Ciencia ficción vallecana

'Estoy vivo': claves para el éxito de una serie de superhéroes de barrio

Cuarta temporada de 'Estoy vivo0
Cuarta temporada de 'Estoy vivo0
TVE

La 1 de TVE es el único canal que actualmente invierte en una producción española diferente en cada uno de sus prime time semanales. Los lunes 'Maestros de la costura', los martes 'La noche D' con Dani Rovira, los jueves 'Cuéntame cómo pasó', los viernes 'Dos parejas y un destino' y, ahora, se ha instalado en los miércoles 'Estoy Vivo'. La serie creada por Daniel Écija retorna ya en su cuarta temporada con su ingenioso ejercicio que aúna ciencia ficción, costumbrismo de barrio español y televisión. 

Con estos mimbres, la historia crea un trepidante discurrir de tramas a través de unos superhéroes de pacotilla en los que es fácil sentirse identificado. Aunque su existencia dependa del hilo de las locuras de la fantasía, claro. Ahí está la gracia y fuerza de 'Estoy vivo': combina lo tangiblemente cotidiano de la familia española con la fantasía que permite soñar con lo imposible. Perfecto para atrapar a mayores y, a la vez, fascinar a niños. De hecho, el primer capítulo de esta nueva temporada mantiene ese punto trepidante de traviesa yinkana naif que da mucha risa a los más pequeños de la casa. Incluso con el protagonista Marquez (Javier Gutiérrez) interrumpiendo "el parte" meteorológico de 'El Tiempo' de La 1. Momento que remite casi a los gags de los inmensos 'Payasos de la tele'.

Y es que los protagonistas de 'Estoy Vivo' han necesitado recurrir al Pirulí que se asocia a TVE en la primera misión de su regreso. De esta forma, parte de la acción de la trama se desarrolla en las instalaciones de Televisión Española en Torrespaña. Se elige una construcción emblemática de la capital para conectar más y mejor el relato al imaginario colectivo. Es más, cuando el espectador más pequeño pase por el Pirulí su imaginación le recordará al papel de esta antenizada columna de cemento en la serie. Mitificar lo real siempre es un valor atrayente para cualquier producción audiovisual, pues potencia y aproxima la iconografía de la serie. 

Aunque, sobre todo, 'Estoy vivo' sabe tejer con destreza una coreografía de elementos de la cultura social que representan al espectador. Y lo hace sin ningún snobismo. De las emociones de las relaciones sociales (y los valores que cobijan) a la sonrisa que produce la imperfección humanas. El humor como arma para aprender de nosotros mismos. Tampoco la ficción olvida la sugerencia del erotismo, otro motor de la vida. Y también lo consigue sin snobismo.

Así el primer episodio hace honor a una de las frases de su introducción: "El tiempo es un misterio, cómo es posible que todo haya ocurrido tan rápido sin ni siquiera haberte dado cuenta". Porque el capítulo se pasa muy rápido. Consigue su objetivo: entretener a través de un elenco de personajes a los que es fácil comprender, pues cruzarán enlaces más allá de lo terrenal pero en lo fundamental no quieren aparentar ser nada que su audiencia no sea.

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