Lo visible. Y lo invisible. TVE sufre un problema de invisibilidad de algunas de sus producciones de calidad, que pasan desapercibidas en la marabunta de oferta audiovisual. De hecho, a veces, parece que la misma cadena desconfía de lo propio para apostar con más fuerza de lo ajeno .
El último trabajo que puede sufrir este efecto colateral es Nosotrxs Somos, una serie documental, de siete episodios, que se ha estrenado en la plataforma online de la corporación, PlayZ, y que realiza una completa radiografía de la historia del colectivo LGTBI, desde los setenta hasta nuestros días.
Cuatro décadas de maltrato, prejuicio, miedos, trabajo por la igualdad de derechos, superación de barreras mentales y, no menos importante, lucha por la visibilidad de esa diferencia que, al final, enriquece la sociedad.
Cuatro décadas que en Nosotrxs somos son plasmadas a través de la voz de los protagonistas del movimiento LGTBI pero, también, enfrentando a diferentes generaciones. Así el programa pone a charlar a invitados de diferente edad. Así aprende la experiencia de la inexperiencia y viceversa: de los pioneros que lucharon por los derechos -incluso acabando en prisión- a los más jóvenes, que viven en un mundo en el que, a priori, todo parece más fácil pero donde, al mismo tiempo, se mantiene una losa de prejuicios de una sociedad que no ha cambiado tanto como aparenta. Sólo hay que ver las encuestas callejeras sobre homosexualidad que emitía TVE a finales de los setenta y principios de los ochenta con argumentos de cliché que siguen socialmente hoy vigentes, como bien plasma esta serie documental de cuidada producción.
Históricos del movimiento como Armand de Fluvià y Jordi Petit, el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, los directores de ficción Javier Ambrossi y Javier Calvo o youtubers e influencers como Jedet, The Tripletz, Gominuke o Tigrillo, entre otros, aportan su testimonio a esta propuesta documental dirigida por César Vallejo, con realización de Bárbara Mateos, guion de Paco Tomás y Rafael Lobo, y asesoría de los historiadores Ramón Martínez y Gracia Trujillo,
Una tira documental que pretende dar visibilidad a la lucha del colectivo LGTBI y que, en cambio, corre el peligro de ser invisible más allá del público implicado, que ya conoce la dura historia del colectivo LGTBI. Paradojas de un tiempo en el que la gran oferta de contenidos audiovisuales hace más difícil que el espectador descubra esos mismos contenidos, sobre todo si no existen acciones extra para que estas propuestas lleguen al resto de la sociedad.
Ahí está otro reto decisivo para la radio televisión pública de hoy: romper techos de audiencia y que su trabajo llegue a más perfiles de espectadores. ¿Cómo? Poniendo el foco en la innovación a la hora de la divulgación del contenido. No relegando lo minoritario como una especie de trámite que se hace para ser colgado en el olvido de una web -que encima no cuenta con una definición clara, como pasa con PlayZ-. Al contrario, TVE necesita explicar lo minoritario para que se haga más mayoritario.
Por ejemplo, este tipo de documentales pueden venir acompañados de suplementos especiales en el portal digital de RTVE, con contenidos propios que a modo de revista interactiva potencien la experiencia de visionado del documental. También con píldoras a través de las redes sociales. Porque el espectador de hoy ya no va siempre a la televisión, la televisión debe acudir al espectador.
Sin olvidar el imprescindible valor que mantiene la emisión en la televisión tradicional. Trabajos como Nosotrxs Somos debería contar con un pase en La 2 dentro de un programa distintivo que organice y promocione el género documental de una manera atractiva.
No es nada nuevo, históricamente, La 2 viene contando con programas contenedores de diferentes documentales (Imprescindibles, Documentos TV, Arte...). Este tipo de formatos crean, cada semana, citas de interés que el espectador recuerda, pues interioriza que, en esa franja, se emiten documentales destacables. Entonces, no importa tanto el género o la temática y, cada semana, el público explora una nueva propuesta. Un público fidelizado que da una oportunidad al programador.
Ahora toca actualizar esta fórmula de programas contenedores en la segunda cadena, rejuveneciéndolos, modernizándolos y otorgándolos sensación de directo -la imagen de canal todo-enlatado ha hecho mucho daño a La 2-. Y la televisión tradicional no tiene fecha de caducidad, ya que es el escaparate donde el público descubre una oferta que luego también, después, puede consumir 'a la carta'.
Nosotrxs somos es un trabajo digno de prime time que recuerda que, en los nuevos tiempos y en los nuevos consumos televisivos, tan crucial como un buen resultado es mimar la visibilidad de esa producción para que el documental no sólo sea visto por los que ya conocen su contenido. RTVE no debe conformarse con el público que ya está, no debe quedarse en el trámite de producir para cumplir cupo y debe aspirar a inspirar con su trabajo a la diversidad de públicos. Sin ponerse limitaciones. Porque la tele pública está para traspasar las barreras, no para conformarse con las barreras.
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