TÁCTICAS 

Así ves lo que Netflix quiere que veas

Las técnicas de marketing son más importantes que la calidad y relevancia de los contenidos en el modelo de expansión de la compañía.

Página de inicio de Netflix hace unos días.
Página de inicio de Netflix hace unos días.

La página de inicio de Netflix se va convirtiendo en una especie de tómbola que, como los trileros, va empujando al espectador hacia lo que necesita ver. Aunque, en realidad, no lo necesite ver. El juego consiste en visibilizar bien los productos de la plataforma para que el usuario sienta que no se lo puede perder o se quedará fuera de la conversación social.

Así, en los últimos años, además de la portada en las que se destacan las ofertas estelares de la plataforma, se han ido incorporando titulares y ránkings. Bien de ránkings que recalcan los contenidos "más vistos", "más populares" o, también, "mejor valorados" por la crítica. Este tipo de listas que saltan nada más entrar a Netflix se pueden diseñar o reinventar a medida para hacer brillar con más fuerza sus grandes bazas. Esas apuestas en donde se juega más la compañía y no puede permitirse fracasar. Incluso se pueden idear nuevas jerarquizaciones para llamar la atención del público.

Como de siempre ha hecho la industria musical con listas al estilo de 'Los 40 Principales', con este tipo de clasificaciones se puede empujar la percepción de que un producto es un triunfo de aceptación y, por tanto, favorecer la curiosidad de otros para que lo terminen consumiendo. Y hasta que digan que les ha gustado para no sentirse excluidos en la corriente general, aunque no lo hayan visto al completo.

El interfaz de entrada a cualquier plataforma no deja de ser un escaparate de venta de las mejores propuestas de cada compañía. Pero lo que era un diseño sencillo para que, como sucede en la puerta de una sala de cine, todo el protagonismo cayera en los carteles de los títulos más estelares, ahora también hay que ir manteniendo el interés del espectador por otros productos que esconde el catálogo.

Netflix juega a su favor que no comunica datos de visionados, así puede manejar a través del marketing esa impresión de que una mala serie es un producto de triunfo masivo. Por ejemplo, 'Toy Boy' se consideró que pinchó en Antena 3 con mucha más audiencia de la que paradójicamente cosecha en nuestro país a través de Netflix. Pero este gran videoclub consigue hacer que parezca lo contrario. Todo es cuestión de la vara de medir, sobre todo si no se comparten datos reales de visionado.

Pero para lograr esta influencia que consigue que una misma persona aplauda en Netflix una serie que criticó en Antena 3, Netflix necesita una constante inversión en marketing que, en general, incida en la modernidad de su marca y, en particular, cree un acontecimiento de cada uno de sus lanzamientos. La plataforma conoce muy bien a su público objetivo y sabe utilizar con destreza su imaginario generacional para que estén implicados con empatía en la compañía.

Sin una millonaria inversión en publicidad, Netflix caería en la invisibilidad social. No se lo puede permitir. Pero, además, su usuario no debe echar de menos carencias cuando se sumerge en su catálogo. Así, la pantalla de inicio debe ser una atractiva vitrina que posicione cada producto en el ojo de su usuario potencial. Los algoritmos hacen el trabajo porque ya han estudiado la afinidad de contenidos según el historial de consumos de cada suscriptor, pero también es importante la disposición de cada serie, película, programa o documental. De ahí que, junto a la relevancia del diseño de la cartelería de cada producción, cada vez sea mayor la presencia de ránkings que apuntan sigilosos lo que debes ver. Y (casi) todo da la sensación de que se alza como un fenómeno mundial. 

Al final, el objetivo idílico de una plataforma como Netflix es construir un espectador que vea lo que le pongan y que no se cuestione lo que falta y tienen otras compañías bajo demanda rivales. Así es más sencillo manejar la percepción de que no te falta de nada, aunque falte de todo. Por eso, también, la compañía no destaca el nombre de los autores de las producciones que cobija. Todo se intenta recalcar como"original" de Netflix. La competencia puede fichar a los creadores con nombre propio, pero nunca podrá llevarse su marca. 

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