El pianista Lang Lang descubre "lo bello" que es ser una persona "real"

  • Madrid.- Aparte de dar conciertos de piano, a Lang Lang, que acaba de grabar "Live in Vienna", le gusta el cine "y el jacuzzi", pero, desde agosto, la primera vez en sus 28 años de vida que "veranea", también le "encanta" estar de vacaciones, un tiempo en el que ha descubierto lo "bello" que es ser "una persona real".

El pianista Lang Lang descubre "lo bello" que es ser una persona "real"
El pianista Lang Lang descubre "lo bello" que es ser una persona "real"

Madrid.- Aparte de dar conciertos de piano, a Lang Lang, que acaba de grabar "Live in Vienna", le gusta el cine "y el jacuzzi", pero, desde agosto, la primera vez en sus 28 años de vida que "veranea", también le "encanta" estar de vacaciones, un tiempo en el que ha descubierto lo "bello" que es ser "una persona real".

El pianista más mediático del mundo ha fichado este año por Sony y ha querido hacer "algo grande" para "estrenarse"; por eso, explica en una entrevista con Efe, ha elegido composiciones de Beethoven, Prokofiev, Chopin y Albéniz y las ha grabado en directo en el auditorio del Musikverein de Viena, donde ofrece su Concierto de Año Nuevo la Filarmónica de Viena.

Un lugar icónico pero que le ha causado el mismo miedo escénico que tocar para una audiencia potencial de 5.000 millones de personas en la apertura de los Juegos Olímpicos de Pekín, en 2008, es decir, "absolutamente ninguno".

"Al final todo es el mismo juego. Cuando estás tocando no estás pensando en cuántos te están escuchando aunque sepas que están allí. Es importante tocar y hacerlo bien, pero lo importante es llegar a la gente", explica el pianista chino.

Lang asegura que es "realmente un momento único oír la respiración de la gente detrás, su agitación, el bla, bla, bla y, de repente, el silencio absoluto. Es mágico y emocionante".

Esta es su segunda grabación en directo -la anterior hace nueve años en el Carnegie Hall- y está "feliz" porque ha descubierto que la audiencia "desprende una gran energía, pone una atención fantástica y eso inspira muchísimo".

"Creo que necesito gente a mi alrededor para tocar, no un estudio con dos micrófonos y ese silencio. Prefiero la pasión y la energía del directo", concluye.

El músico, que era desde hace dos años "embajador" de música electrónica de Sony, ha querido que en su debut con la división clásica de ese sello estuviera Albéniz, al que adora: "Sólo está el Book I de 'Iberia' pero es la gema del grupo", detalla Lang, que ha adelantado que su intención es grabar completa la obra del español.

Además, siempre había querido hacer los "solos" de Beethoven -las sonatas para piano 3 y 23 o "Appassionata"-, y las ha acompañado de la sonata número 7 del "moderno" Prokofiev, y de la "Heroica", los valses y el Estudio número 1 de Chopin, "porque era su 200 aniversario".

Lo siguiente, anuncia, será un disco dedicado a Listz; otro con música contemporánea tocada "a lo clásico" y de "clásicos tocados de forma moderna" y grabar las "Variaciones Goldberg", de Bach.

"A lo mejor el día que las toque por primera vez sí que me entra algo de miedo escénico", bromea.

Su trayectoria vital, que él contó en 2007 en una autobiografía, es "muy dura" porque tuvo el "deber" -impuesto por un padre que incluso le llegó a ordenar, cuando tenía 10 años, que se suicidase porque había llegado tarde a unas prácticas- de convertirse en un brillante pianista.

Lo ha logrado, aunque ha dedicado cada minuto de su vida, quitando "sólo algunas horas para dormir", a practicar y bruñir su talento natural; por eso sólo ha tenido vacaciones en 2006, porque se puso enfermo, y este año, cuando ha ido a la costa china, a Quingdao, de donde vuelve deslumbrado.

"Me he sentido como una persona de verdad. Ha sido genial, he jugado al golf, al pimpón, al baloncesto, al fútbol... he comido muchísimo marisco y he visto ópera china. Realmente ha sido maravilloso aunque tendré que adelgazar", se ríe palmeándose una inexistente barriga.

Dice que agradece su estatus de "mega estrella" en China -"está muy bien despertar el interés por la música clásica entre los jóvenes"- pero que a veces, "sobre todo si tienes una cita con una chica y estás en un cine comiéndote unas palomitas", "los flashes pueden ser embarazosos".

Lang volverá a España la próxima primavera para ofrecer cinco conciertos en el "fantástico" Auditorio Nacional y viajar luego a otras ciudades, entre ellas Barcelona.

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