Opinión

Transición energética y conflicto rural-urbano

La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, durante un encuentro de trabajo con la comisaria europea de Energía, en la sede del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a 21 de febrero de 2022, en Madrid (España). Durante la cita, han abordado los altos precios energéticos que se extenderán al menos hasta 2023 y la preparación por parte de Bruselas de nuevas medidas para España con el fin de atajar la crisis de altos precios. 21 FEBRERO 2022;ENERGÍA;MEDIO AMBIENTE;UNION EUROPEA;EUROPA;MEDIO AMBIENTE Marta Fernández / Europa Press 21/2/2022
Transición energética y conflicto rural-urbano. 
Europa Press

En las pasadas elecciones generales emergió el conflicto rural urbano con la llegada de Teruel Existe al parlamento de la nación. En Francia los chalecos amarillos permitieron visualizar que el conflicto es global y España se une a la tendencia internacional. El conflicto es muy complejo y hay que ser cuidadosos al analizarlo. En este artículo sólo analizaré como afecta a la transición energética, pero es importante no perder la visión global del mismo.

Con Salvador Arenere de ADEA quedamos en organizar un foro en Teruel sobre el tema al cual invitaríamos al gobierno central, autonómico, alcaldes y asociaciones de la zona. Al final las agendas lo impidieron y la pasada semana organizamos un mini foro para debatir. Lo organizamos en Mas de Cebrián, una antigua masía familiar hoy convertida en hotel rural de encanto. La masía está en la sierra Gudar-Javalambre a 1.550 metros de altitud sobre el nivel del mar, junto a una estación de esquí, y a tan sólo 60 kilómetros en línea recta con el mar Mediterráneo. Y la zona se incluye en un plan de desarrollo de renovables denominado Maestrazgo.

El proyecto lo desarrolla una empresa local que se dedicaba a la carne y que nunca había tenido ninguna relación con el mundo de la energía. Tras el impuesto al sol, el gobierno del PP rectificó y anunció subastas para nuevos desarrollos de renovables. Tras la inseguridad jurídica generada, las empresas eléctricas y los fondos internacionales no acudieron a las subastas. Se rebajaron las exigencias y aquello permitió la entrada de nuevos entrantes. Las personas del territorio se quejan de que el proyecto se ha desarrollado sin planificación y vendiendo progreso y riqueza para la zona. Pero ahora descubren que son proyectos con escaso impacto sociolaboral en el territorio. En la vecina Andorra, donde se ha cerrado la central térmica, se obliga a los desarrolladores a incluir planes de impacto de empleo en el territorio y son determinantes para ganar los proyectos.

El mismo problema que sucedió con la globalización se repite con la transición climática. La instalación de molinos y placas fotovoltaicas reduce las emisiones, abarata la electricidad de los consumidores, de la industria, etcétera. Pero hay perdedores que rechazan el desarrollo ya que ellos no se benefician o incluso les perjudica. El movimiento en toda España tiene como lema 'renovables si, pero así no'. Sabemos por experiencia que en la práctica este “sí, pero” es de facto un no. Sería más entendible 'renovables sí, pero no en mi pueblo o en mi parcela, traduciendo a Román Paladino el célebre efecto NIMBY ('not in my back yard') anglosajón. Por ejemplo, enfrente de Mas de Cebrián está la única pradera de toda la sierra y les van a instalar una planta fotovoltaica de 180 hectáreas que verían los huéspedes al despertarse o al bajar a desayunar. La pregunta que nos hicimos los foráneos es ¿con casi toda España vacía no hay otro lugar para poner plantas que frente a un hotel que genera riqueza y turismo a todos los pueblos de una de las zonas más despobladas de España?

Es evidente que hay problemas de planificación. En estos momentos hay casi el triple de solicitudes de plantas para conectarse a la red que necesidades de demanda previstas en el plan enviado por el gobierno a Bruselas. Como en la burbuja inmobiliaria, hay promotores para los que el fin justifica los medios y ayudan a explicar el conflicto. Es necesaria y urgente la intervención del estado con una regulación de ordenación territorial de bases para toda España y de las comunidades autónomas con desarrollos de sus normas de ordenación del territorio o esto acabará de nuevo en desafección y crisis institucional.

