El Gobierno de Maduro celebra "la derrota" del "plan intervencionista" de EEUU en la ONU

  • La ministra de Exteriores de Venezuela, Delcy Rodríguez, ha considerado que el "plan intervencionista" de Estados Unidos ha sido derrotado en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que este miércoles se reunió, a petición de Washington, para abordar la crisis política en la nación caribeña por primera vez desde que comenzó.
EUROPA PRESS

"Fracaso de Estados Unidos y de la oposición fascista venezolana en el Consejo de Seguridad de la ONU", ha escrito Rodríguez en su cuenta oficial de Twitter, celebrando que el intento de la potencia norteamericana, "principal causante de la violencia letal y el hambre en el mundo", de "dar lecciones" a otros países ha sido "derrotado".

La canciller ha explicado que, pese a los esfuerzos de Washington y sus aliados, los países del Consejo de Seguridad "se lo dijeron claro y alto: Venezuela no es tema", "no está en la agenda". "Venezuela es libre y soberana", ha enfatizado la jefa de la diplomacia del Gobierno de Nicolás Maduro.

La embajadora de Estados Unidos en la ONU, Nikki Haley, solicitó la reunión del Consejo de Seguridad, esgrimiendo que, "por el bien del pueblo venezolano y la seguridad de la región", sus 15 miembros deben trabajar juntos para "garantizar que Maduro acabe con la violencia y la opresión y restaure la democracia".

Haley subrayó que, al margen de la represión de las protestas opositoras, "Venezuela está al borde de una crisis humanitaria". "No hay medicamentos disponibles, los hospitales no tienen suministros y cada vez es más difícil encontrar comida", denunció en un comunicado previo a la reunión.

Ya en el seno del Consejo de Seguridad, explicó que el objetivo no es que Naciones Unidas emprenda acciones concretas, sino "asegurar que todo el mundo es consciente de la situación en Venezuela", donde la "inestabilidad" empieza a ser "grave", sostuvo Haley.

"La comunidad internacional necesita decir 'respete los Derechos Humanos de su pueblo' o esto va a ir por la misma dirección por la que han ido otros muchos (...) Hemos visto descender por este mismo camino a Siria, Birmania, Burundi, Sudán del Sur o Corea del Sur", alertó.

"Estamos hablando de prevenir conflictos en general y esta es una cuestión muy concreta que, si las cosas van mal, podría descender a un conflicto, a una amenaza para la paz y la seguridad internacionales, así que tenemos que actuar como podamos empezando con la discusión de hoy", apuntó, por su parte, el embajador británico, Matthew Rycroft.

INJERENCIA INDEBIDA

El embajador venezolano, Rafael Ramírez, rechazó la iniciativa de Estados Unidos, insistiendo en que la Casa Blanca solo pretende forzar una intervención extranjera en Venezuela para hacerse con el control de los ricos recursos naturales del país.

"La intervención de Estados Unidos es para estimular la acción de los grupos violentos en Venezuela", denunció Ramírez, al tiempo que mostró fotografías de los actos vandálicos que se han producido aprovechando las protestas contra el Palacio de Miraflores.

Ramírez afirmó que Venezuela no representa una amenaza para la paz y seguridad internacionales y, en consecuencia, subrayó que "resolverá sus problemas internos" sin ayuda extranjera. "No aceptamos injerencia ni tutelaje", dijo a la prensa al término del encuentro.

En la misma línea se expresó Bolivia, aliado regional de Caracas. "Esta reunión, en lugar de ayudar a resolver el problema, solamente será un obstáculo", reprochó Sacha Sergio Llorentty a los otros miembros del máximo órgano ejecutivo de Naciones Unidas.

CRISIS VENEZOLANA

La tensión política en Venezuela alcanzó un nuevo pico el pasado marzo, cuando el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) despojó de sus poderes a la Asamblea Nacional --controlada por la oposición desde 2016-- y dejó sin inmunidad parlamentaria a los diputados.

El Gobierno de Maduro ordenó dar marcha atrás en ambas decisiones, algo que el TSJ cumplió, pero la oposición y la Organización de Estados Americanos (OEA) consideran que se ha producido una "ruptura del orden constitucional" que requiere elecciones anticipadas.

Desde entonces, la Mesa de Unidad Democrática (MUD) no ha dejado de convocar manifestaciones multitudinarias que han acabado en duros enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. Hasta ahora, 43 personas han muerto, incluidos adolescentes, y miles han sido detenidas.

Maduro ha convocado una Asamblea Constituyente por considerar que es la única forma de devolver la paz a Venezuela. La MUD, por su parte, ha denunciado que de esta manera el 'chavismo' pretende consumar el "autogolpe" que comenzó con las polémicas sentencias del TSJ.

La Asamblea Constituyente estará formada por 500 "ciudadanos" que serán elegidos en las próximas semanas "a través del voto universal, directo y secreto", de los cuales la mitad, 250, saldrán de sectores de marcado corte oficialista, según ha detallado Maduro.

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