ANÁLISIS 'LA SEXTA CLAVE'

Por qué La Sexta se ha inventado otro informativo más (y por qué Wyoming lo celebrará)

La segunda cadena de Atresmedia ha afianzado su programación en la información en directo.

Un momento de 'LaSexta Clave', el otro informativo de La Sexta
Un momento de 'LaSexta Clave', el otro informativo de La Sexta
Borja Terán

La Sexta ha estrenado otro informativo después del informativo. Suena redundante, sí. ¿No se marchará la audiencia ante tanta información? La diferencia está en que La Sexta no es La 1 de TVE ni Antena 3 ni Telecinco. No es un canal generalista al uso y ha encontrado la fortaleza en la complementariedad de la familia de canales de Atresmedia, donde existe una frecuencia de oferta más transversal (Antena 3) y otros más temáticos, lugar en el que La Sexta ha logrado ser muy competitivo como faro de información en directo que permite cierta experimentación.

Mientras que TVE ha infravalorado 'La 2 Noticias', La Sexta ha creado su propio informativo de autor, que enriquezca con más mirada su programación de actualidad. Y lo ha colocado a las nueve de la noche, justo después de su informativo convencional. ¿Qué sentido tiene un informativo tras otro informativo? En este caso, estamos ante un movimiento de pura táctica televisiva. La información deportiva ya no tira como antes, menos aún si no cuentas con derechos de imágenes de las grandes competiciones. Entre las noticias y el entretenimiento de 'El Intermedio', a La Sexta le surgía un socavón de programación que, como consecuencia, dejaba en muy malos datos de audiencia al comienzo del access prime time. O lo que es lo mismo: Wyoming arranca su noticiero satírico con la curva de share muy floja. 'El Intermedio' sufría no tener un programa previo más identitario que hiciera ruido a la hora de todos los 'Telediarios' convencionales .

Ahora ya lo tiene, se llama 'La Sexta Clave', está conducido por Rodrígo Blázquez (carismática voz de La Sexta Columna) y es un producto-sube-curva situado en la parrilla para calentar el share a Wyoming. Y la propuesta es un acierto porque se ha diseñado un formato con una entidad propia abrumadora, en forma y fondo. No pueden contar otra vez lo mismo de la misma forma. Por tanto, se diseña una dinámica con tono propio. Hay un diseño visual y también una sonoridad especial en la narración.

La táctica es contestar preguntas al espectador huyendo de los clásicos vídeos de explicación y apostar, directamente, por prescriptores con nombre propio que aparecen en el plató. Una gran pantalla redondea lo que explican en directo. Esto representa la televisión de acción en la que vivimos inmersos: el espectador demanda que le narren historias como siempre, pero mejor si son narradas en posición de tensión de directo. Quizá porque siente que ya ha leído todo antes en su móvil y busca conectar con 'últimas horas'.

Sin embargo, quedarse en la 'última hora' al final es un lastre para la televisión. El espectador premia aquello que aporte perspectiva y se fije en relevancias que otros no se han percatado. Ahí entra la importancia de la apuesta por narrar historias con mirada propia. Destacan los elaborados relatos de Joaquín Castellón fijándose en aquellas importancias que otros no siempre ven en grandes temas de la actualidad informativa. Porque no es lo mismo resumir un suceso, que narrar la historia desde los matices que hacen más comprensibles las motivaciones del suceso. En la historia está el interés televisivo, es lo que las clarifica de manera entendible lo que pasa en el ojo del espectador. Más aún si el espacio informativo llega después de que ya han contado la actualidad del día 'Al Rojo Vivo', 'La Sexta Noticias 1', 'Más vale tarde' y 'La Sexta Noticias 2'.

En este sentido, el tono y estética de 'Sexta Clave' es astuto. El formato marca su territorio con un lenguaje más urbano e incorporando microsecciones propias para romper escaleta y enfatizan su personalidad como "Pelea de Gallos'. Mientras tanto, el nombre que identifica la programa se sitúa constantemente en el centro de la base de la pantalla. No es baladí. Ahí recuerdan que son otra cosa. Un logotipo omnipresentemente sobreimpresionado que dice 'Sexta Clave' recuerda que esto no es lo mismo que lo del resto del día, aquí están las "claves". A la vez, el formato no cae en la trampa de la "finura" de los rótulos minimalistas y opta por un diseño contundente y colorista para ser consumido en todas las diferentes pantallas que se verá el programa. De la tele tradicional al móvil. Rótulos vistosos que componen estéticamente con lo que se narra. O lo intentan. Y que se coordinan con la gran pantalla del estudio, que opta por colores planos rotundos para dar más vistosidad a la escenografía de 'Al Rojo Vivo'. Lo que propicia que no se note que es el mismo plató.

Y los periodistas que aparecen en emisión están siempre de pie. La mesa ya no es necesaria en los 'Telediarios'. En este menos, sólo hay una especie de atril como elemento decorativo para que no esté tan vacío el set a un lado. Aunque se podría hasta eliminar. Así no hay barreras con el espectador y existe cierto dinamismo interpretativo en los presentadores que aparecen, otorgando un ritmo interno que distingue al programa del resto de espacios de noticias.

En sus primeros días, 'Sexta Clave' ha arrancado planteando bien sus posiciones. Porque cuando empieza un programa hay que exponer bien la declaración de intenciones que después ya evolucionará con el rodaje. Tanto de colocación en escena de los periodistas que aparecen en emisión, enfrentados de cara a cara, como en la forma de contar la noticia. Rodrigo Blázquez tiene autoría que puede crecer durante las semanas hasta ser una alternativa competitiva en esa franja. Sólo necesitan tiempo para asentarse en uno de los tramos más complicados de la feroz batalla televisiva en la que La Sexta lleva tiempo teniendo claro que la paciencia es fundamental para asentar las fortalezas de tu sello propio y complementario en el espectro audiovisual. Aunque las audiencias, a veces, sean unas impacientes. 

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