Alimentación 

Cómo conservar las patatas para que no se pongan malas

Estos tubérculos necesitan condiciones especiales de luz y temperatura.

El robo de 50 kg de patatas le puede salir caro.
Las patatas son un alimento versátil y económico.
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En toda cocina que se precie hay patatas. Estos tubérculos son muy versátiles, económicos y saludables. Tienen una baja concentración de carbohidratos por cada 100 gramos de peso, por lo que son alimentos saciantes y fuente limpia de este macronutriente aunque, todo está como siempre, en la manera en la que se cocinen. 

Cocidas, hervidas, al horno y (preferiblemente menos a menudo) fritas, las patatas sirven para acompañar cualquier plato y como protagonista principal de nuestras preparaciones. Además, las patatas son muy económicas y aunque depende de su variedad, el precio por kilo suele rondar el euro, así que es habitual comprarlas por kilos. 

Para evitar que, mientras esperan su turno a ser consumidas, se estropeen, es necesario almacenar las patatas con un cierto cuidado, teniendo en consideración sus necesidades como tubérculos. 

Oscuro y seco

Ni en la nevera ni en la encimera. Las patatas necesitan un lugar oscuro y seco para mantenerse en correctas condiciones. Lo mejor es apostar por un armario donde no llegue la luz del sol y, en caso de comprarlas en grandes cantidades, incluso sopesar bajarlas a alguna bodega o trastero (si están a disposición). La humedad de la nevera provocará que se estropeen mucho más rápido y tengan un sabor dulzón desagradable y la luz causa la aparición de compuestos químicos que les dan un tono verdoso (y tóxico).

Lo primero que habrá que hacer a la hora de guardarlas es cambiarlas de recipiente: las patatas necesitan respirar y las bolsas de plástico no son el contenedor idóneo. Una caja de madera o rejilla y papel de periódico o bolsas de papel serán el recipiente ideal. En cuanto a temperatura, las patatas se mantienen entre los 7 y los 11 grados, un exceso de calor por encima de los 20 grados provocará que se oxiden.

Por último, no hay que hacer caso a los trucos que recomiendan guardar las patatas junto con cebollas o manzanas: tener vecinas no les sienta bien. Otros alimentos liberan compuestos que aceleran la descomposición de estos tubérculos, por lo que es mejor guardar cada tipo de vegetal por su lado y en su recipiente.

Tampoco es aconsejable congelar las patatas ya que perderán su textura y composición, aunque es verdad que meterlas al congelador no supone ningún riesgo para la salud, solo para el paladar. Una vez cocidas, bien secas, pueden guardarse en la nevera en un recipiente hermético durante al menos tres días. 

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