El potencial estimado de autoconsumo en España es de 10 gigavatios, pero las necesidades de demanda de renovables serán diez veces mayores

Pero cuando alguien denuncia un problema, debe aportar una solución o se convierte en parte del problema. En el foro de la semana pasada se repitieron los mismos argumentos que defienden las asociaciones a nivel nacional. No quieren grandes plantas renovables ya que son especulativas porque buscan la rentabilidad (sic). Pero nos dijeron que exigen que una parte de esos beneficios se repartan comunalmente entre los vecinos. Versionando a Groucho Marx “nuestra identidad y nuestros paisajes son principios inquebrantables, pero si ganamos dinero los cambiamos”.

Dicen que el futuro es el autoconsumo y que se priorice los tejados de los bloques de viviendas y empresas antes que las zonas rurales y que la energía sea un problema de proximidad. El potencial estimado de autoconsumo en España es de 10 gigavatios, pero las necesidades de demanda de renovables serán diez veces mayores. En un bloque de viviendas de una ciudad hay más población que en la mayoría de los pueblos de España, pero su gobernanza y toma de decisiones es más compleja que la de las zonas rurales.

Teruel podría ser la Arabia Saudí de la próxima década y producir energía excedentaria para el resto de España y también para exportar a Europa donde hay la mitad de horas de sol y de recursos que en España. Para que el desarrollo sea inclusivo y beneficie a la mayor parte de personas del territorio es necesario una buena regulación y no dejar que el capitalismo depredador gestione el recurso. Pero las asociaciones de este movimiento y los partidos que las apoyan dicen que prefieren preservar el paisaje. El paisaje es un recurso sociocultural y socioeconómico de primer nivel, pero su calidad y grado de protección se pueden objetivar sin necesidad de contraponerlo de forma absoluta al desarrollo de las renovables. Además, el paisaje no permite generar recursos económicos suficientes como para pagar pensiones, sanidad, educación o dependencia.

El mismo problema que sucedió con la globalización se repite con la transición climática

El conflicto existe, pero las dos partes están forzadas a entenderse. Lo rural está envejecido y depende de las pensiones y la sanidad del Estado, cuyos recursos se generan principalmente en ciudades. El Estado está sobre endeudado y las pensiones y la sanidad son insostenibles. Por lo tanto, o España aprovecha la oportunidad histórica de las energías renovables para producir energía más barata que nuestros competidores y desarrollar la industria y el empleo o en el futuro habrá recortes del estado de bienestar y el fenómeno de la despoblación será aún más intenso. Paradójicamente los que defienden luchar contra la despoblación están pidiendo medidas que acelerarían el proceso.

La España rural recibe enormes cantidades de subvenciones de la política agraria común que pagamos todos los europeos. Las comunidades autónomas más despobladas se benefician de más transferencias de impuestos que el resto para soportar costes de sanidad y educación más costosos por la dispersión que pagamos todos los españoles. El principal problema de las zonas despobladas es la ausencia de suficiente conectividad digital y de empresarios o pequeños emprendedores que desarrollen proyectos rentables sin subvenciones. Los gobiernos de Aragón, Castilla y León y Castilla la Mancha han promovido que en zonas despobladas haya menores impuestos para que sea más atractivo desarrollar estos pequeños negocios, particularmente de jóvenes y especialmente de mujeres que son los que fijan la población. Sin duda, una gran iniciativa.

Es necesario un dialogo para resolver el conflicto. Yo soy de Palencia, zona despoblada, y tengo una enorme sensibilidad rural. Pero si esto va de oponerse al desarrollo futuro de mis hijos y de las siguientes generaciones que pagarán mi pensión, a mi tendrán en contra.

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