El sector oficinas afronta otra crisis

Las empresas piensan en el 'coworking' para ahorrar los costes de una gran sede

Grandes compañías estudian impulsar los espacios de trabajo compartidos gestionados por otras firmas para compaginar presencialidad y teletrabajo. Sectores como el de la consultoría seguirán en sus edificios.

Se reanudan las obras de la Torre Caleido, la quinta torre, el día en el que se reactiva la actividad laboral no esencial en las empresas cuyos empleados no puedan teletrabajar cuando se cumple un mes desde el inicio del estado de alarma decretado a consecuencia del coronavirus, en Madrid (España), a 13 de abril de 2020.
13 ABRIL 2020 COVID-19;CORONAVIRUS;CONSTRUCCIÓN;PANDEMIA;OBRAS;ENFERMEDAD;GRÚA;MAQUINARIA
Eduardo Parra / Europa Press
  (Foto de ARCHIVO)
13/4/2020
Las empresas piensan en el 'coworking' para ahorrar los costes de una gran sede
Europa Press

El giro a la forma de trabajar que provocó el coronavirus sigue notándose en las estrategias más inmediatas de las empresas. El gran atractivo que ha adquirido el teletrabajo entre las plantillas y el interés de las compañías en combinarlo con la presencialidad está motivando que estas últimas se replanteen si necesitan grandes centros de trabajo en los que centralizar su actividad. Es decir, si ahora mismo es necesario que cuenten con una gran sede para sus empleados si todos ellos no están presentes por cumplir sus funciones desde casa. Lo que está llevando a que compañías muy destacadas estén estudiando apostar por entornos de 'coworking' (oficinas compartidas) para esta nueva era de las relaciones laborales, según explican fuentes del sector a La Información.

Esta idea ha empezado a calar con fuerza en los últimos meses tras el fin de la gran mayoría de las restricciones sanitarias por la pandemia. Ya con el fin del verano de 2020 y la reactivación de parte del trabajo presencial, se vislumbraron dos escenarios. El primero es el de que podía no ser necesario tanto espacio. Esto se vio cuando las firmas optaron mayoritariamente por establecer turnos o burbujas para que siempre coincidieran los mismos empleados en entornos cerrados. Algo que combinaban con el teletrabajo, por lo que las oficinas estaban a mitad de capacidad. La extensión en el tiempo de la apuesta por esta práctica es la que ha llevado a la reflexión de que quizá pueda ser más rentable decantarse por un 'coworking', según las fuentes consultadas. 

Otro factor que está empujando a esta práctica es que hay empresas que actualmente no cuentan con una sede fija por el fin de sus contratos de alquiler. Este escenario es el que afrontaron muchas compañías que, o bien no renovaron las rentas con sus caseros, u optaron por buscar una salida a los mismos por motivos económicos o de eficiencia, como señalan las fuentes consultadas. Con la posibilidad de volver a la normalidad de manera progresiva, estas empresas se encontraron con que no tenían un sitio fijo que ofrecer a los empleados o en el que recibir a clientes, socios o proveedores. Por lo que el espacio de trabajo compartido fue el asidero del que tiraron para salir adelante. 

Como señalan las fuentes consultadas por esta redacción, las que más profundamente están yendo a este modelo son las compañías que tienen una actividad de negocio más estable. Es decir, las que no dependen tanto de salir a la caza de contratos y no trabajan a temporadas. Entre ellas estarían las que suelen contar con grandes volúmenes de licitaciones o que tienen una cartera de clientes muy estable. El sector de la informática y ciertos ámbitos de la ingeniería son otros de los que están movilizándose cada vez más hacia los coworking. Entre estas hay empresas muy destacadas que ya están en el proceso de decir adiós a sus grandes sedes, insisten las mismas fuentes.

En el otro lado hay otros sectores que tienen claro que no pueden decantarse por un adiós a los edificios que, en muchas ocasiones, pueden ser incluso un emblema para su marca. Aquí entrarían las grandes consultoras que luchan por auditar o encargarse de la asesoría de otras empresas. El motivo es que conseguir contratos depende en gran parte de los recursos que puedan ofrecer al cliente. Y una sede determinada puede ser clave para ello. Además, tampoco hay planes de este tipo en las industrias o las que se dedican a la fabricación de medios de transporte. Como destacan las fuentes consultadas, una gran parte de ellas suele disponer de sus oficinas en el mismo área en el que se realiza la producción.

Otra crisis en las oficinas clásicas

Estas circunstancias son las que han facilitado ese auge del 'coworking', que se ha traducido en un incremento considerable de las inversiones o de la adaptación de las plantas de los activos para destinarlos a ese servicio. Lo mismo ocurre con los espacios flexibles o 'flex space', aunque estos últimos no tienen por qué acoger a grandes empresas como tal y suelen ser más utilizados por los autónomos. Estos se adaptan tanto a las que tienen modalidad semipresencial como a las que han abrazo el teletrabajo por completo. De hecho, firmas tan potentes como Emperador, Merlin Properties o Colonial ya disponen de divisiones de este tipo, al ser conscientes de que cuentan con una demanda al alza. 

Dicho cambio de paradigma en el trabajo presencial es el que ha acentuado la crisis que aún vive el sector clásico de las oficinas. Como señalan las fuentes consultadas por esta redacción, los informes de los últimos meses en los que se habla de una recuperación de las mismas son muy "prematuros". Los datos de las cuentas semestrales de las socimis especializadas avalan que este ámbito no se ha recuperado. Un ejemplo es el de GMP, cuyo beneficio se desplomó un 97% en el primer semestre por el golpe a los activos de este tipo que posee.

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