El debate en torno a las redes sociales está más vivo que nunca. Su evolución de unos años a esta parte está siendo analizada detenidamente por muchos ante el evidente cambio que han experimentado. Lo que nació como un vehículo para unir a las personas y conectarlas desde diferentes partes del mundo ha acabado separándolas incluso más en muchos casos. Además, se ha convertido en el sitio perfecto para que campen todo tipo de opiniones y comentarios ofensivos e hirientes con total impunidad, escudados bajo perfiles anónimos.
Por eso, mucha gente está abandonado progresivamente estos canales abrumados por el devenir que han tenido. Si bien esto puede suponer un problema para aquellas personas que viven de las redes sociales, o al menos buena parte de sus ingresos proceden de ahí. Los influencers tienen que convivir diariamente con el escrutinio público y todo lo que conlleva por su constante exposición en redes, exposición, por cierto, pagada y patrocinada.
No obstante, a algunos el dinero que reciben a cambio no les compensa y han decidido dar carpetazo a las redes sociales. Lo hemos visto en España con Dulceida, la influencer más importante, que cerró su cuenta de Twitter hace unos meses cansada de los ataques que recibía por este canal. Si bien otra influencer ha ido todavía más lejos y se ha borrado del mapa virtual, literalmente.
Se trata de Miroslava Duma, una de las influencers con más poder del mundo de la moda internacional. Aunque en España solo es conocido en este círculo y por los amantes del 'fashion business', es una reconocida figura de la industria que se codea con lo más granado y está presente en el 'front row' de las mejores semanas de la moda. La joven de 33 años sorprendía al mundo hace unos días por el mensaje que colgó en su cuenta de Instagram, que tiene 1,6 millones de seguidores.
En él, la rusa explicaba que se marcha de las redes sociales porque considera que lo que inicialmente se diseñó "para brindar infinitas oportunidades a las personas para conectarse, aprender, construir y crecer, ahora está haciendo que la mayoría de nosotros nos sintamos más aislados que nunca". De hecho, considera que "están destruyendo las bases fundamentales de cómo funcionan e interactúan las sociedades". Además les culpa de los elevados niveles de depresión, ansiedad y suicidios entre adolescentes de la actualidad. Por ello, ha preferido borrarse por el momento para centrarse en un nuevo proyecto "muy importante" y su familia.
Una decisión que parece muy meditada, a tenor de sus palabras, y que demuestran hasta qué punto las redes sociales están desgastando a personas que, al fin y al cabo, viven de ellas. Cabe destacar que Duma no depende solo de los ingresos que recibe por esta vía, ya que ha trabajado como editora de varias revistas de moda, tiene la suya propia y ha puesto en marcha diferentes proyectos solidarios. Un adiós que deja a Instagram huérfana de una de las cuentas 'fashion' más inspiradoras que dictaba sentencia en el panorama estilístico con todo lo que se ponía.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios