Ya avisamos de que a Kate Middleton le había salido una dura rival que ya le está haciendo sombra. La llegada de la actriz estadounidense Meghan Markle a la familia real británica ha supuesto un auténtico terremoto...pero en el buen sentido. La joven de 36 años ha caído en gracia en Reino Unido y los ciudadanos la adoran al mismo tiempo que los medios se vuelven locos con su estilo. Una forma de vestir que ya es de las más imitadas en medio mundo gracias a sus impecables looks.
El día de su enlace con el Príncipe Harry cosechó numerosos halagos por el Givenchy que eligió para la ceremonia. Si bien fue el segundo vestido el que acaparó todos los elogios. Un Stella McCartney en color blanco con escote halter sin mangas que le sentaba como un guante y que realzaba aún más su belleza que el primer traje. Causó tanto furor que muchas mujeres se lanzaron a buscar réplicas en multitud de tiendas. Pero ahora, tienen la solución: ya pueden llevar el mismo vestido que la duquesa de Sussex.
En vista del éxito obtenido con este diseño, Stella McCartney ha anunciado que va a sacar a la venta 46 vestidos exactamente iguales que el de Markle, la mitad en el color blanco del original y, la otra mitad, en negro. De este modo, dará opción a quienes quieran utilizarlo para casarse y a quienes lo prefieran para algún evento o fiesta, ya que es un vestido muy sencillo pero sumamente elegante que se puede emplear en otra ocasión especial.
Eso sí, quienes quieran uno deben darse prisa, porque la hija del Beatle Paul McCartney no va a vender más que 46 copias. Ni una más. Por ello, ya ha abierto una lista de espera para que las interesadas se apunten. El precio del diseño también está establecido de antemano: 4.000 euros. Una cantidad que, si bien es elevada, es asumible para muchas personas, sobre todo para las que estén buscando traje de novia, pues es una cantidad que se puede llegar a pagar en otras firmas nupciales por un diseño a medida.
Así, Meghan Markle ha conseguido lo nunca visto: que un diseñador recree el vestido de novia de un personaje célebre y que, además, lo saque a la venta. McCartney ha visto que podía sacar partido al enorme tirón que tuvo su diseño y no ha dudado en hacerlo antes de que el 'efecto Meghan' se acabe. Aunque prevemos que durará bastante.
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