Nueva propuesta

En busca del nuevo Bertín Osborne

Canal Sur anda perdida en atraer a la audiencia con propuestas de prime time que, sin embargo, no consiguen remitir a un contenido actual para congregar públicos más competitivos. 

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Una imagen clásica de Bertín Osborne
Iconografía popular.

Los tiempos cambian, pero da la sensación de que Bertín Osborne siempre estuvo ahí. Ya en los ochenta aparecía en los programas musicales de José Luis Moreno con sus canciones de conquistador. De ahí dio el salto como "actor" de culebrón en latinoamérica. De nuevo, como conquistador.

Apuntaba tantas maneras de galán ideal que, en los noventa, la televisión privada en España intentó reconvertir su carrera en la del showman todoterreno. Primero en Telecinco con 'Contacto con tacto' y 'La batalla de las estrellas'. Para, después, dar el salto a Antena 3. Ahí le dieron el título de estrella del prime time con apuestas estelares como 'Lluvia de Estrellas', 'Trato Hecho' o 'Esos locos bajitos' con los que Osborne demostró que no sólo cantaba susurrante, también tenía habilidad para presentar e incluso entrevistar. Mejor aún si era con la travesura de los niños. En cierto sentido, él era un poco como un niño.

Y es que el truco de Bertín Osborne siempre fue que nunca ha querido ser presentador. Es decir, jamás ha sentido ningún respeto por un plató de televisión. Salía a seducir al personal como pinta que hace en su vida habitual. Cautivar, vamos, con cierta socarronería incluso. Y esta cualidad destaca en la televisión en España porque, al fin y al cabo, no deja de representar al paternalista rol de caballero español que encandila a una parte de la audiencia y, a la vez, aterra al resto. Resultado: atrae porque no crea indiferencia. Es más, genera debate en tiempos en los que es frustrante asistir a que la mejor promoción es desprender una ola de indignación.

Ahora, en la venidera temporada, Bertín Osborne regresa al show de varietés en Canal Sur, donde ya trabajó años atrás y que compatibilizará con 'Mi casa es la tuya'. El productor del programa, Pablo Carrasco, apunta en sus redes sociales que "Buscamos de todo, incluso al nuevo Bertín Osborne". La convocatoria de talentos que desfilarán por el nuevo espectáculo es amplia: presentadores, reporteros, cantantes, cocineros, humoristas. Y lo más interesante es la propuesta para encontrar a un nuevo Bertín. Porque, a priori, este formato no funcionará si es un batiburrillo de cosas que no cuenta con una premisa creativa que otorgue una dinámica poderosa y unitaria al show.  

Fue el gran acierto de 'Mi casa es la tuya' cuando nació en TVE con el nombre de 'En la tuya o en la mía'. Se fusionó la conservadora campechanía de Bertín Osborne con un punto de modernidad del género del docushow. El choque resultante fue poderoso, ya que consiguió mostrar a personalidades abriéndose en contextos íntimos que no acostumbran a enseñar, como su hogar. 

Un programa que llegó cuando la televisión necesitaba más calma en épocas de prisa. Se juntaron muchas variables y Bertín se reinventó. Pero, ¿cómo debe ser el Bertín Osborne del futuro? Como reclamo para vender el nuevo programa esta pregunta es un gran acierto, aunque sea un lastre para los candidatos. Porque Bertín Osborne es fruto de su generación, una generación criada en otra España. Porque la sociedad de hoy está en otro punto, y se identifica más con la naturalidad de la imperfección que con las apariencias del pedigrí del galán protector clásico. De sus cualidades como presentador hay que fijarse en que no le impone la cámara -pasa de ella-, que parece natural hasta cuando no lo es y que crea confianza con su destreza de seductor que hace equilibrio entre lo bromista y lo apuesto. Esto último suena muy retro. Así que quizá, por eso mismo, el mejor candidato a nuevo Bertín, hombre o mujer, será aquel que no se parezca nada a Bertín.  

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