OPINION

'España Directo': las claves olvidadas de un viejo éxito que se intenta reinventar para sobrevivir

Nuevo España Directo
Nuevo España Directo

España Directo llegó en 2005 a TVE con ruido de caceloras. Al otro lado del viejo Estudio 5 de Prado del Rey (rebautizado estos días como Estudio 4) los trabajadores de Televisión Española se quejaban por externalizaciones en la compañía. La sintonía del programa intentaba paliar a los manifestantes mientras Pilar García Muñiz arrancaba un formato que pretendía trasladar el éxito de Madrid Directo al ámbito nacional.

Más de 3000 programas después de aquel complicado estreno, la fórmula original de España Directo representa a los programas de proximidad de los que TVE debe ser abanderada, espacios que retratan la actualidad de una manera cotidiana y cercana. En este caso, a través de reporteros que el espectador termina conociendo y con los que termina empatizando. Esa es la esencia de un formato que se ha ido desvirtuando con el paso de los años en el que, como consecuencia, el rendimiento de audiencias se desgastó.

El principal problema que ha sufrido España Directo ha estado en que el programa no ha podido tomar el pulso a las preocupaciones sociales reales. Bueno, excepto los avatares climatológicos. Los reporteros se repetían en noticias cómodas para los poderes políticos y económicos: conexiones con la nieve en invierno y con playas en verano, todo aderezado con recetas de cocina en bares con nombre y apellido que eso siempre sube el share.

España Directo vivía un bucle de contenidos del que parecía no poder salir ni del que querían que saliera. Pero ahora, desde este lunes y dentro de la transición que vive RTVE en busca de recuperar su independencia y pluralidad, España Directo ha incorporado a dos rostros con larga experiencia en informativos, Ana Ibáñez y Diego Losada. Es evidente, La 1 quiere fortalecerse en esta franja horaria como referente en información pura y dura. Con estos dos periodistas al frente, España Directo podrá reaccionar a la información sin quedarse sólo en sucesos, gastronomía, noticias curiosas y reporteros con katiuskas en la nieve. Que también es importante, pero no puede ser lo único.

En los últimos tiempos, el programa ya ha incorporado una sintonía con energía de informativo serio. Asimismo ha ido enriqueciendo la gran pantalla que preside su plató con infografías y multipantalla que introduce al espectador en la variedad de conexiones en directo que tiene el programa cada tarde en diversos puntos de la geografía. Lo que se recalca a través de amplios grafismos que se introducen en emisión con una atractiva animación. 

ed: cantera de profesionales

Trampolín de Roberto Leal

Roberto Leal alcanzó su popularidad como reportero de España Directo. Su carisma destacó en la sección culinaria del espacio hasta que fue fichado, en 2010, por Antena 3. Allí creció como presentador y, en 2014, regresó a RTVE como conductor de un España Directo que volvía a La 1. Sería la antesala de su oportunidad para el asalto al prime time con Operación Triunfo. Su larga experiencia en programas en directo y conexiones a pie de calle ha sido crucial para destacar con una naturalidad sin demasiadas fisuras en un formato de entretenimiento tan complicado.

No obstante, es un programa de tarde y, para atraer a la audiencia, España Directo no debe perder la perspectiva de su ADN: un formato de reporteros en directo que el público termina conociendo y cogiendo cariño porque son cercanos, cómplices e incluso se permiten licencia para bromear cuando toca. La actualidad no está reñida con la complicidad. Sobre todo en un programa de tarde que no es un Telediario y cuenta con otro tono más distendido cuando el contenido lo admite.

Un tono que no está reñido con la información pura y dura. Y ahí es un acierto la incorporación de Ibáñez y Losada que cuentan con recorrido en informativos pero, además, atesoran versatilidad para la diversidad de enfoques que debe abarcar España Directo. Que debe abarcar, pues es un programa que nunca se ha atrevido realmente a enfilar el gran abanico informativo que se cuece en directo en la calle en las tardes. Faltan estrenos culturales: cine, teatro, exposiciones. Faltan movimientos sociales. Falta sentir que La 1 está en directo donde ocurre la noticia, sea de calado político, de circunstancia social o de visibilidad cultural.

En este sentido, España Directo debería crecer. Tras la marcha de Roberto Leal a proyectos de prime time, ya ha optado por unos presentadores sobradamente reputados y con un carisma por explorar, pero aún necesita dibujar mejor el elenco de reporteros -para que también sea una pluralidad de perfiles identificables por el público- y apostar por una puesta en escena que no parezca marquetería de otra época con una pantalla grande pegada.

La inauguración de los nuevos Estudios de Prado del Rey debería ser una oportunidad para poner a la vanguardia creativa los decorados de TVE. Esperemos que la cadena pública no caiga en la trampa de estrenar estudios en su emblemática sede histórica para remontar dentro de ellos los desfasados decorados que llevan soportando sus programas magacín en los últimos años. El espectador tiene que notar ese salto tecnológico, y España Directo debería beneficiarse de ello con una ambientación visual que impulsara su sello sin rival nacional.

Mostrar comentarios