Opinión

La vieja normalidad, de nuevo

Iglesias y Sánchez
La vieja normalidad, de nuevo
EFE

Enfilamos el verano y lo más relevante desde un punto de vista electoral de la encuesta elaborada de DyM, es el claro desgaste que sufren los dos partidos que forman la coalición de gobierno, ya se dejan entre ambos cuatro puntos de apoyo electoral con relación a los comicios de noviembre. En frente, una subida moderada de populares y de Ciudadanos ante el estancamiento de Vox. Dentro de este relativo castigo al Gobierno hay que encuadrar hechos como que los españoles suspendan la actuación que el Ejecutivo ha realizado durante la pandemia. Solo los posicionados más a la izquierda le dan una buena nota, mientras que desde el centro hacia la derecha el suspenso no tiene paliativos. 

Esta desconfianza se refleja también en el hecho de que dos de cada tres españoles crean que la cifra de muertos es muy superior a la reconocida por el presidente Sánchez, y es que apenas un tercio de los votantes socialistas desconfían de la cifra facilitada por el Gobierno. Además, siete de cada diez españoles creen que el virus volverá con fuerza, y ante la amenaza de un grave rebrote la opción de futuro preferida por los ciudadanos es que, frente a la situación actual, se explore una vía de acuerdo entre los tres partidos constitucionalistas (son también mayoría los votantes del PSOE que prefieren esa opción a continuar con el esquema actual). 

La sociedad cree que llegarán tiempos duros también en lo económico: cada vez son más los que temen por su empleo y, para la gran mayoría, las ayudas europeas van a llevar aparejadas duras condiciones, frente al relato que está intentando imponer el gobierno, y quizá por eso esta reagrupación que se apunta en los partidos que defienden sin ambages el actual modelo constitucional. Ante este panorama, es razonable colegir que quizá sea Podemos el gran derrotado de estos meses: no está siendo capaz de capitalizar su presencia en el Gobierno, la valoración de su líder no remonta el vuelo y, de los cuatro grandes partidos, es el que menor fidelidad de voto presenta. Malos augurios, además, para las dos elecciones autonómicas que tendrán lugar en pocos días en Galicia y en el País Vasco.

En defnitiva, parece que los españoles creen que la pesadilla no ha terminado y que solo estamos en medio de una tregua; quizá por eso, la encuesta muestra indicios de que volvemos a la vieja normalidad. Se corrige así, poco a poco, el movimiento de placas tectónicas que sacudió nuestro sistema político a partir de la primavera de 2014. Aquel año, por cierto, el cantautor madrileño Ismael Serrano abogaba en 'La llamada', una hermosa canción sobre la crisis, por que el miedo cambiara de bando. El tiempo le ha dado la razón, aunque no en el sentido que él imaginaba.

*Manuel Mostaza Barrios es politólogo y Director de Asuntos Públicos de ATREVIA

Mostrar comentarios