Muere Hugo Chávez, el revolucionario que se embriagó de poder

    • Su extraña mezcolanza de régimen autocrático y democrático le mantuvo en el poder durante 14 años.
    • Pasó de tildar de dictadura el gobierno de Fidel Castro a buscar cobijo entre sus brazos para su último aliento, aunque al final murió en su país, Venezuela.

Murio Hugo Chávez
Murio Hugo Chávez

Una vez un niño de una zona rural de Venezuela, llamado Hugo, soñó con acabar con las injusticias del mundo. Dicen que fue en el colegio donde quedó prendado de un personaje histórico en América Latina que más tarde se convertiría en el eje de su discurso: Simón de Bolívar.

Muchos se unieron a su sueño y lo apoyaron cuando llegó al poder, con la esperanza de que acabara con la pobreza que muchos sufrían. Hoy, tras su muerte, muchos siguen creyendo en aquel militar de carrera que tras un intento fallido de golpe de Estado allá por 1992 contra Carlos Andrés Pérez, finalmente se pudo proclamar presidente democráticamente seis años más tarde. Por aquel entonces llegó a tildar de dictadura la Cuba de su posteriormente fiel amigohasta la muerte, Fidel Castro.

Algunos de quienes confiaron en Hugo Chávez en su primera campaña electoral, conquistados por sus promesas de justicia social, quedaron decepcionados cuando su gobierno comenzó a adquirir tintes dictatoriales. Otros nunca le dieron su confianza.

"Hugo Chávez tiene el mérito de haber colocado la discusión del tema social y de la pobreza al frente de agenda pública [venezolana], mérito innegable", reconoce el opositor Diego Arria, embajador de Venezuela ante la ONU justo en la época del fallido golpe de Estado promovido por Chávez. "Pero es innegable también que un hombre que llegó a tener a su inicio cerca del 70% [del apoyo popular] y con la mayor riqueza en toda la historia de nuestro país, en lugar de empoderar a la gente, se empeñó en mantenerlos como rehenes de su régimen", añade.

En una extraña balanza, donde las urnas apoyaron clara-, repetida- y democráticamente (no sin ciertas irregularidades) a su presidente, el comandante se enfrentó a graves críticas dentro y fuera de sus fronteras. Y es que no le tembló la mano a la hora de tomar polémicas decisiones, como expropiar de la noche a la mañana pequeños negocios, censurar medios de comunicación hasta el punto del cierre (ahí queda el ejemplo de Radio Caracas Televisión) o nacionalizar numerosas empresas o recursos, como el cuantioso petróleo o el actual valor seguro del oro.

"Pese a beneficiarse del mayor boom petrolero de su historia, la ondulante economía venezolana ha crecido menos que las principales economías del entorno, y no ha mejorado su estructura productiva, más señoreada que nunca por los hidrocarburos", indica la biografía de Chávez publicada online por el Centro de Estudios y Documentación Internacionales de Barcelona (CIDOB).

Su genio quedó al descubierto en episodios como el enfrentamiento con la periodista Andreína Flores, que se atrevió a plantearle la posible inconstitucionalidad de sus medidas. Chávez hizo gala de su locuacidad una vez más, acostumbrado a hablar a las cámaras tanto para vender lavadoras, como para formular sus arengas "bolivarianas" en su programa 'Aló Presidente'.

"Chavez llega a su primera presidencia promovido y financiado por importantes grupos empresariales, medios de comunicación que pensaron que era más fácil manejar a un teniente coronel que a los partidos políticos, error monumental que trajo la tragedia que hoy sufrimos", opina Arria.

El comandante, sabía comunicar. De eso no cabe duda. Incluso fue uno de los líderes mundiales que antes se subió al carro de Twitter con su @chavezcandanga, desde el cual siguió gobernando en cierto modo durante sus diversas estancias para su tratamiento en Cuba. Solo en su último viaje, pasó el mando temporal a su número 2 y ex ministro de Exteriores, Nicolás Maduro. Casi 4,2 millones de seguidores tenía en diciembre de 2012, mientras luchaba contra el cáncer arropado por sus aliados Raúl y Fidel Castro. En el momento de fallecer, le seguían casi 4,2 millones de usuarios.

La llamada "Ley Habilitante" fue una herramienta recurrente de corte autocrático durante las consecutivas legislaturas, en las que Chávez acumuló 14 años de un poder marcadamente personalista. Solo perdió el control durante dos días en un fallido golpe que intentó desbancarle en 2002. La 'Ley Habilitante' consiste en aplicar un decretazo que le otorgaba poderes excepcionales hasta 18 meses para poder legislar sin contar con el Parlamento. La última vez se aseguró estos poderes especiales hasta la campaña electoral del año pasado.

El presidente que convirtió el chándal en un traje, se hizo amigo no solo de otros gobiernos afines de América Latina –incluso de Lula da Silva-, sino que defendió a ultranza a los ampliamente denostados Mahmud Ahmadineyad (Irán), Muamar al Gadafi (Libia) o Bashar al Asad (Siria). A estos dos últimos los siguió apoyando durante la Primavera Árabe y aún cuando los países occidentales finalmente decidieron darles la espalda a ellos y a sus negocios tras sus abiertos ataques a civiles, denunciados por organizaciones humanitarias y la comisión de Derechos Humanos de la ONU.

Aún con unas cifras de una peligrosidad galopante que han convertido a Caracas en la sexta ciudad más violenta del mundo y una inflación que llegó a alcanzar el 27% bajo su mandato, el carismático mandatario fue reelegido el pasado 7 de octubre (con la inflación en el 16%).

Había asegurado estar curado del cáncer cuyo tratamiento comenzó en Cuba en 2011 y su Gobierno reafirmó que había "Chávez para rato" al inicio de su última visita a La Habana. No ha sido así. Ahora los venezolanos tendrán que reinventarse tras más de una década marcada por un chavismo, cuya prolongación se antoja cuanto menos difícil sin su carismático líder.

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