo el crecimiento de la población en Alemania y en España en los últimos años se explica por los nacidos fuera del país, ya que el saldo neto de población nacida en el país es claramente negativo. Otro grupo lo componen Holanda y Francia, donde el 80%-90% del crecimiento poblacional lo explican los nacidos fuera, pero donde el saldo neto de nacidos en el país es positivo.

Finalmente, tenemos el caso de Italia, que experimenta una reducción anual media de la población nacida en el país de 400.000 habitantes y, gracias al saldo neto de nacidos de fuera -unos cien mil al año- solo ve reducida su población en 300.000 habitantes cada año en este periodo. Es llamativa que la contribución de la emigración al saldo neto poblacional sea ocho veces inferior a la española.

Si obtenemos las tasas de población nacida en el extranjero sobre el total, según Eurostat, estas alcanzan el 18% en Alemania, el 15% en España, el 14% en Holanda, el 12,5% en Francia y el 10,5% en Italia.

La tasa en España puede parecer no muy alta, pero merece la pena analizar su reflejo en distintos ámbitos relevantes para el análisis, y no solo económico.

Por ejemplo, algunas estadísticas no oficiales de violencia de género hablan de que un 40% de casos de violencia de género son cometidas por no nacidos en España, cifra que puede parecer altísima dado que los nacidos fuera son solo el 15%. Pero ¡cuidado!, esto es un error descomunal que podría llevar a conclusiones equívocas. La razón es que el 90% de los casos de violencia de género los cometen personas de 25-45 años (repito, según fuentes no oficiales). En estos percentiles de edad, los no nacidos en España superan el 30%. Es decir, de todos los habitantes de España de entre 25-49 años en octubre de 2023, solo un 70% habían nacido en España. Es decir, la violencia de género no sería mucho más alta entre no nacidos en España que en españoles por lugar de nacimiento. Es decir, los percentiles de edad importan, sobre todo en un país envejecido y con la segunda esperanza de vida del mundo. Así, la presencia de no nacidos en España con más de 65 años no llega al 10%.

Pero es que la media española esconde diferencias impresionantes por CCAA. Por ejemplo, cualquier encuesta en Cataluña debe tener en cuenta que, entre 25 y 49 años, más del 40% de la población no ha nacido en España y que, dado que el número de los registrados como extranjeros en Cataluña es del 28%, deberíamos concluir que entre 25 y 49 años un 12% de la población tiene dos pasaportes, y no estamos hablando de pasaporte catalán. También sería muy importante saber cómo vota esta parte de la población. Esperaremos a que las empresas de análisis electoral nos comenten algo más, si es que leen este artículo.

Mostrar comentarios