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Tirar de pala para que los políticos no 'tiren de foto' en el telediario

Colegio nieve Madrid
Tirar de pala para que los políticos no 'tiren de foto' en el telediario.
EFE

Una de las informaciones que más llamaban la atención sobre la tremenda nevada que ha caído en España fue el repaso que se hizo sobre cómo se reaccionaba en las principales capitales europeas del norte, acostumbradas a este tipo de periplos, y el contraste que supone con lo que ha ocurrido aquí. Sobre todo en el caso de Berlín, donde es obligación legal de los vecinos de un inmueble quitar la nieve de la calle en el tramo que corresponde a su fachada, bajo amenaza de multa por falta de educación cívica. Es cierto que en las principales capitales afectadas y en los pequeños municipios han sido muchos los vecinos que han ‘tirado de pala’ desde que dejó de nevar para aportar su granito de arena en lo de limpiar las calles. Pero también es verdad que si eso fuera una obligación legal en España, o en Madrid, el Gobierno o el municipio se habían hinchado a poner sanciones.

Lo que está claro es que no estábamos preparados para una nevada como esta y, además, que no nos podemos fiar de que ediles y políticos nos saquen de las garras del hielo. Una semana después, todavía hay cuadrillas de padres de alumnos organizándose con picos y palas para abrir paso a los colegios de sus hijos, y siguen faltando máquinas para rescatar gente en pueblos aislados en Teruel, Cuenca o Guadalajara, unas de las zonas más despobladas de España. Limpiar la calle es una cosa, pero que hayan pasado siete días y se siga sin acceder a los colegios, los pueblos perdidos o algunas calles principales de las ciudades, debería sonrojar a más de un político. 

Se puede argüir que es ilógico tener una legislación como la alemana en el país del sol y playa, pero tal vez una arenga política o un bando de urgencia en el que se conmine a la población a echar una mano, no habría venido mal. Claro que eso puede costar un montón de votos e ir en contra de los principios de quien se dedica a hacer política superficial y populista, pero a veces hay que hacer de tripas corazón y buscar el camino más eficaz posible para salir de una emergencia, aunque sea doloroso. Hay tiempo para disfrutar de la nieve y hacerse fotos, y para colaborar con la comunidad de vecinos y abrir paso a lo más urgente. La población ha demostrado que está dispuesta a ayudar en lo que haga falta.

La única excusa que cabe argumentar es la del  mus: ‘Después de visto, todo el mundo es listo’, porque nadie esperaba ver un metro de nieve de espesor en el centro de España a lo largo de su vida. Pero también es cierto que la falta de previsión, sobre todo en las grandes capitales, como Madrid, se ha hecho patente a medida que pasaban los días y sus responsables se dedicaban a hacerse fotos en los centros de control, y aprovechar para echar la culpa al contrario, antes que buscar soluciones, aunque solo sea porque más vale tarde que nunca. 

Mientras, con las obras paradas, las empresas de maquinaria no dan abasto en alquilar todo tipo de vehículos que puedan arrastrar algo, aunque estén averiados. Con que se muevan, vale. Quién les iba a decir en plena crisis que iban a tener colas de gente en la puerta de las naves de los polígonos industriales esperando para alquilar cualquier excavadora, pala, niveladora, tractor, camión con cuchillas, etc… que pueda ser útil, a una media de 50 euros la hora (un 40% más que el precio normal). Lo de tener una quitanieves disponible ha llegado a ser un privilegio… Todo el mundo que podía hacer algo ha trabajado a destajo, cobrando o gratis, qué más da cuando hay una emergencia de ese calibre delante. 

Lo más lamentable de todo y que no tiene ninguna justificación es convertir el caos en una oportunidad política para buscar culpables y entablar reproches entre gobiernos autonómicos, ayuntamientos y ministerios implicados en la “emergencia”, que han movilizado hasta al Ejército. Nunca fue tan grato ver a los soldados por las calles que quitando hielo, salvo si, de nuevo, se utiliza su ayuda como excusa para hacerse una foto y salir en el telediario para que lo vean quienes, desde el otro lado del espectro político, piden zona “catastrófica” e intentan también descargar la responsabilidad en el Estado. 

Mientras los políticos dan vueltas de montón en montón de nieve y la gente sufre las inclemencias del tiempo con resignación, llega la hora de las indemnizaciones, del “qué hay de lo mío”. La eficacia de las grandes firmas de seguros en los casos de los desperfectos en coches e inmuebles será una vía muy eficaz para minimizar y agilizar todo el proceso. Seguro que lo hacen mejor que la Administración y con un coste que tienen asumido. El problema estriba en el daño a la actividad empresarial o el lucro cesante de quienes no han podido trabajar estos días por la nieve, o han visto reducida su actividad de forma significativa. Primero, porque la mayor parte son los mismos que ya estaban azotados por la Covid y con todas las medidas fiscales posibles para paliar su situación que contempla la Ley; y segundo, porque es muy difícil poner un precio justo a algo que ha venido del cielo y cuyas consecuencias nadie podía prever. Claro que, antes de calcular ese precio, yo le preguntaría a cada cual si hizo algo por coger una pala o alquilar una máquina… Aunque solo sea para que lo tenga en cuenta cuando vuelva a nevar así.

La actuación del Gobierno central bajará de intensidad en la semana que entra y los rincones que quedan por limpiar serán cosa de alcaldes y presidentes/as autonómicos, con ayudas o sin ellas. La UME y poco más. Será imposible callar el gallinero mediático y político de unos y otros, sobre todo si en un alarde de audacia política se mezclan los efectos de la pandemia, el gatillazo de las elecciones catalanas y el hielo de las calles de Madrid y alrededores. No sabemos si volveremos a ver nevadas como esta, pero lo mejor es tener palas, máquinas avisadas y precontratadas, y más solidaridad de toda la población si es necesario, aunque sea por imperativo legal como en Alemania, para que no nos vuelva a pasar algo así y no demos oportunidad a los políticos para tirarse los trastos de mala manera en la tele.. 

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