"No tenemos ningún deseo o interés de ver una escalada de tensiones en nuestro vecindario", subrayo Zarif en una carta a Ban, la que le pide retransmita al Consejo de Seguridad y a la Asamblea General de la ONU.
"Debemos estar todos unidos frente a las amenazas que siguen imponiendo sobre todos nosotros los extremistas", añade el texto.
Zarif, sin embargo, advierte que Riad "debe hacer una elección crucial: continuar apoyando a los extremistas y alimentar el odio sectario u optar por relaciones de buena vecindad y jugar un papel constructivo en favor de la estabilidad regional".
"Esperamos que Arabia Saudita pueda ser convencido y que escuche la voz de la razón", añade el texto del cual la AFP obtuvo una copia.
Zarif recuerda las numerosas quejas que Teherán tiene sobre el comportamiento de Riad, específicamente "los bombardeos sauditas que afectaron las instalaciones diplomáticas iraníes en Yemen" en abril y septiembre de 2015 y la más reciente este 7 de enero.
El ministro aseguró además que Riad trata de sabotear el acuerdo nuclear firmado por Irán con las grandes potencias mundiales en julio.
También insistió en sus denuncias sobre el "apoyo a terroristas extremistas en Siria" y el "maltrato a los peregrinos iraníes" por parte de Arabia Saudita, que lleva a cabo en Yemen "una campaña necia que golpea a la población" civil.
Arabie Saudita rompió sus relaciones diplomáticas con Teherán tras una serie de ataques contra su sede diplomática en Teherán. Esta decisión fue replicada por otros socios regionales de Riad.
Bahrein, Sudán, Yibuti y Somalia anunciaron que rompieron sus relaciones diplomáticas, Emiratos Arabes las redujo mientras Kuwait, Catar y las islas Comoras llamaron a consultas a su embajador en Teherán.
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